- Los hombres y las mujeres son sustancialmente diferentes, los hombres son superiores a las mujeres, y los "hombres de verdad" lo son también a cualquier hombre que no se ajuste a las normas aceptadas como ineludibles de la masculinidad dominante.
- Cualquier actividad, actitud o conducta identificada como femenina, degrada a los hombres que las aceptan.
- Los hombres no deben sentir (o, en su caso, expresar) emociones que tengan la más mínima semajanza con sensibilidades o vulnerabilidades identificadas como femeninas.
- La capacidad y el deseo de dominar a los demás y de triunfar en cualquier competencia son rasgos escenciales e ineludibles de la identidad de todos los hombres.
- La dureza es uno de los rasgos masculinos de mayor valor.
- Ser el sostén de la familia es central en la vida de cada hombre y constituye un privilegio exclusivo de los hombres.
- La compañía masculina es preferible a la femenina, excepto en la relación sexual. Esta última es virtualmente la única vía masculina para acercarse a las mujeres, y permite tanto ejercer el poder como obtener el placer.
- La sexualidad de los "hombres de verdad" es un medio de demostrar la superioridad y el dominio sobre las mujeres y, al mismo tiempo, un recurso fundamental para competir con los demás hombres.
- En situaciones extremas, los hombres debemos matar a otros hombres o morir a manos de ellos, por lo que declinar hacerlo en caso necesario es cobarde y consecuentemente demuestra poca hombría y escasa virilidad.
27.12.07
Los chicos tambien lloran
18.12.07
¿NOS CALLAMOS?
A CALLARSE...
Ahora contaremos doce
y nos quedaremos todos quietos.
Por una vez sobre la tierra
no hablaremos en ningún idioma,
por un segundo detengámonos,
no movamos tanto los brazos.
Sería un minuto fragante,
sin prisas, sin locomotoras,
todos estaríamos juntos
en una inquietud instantánea.
Los pescadores del mar frío
no harían daño a las ballenas,
y el trabajador de la sal
miraría sus manos rotas.
Los que preparan guerras verdes,
guerras de gas, guerras de fuego,
victorias sin sobrevivientes,
se pondrían su traje puro
y andarían con sus hermanos
por la sombra, sin hacer nada.
No se confunda lo que quiero
con la inacción definitiva.
La vida es solo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.
Si no pudimos ser unánimes
moviendo tanto nuestras vidas,
tal vez no hacer nada una vez,
tal vez un gran silencio pueda
interrumpir esta tristeza,
este no entendernos jamás
y amenazarnos con la muerte,
tal vez la tierra nos enseñe
cuando todo parece muerto
y luego todo estaba vivo.
Ahora contaré hasta doce
y tú te callas y me voy.
PABLO NERUDA, en el poemario Estravagario
La Audiencia de BCN confirma un fallo por alienación parental
J. G. ALBALAT
BARCELONA
La Audiencia de Barcelona ha confirmado por primera vez una sentencia que retira a una madre la custodia de sus dos hijos y se la concede al padre por considerar que los menores estaban siendo influenciados por la mujer en contra del progenitor. El rechazo que Pau, de 13 años, y Jordi, de 10 años, experimentan hacia su padre, es una conducta conocida técnicamente como Síndrome de Alienación Parental (SAP). Así está recogido en los informes psicológicos de la resolución, que fue dictada el pasado marzo por el Juzgado de Primera Instancia Número 4 de Mataró, y que ahora ha sido ratificada.
El matrimonio obtuvo la sentencia de divorcio en octubre del 2005. La guardia y custodia de los hijos fue a parar a manos de la madre. El régimen de visitas que el padre debería haber disfrutado no se cumplió --en su opinión, porque la madre se negaba a que le vieran--, así que este reclamó su derecho a vivir con los chavales con el argumento de que ambos estaban siendo víctimas del SAP.
Efectivamente, dos psicólogos y un médico dictaminaron que Pau y Jordi sufrían ansiedad por la situación existente entre sus progenitores. Ambos mostraban "un rechazo hacia su padre por razones que, debido a su corta edad, eran incapaces de discernir en profundidad".
DEMASIADO PROTECCIONISTA
Otra psicóloga fue más contundente y afirmó que los menores sufrían SAP "en grado severo". En su opinión, la actitud de la madre hacia sus dos hijos ha sido excesivamente proteccionista, hasta el punto de que los niños nunca han dormido solos. Tampoco realizaban actividades extraescolares --pese a que a Pau le entusiasma el fútbol-- ni acostumbraban a ir de colonias. Los tres juntos, insistió la profesional, formaban "una unidad simbiótica de la que el padre está excluido".
La psicóloga hizo hincapié en el extraño comportamiento de la madre, que se negaba a que los pequeños se vieran a solas con su padre. Tanto ella como los abuelos maternos, explicó, han transmitido a los niños una serie de "fobias irracionales". Han convertido a Pau, insiste la profesional, en un niño inseguro y con un bajo nivel de autoestima. Mientras, Jordi padece ansiedad y un fuerte bloqueo emocional.
LOS ABUELOS, TAMBIÉN
"La relación de los menores con su padre siempre ha sido boicoteada por la familia materna", destaca la resolución judicial. Aunque el padre tenía derecho a visitar a sus hijos, estos nunca pasaban tiempo con él. Según la madre, eran los propios chavales los que le rechazaban.
Tras detectarse la presencia del síndrome de enajenación, la jueza Carmen de Macua Escandón acordó que los dos niños estuvieran con el padre durante un mes (agosto del 2006) y que no tuvieran contacto con la familia materna.
Esta experiencia fue valorada muy positivamente por los especialistas que han seguido el caso. A su juicio, los niños recuperaron la relación con su padre y efectuaron actividades que les habían estado vetadas dentro de la "burbuja sobreprotectora" de la familia materna. Entre otras cosas, los chavales fueron a la playa y jugaron al pimpón y al fútbol. Durante ese mes, según sostiene el fallo judicial, el padre demostró a sus hijos que "no era el ogro que le habían contado, y que no debían tenerle miedo".
NADA DE LLANTOS
De hecho, la jueza comprobó personalmente que los niños estaban más desinhibidos y que ya no se mostraban "tan llorosos y cabizbajos". A pesar de ello, los chavales seguían llamando a su padre por su nombre y nunca le besaban. Tanto los psicólogos como el fiscal defendieron el cambio de custodia, así que la jueza lo aprobó. "En ningún caso son los derechos de la madre o el padre los que deben tener prioridad, sino los derechos de los hijos", afirmó.
La guardia y custodia fue encomendada al padre. Mientras, la madre tuvo que conformarse con un régimen de visitas. El uso del domicilio familiar también se concedió a los niños y, en consecuencia, al padre. La jueza, por último, acordó que se hiciera un seguimiento psicológico de la familia.
15.12.07
Masculinidad no violenta en la "Luz de domingo"
Queridos compañeros, queridas compañeras:
Creo que no era su intención, pero viendo esta deliciosa película de José Luís Garci, es inevitable pensar en el tema de las masculinidades, las viejas y las no tan nuevas, y en cómo siempre han convivido modelos distintos aunque uno de ellos (el tradicional-sexista) fuera predominante. La opción del protagonista de apostar por el amor, la ternura y el cuidado en vez de la venganza violenta como respuesta a la brutal agresión sufrida por su compañera, me dió que pensar...
De modo "natural", desde la butaca, ante la impotencia que provoca una terrible escena de violencia machista, al ponerme en el papel del protagonista, el cuerpo y el pálpito acelerado del corazón me pedían venganza, aunque fuera simbólica...Y es por ello que me sorprendió muchísimo la opción del protagonista de cuidar a su compañera por encima de todo. Me pareció un modelo muy potente y sugerente de masculinidad pacífica, serena y tierna. Ante situaciones como la que refleja la película no puedes evitar pensar...¿qué haría yo si me ocurriera algo similar?
¿Alguien más ha visto la película? ¿Qué os parece este personaje?
A mí me removió, porque me siento mucho menos "curado" de la violencia como recurso que el protagonista, y lo más curioso es que su actitud de no responder a la agresión me llegaba a cabrear...Curioso.
Si os apetece, lo debatimos.
Salud y abrazos.
14.12.07
Tres términos
Tres términos se han convertido en los principios orientadores para hombres antisexistas en Australia, pero ¿qué significan? Michael Flood los analiza.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Pro-masculino. Pro-feminista. Pro-homosexual. Estos tres términos se han convertido en principios orientadores para un sector significativo del movimiento de hombres, incluyendo la revista australiana XY y los grupos de Hombres contra el Asalto Sexual en Australia. ¿Qué significa cada uno de ellos y cómo deben ser aplicados en la práctica?
Pro-masculino
Ser pro-masculino significa ser positivo respecto a los hombres; creer que los hombres podemos cambiar; apoyar los esfuerzos de cada hombre por lograr un cambio positivo. Significa construir relaciones íntimas y alianzas de apoyo entre hombres. Es reconocer los muchos actos de compasión y nobleza de los hombres. Es resistirnos a sentir desesperanza respecto a los hombres y a descalificarnos, y es rechazar la idea de que los hombres somos intrínsecamente malos, opresivos o sexistas.
Ser pro-masculino es darnos cuenta de que los hombres individuales no son responsables ni pueden ser culpados por las estructuras y valores sociales tales como la construcción social de la masculinidad o la historia de la opresión de las mujeres. Esto debe ser equilibrado con el reconocimiento de que cada hombres es responsable de su conducta opresiva (como la violencia) y puede escoger cambiarla. Si un hombre es sexista u homofóbico, una respuesta positivamente masculina sería ayudarlo y motivarlo a tratar de cambiar esto, y desafiar la conducta, en lugar de atacarlo.
Ser pro-masculino también tiene que ver con el reconocimiento y la apreciación de los aspectos positivos de la masculinidad. La fortaleza, la determinación y el valor son todos aspectos de la masculinidad tradicional y, sin embargo, son características útiles para la habilidad de los hombres para cambiar la sociedad.
El ser pro-masculino está equilibrado por el pro-feminismo. Ser positivamente masculino no significa, por supuesto, apoyar cualquier cosa que los hombres hacen. Debemos mantener un código de ética o valores, y evaluar a los hombres y las masculinidades de acuerdo a éste. Para dar un simple ejemplo, una masculinidad violenta es inaceptable porque la violencia es éticamente inaceptable.
Finalmente, ser pro-masculino es compatible con criticar los aspectos opresivos o destructivos de los grupos o los movimientos de hombres.
Pro-feminista
Ser pro-feminista significa, fundamentalmente, comprometernos a desafiar la opresión de las mujeres, el sexismo y la injusticia por razón de género. Es estar conscientes de las experiencias de las mujeres y dejarnos informar por los análisis que las feministas hacen de la sociedad. Para los hombres en particular, ser pro-feministas significa tratar de desarrollar formas de masculinidad no opresivas y relaciones no sexistas con las mujeres.
Si los hombres nos comprometemos a ser pro-feministas, desafiaremos las actitudes y conductas sexistas de los hombres y trataremos de cambiar nuestro propio sexismo. Los activistas pro-feministas también podemos apoyar las campañas de las mujeres o trabajar con feministas, así como consultar a grupos feministas y estar disponibles para éstos.
El término "pro-feminista" es casi equivalente a "anti-sexista", y a menudo utilizo los dos términos indistintamente. Pero me gusta el término pro-feminismo pues sugiere un compromiso explícito y continuo a apoyar el feminismo. Sin esto, los hombres podríamos caer en una comprensión del sexismo que desvirtúa el poder de los hombres sobre las mujeres.
Uno de los verdaderos placeres de estar en estrecho contacto con el feminismo es el poder disfrutar la cultura de las mujeres -- la literatura, las películas e ideas fantásticas, inspiradoras y a menudo desafiantes que han florecido en las últimas tres décadas. Mi propio sentido de la sociedad que anhelo -mi utopía- ha sido inspirado, por ejemplo, por el libro La mujer al borde del tiempo, de Marge Piercy, y mi sentido de pasión ha sido formado, en parte, por las películas feministas y, por supuesto, por las mujeres mismas.
Ser pro-feminista no significa sentirnos culpables o avergonzados de ser hombres. (Pero sentir vergüenza, por ejemplo, de haber lastimado a alguien es una parte saludable del proceso de cambio.)
El pro-feminismo no debería significar que los hombres creamos saberlo todo acerca del feminismo o hacer ciertas cosas que recibirán la aprobación de las feministas. Y no creo que los hombres deberíamos, o de hecho necesitaríamos, llamarnos "feministas". Los términos tales como "pro-feminista" y "antisexista" son claros y pueden ser utilizados con orgullo.
Pro-homosexual
Ser pro-homosexual significa comprometernos a desafiar la homofobia y el prejuicio y la opresión contra las personas homosexuales. Significa estar conscientes de las experiencias de los homosexuales y las lesbianas, y dejarnos informar por los análisis que ellos y ellas hacen de la sociedad. Para los hombres en particular, ser pro-homosexual significa reconocer el papel de la homofobia en las operaciones de la masculinidad, y formar relaciones íntimas y de apoyo con los hombres, heterosexuales y demás.
Los hombres pro-homosexuales no asumiremos que todas las personas son heterosexuales y aceptaremos y acogeremos a (otros) hombres homosexuales. Trabajaremos en nuestra propia homofobia o heterosexismo y los desafiaremos en otros hombres e instituciones. Ser pro-homosexual significa apoyar la expresión de la sexualidad homosexual y de otras sexualidades no heterosexuales.
Los hombres pro-homosexuales en el movimiento de hombres podemos apoyar la lucha contra la opresión sexual o trabajar con (otros) hombres homosexuales. Y deberíamos estar conscientes de cómo nuestras campañas en asuntos relacionados con los hombres pueden afectar a los hombres homosexuales y a la cultura homosexual en particular. (Por ejemplo, las campañas contra la pornografía podrían conducir a la prohibición de literatura sobre el sexo más seguro o de la pornografía homosexual.) Los hombres heterosexuales pueden formar amistades y alianzas con hombres homosexuales o bisexuales, así como explorar las posibilidades del deseo y el sexo con personas de su mismo sexo.
Al igual que ocurre con los otros dos principios, se debe evitar algunas trampas. Los hombres homosexuales pueden enseñarles mucho a los heterosexuales acerca de la intimidad entre hombres y de las posibilidades para una masculinidad sensual, expresiva e igualitaria. Pero los hombres homosexuales y la cultura homosexual también pueden ser sexistas y aun misóginos (o sea, que odian a las mujeres) y esto no debe ser tolerado.
Los hombres heterosexuales que son pro-homosexuales no debemos aceptar la idea de que la heterosexualidad es, de alguna manera, fundamentalmente poco sólida u opresiva. Podemos criticar algunos aspectos de la cultura y la conducta sexual heterosexuales (tales como coaccionar a las mujeres a tener relaciones sexuales), pero también podemos practicar la autoaceptación y explorar una heterosexualidad positiva y no opresiva.
http://www.hombresigualdad.com/tres_principios.htm
12.12.07
VERDUGOS-VICTIMAS
Me han educado al igual que a otras muchísimas personas, con mucho cariño, pero por desgracia, tanto mi ama como mi aita, llevaban una carga demasiado pesada sobre sus espaldas impuesta por un estado muy poco abierto a las libertades. Por una iglesia con un funcionamiento patriarcal rozando el absolutismo, y dentro de un sistema clasista de orden y de obediencia.
Esto me lo inculcaron desde la mas tierna infancia.
Después en manos del sistema educativo... cultura su cultura, muy sesgada y sexista. Y por su puesto empiezas a comprender que es el poder. Quien lo ejerce y quien lo ha ejercido, y si dudas de sobre quien lo posee y te enfrentas a el . Castigo.
Si empezaste a trabajar en la adolescencia, mas de lo mismo.
Patrón explotador de txabal bribón, bien gordo sentado en su sillón.
Y el encargado de turno, zafio, pelota, torpe y con ansia de poder. La mezcla perfecta para hacerte sentir con látigo, en tu espiritu joven la fuerza... Del que puede.
Servicio militar obligatorio, no me jodas ya lo que faltaba.
Aquí la maquinaria del estado golpea con fuerza, con inteligencia militar, y con unos propósitos muy claros.
Obediencia absoluta y ciega, aunque tengas que perseguir a la cabra de la legión mientras se tira por un barranco.
Un superior, su superior, otro mas que el anterior, un montón de escalas de mando y el que mas poder tiene hace lo que quiere.
Aprendes que solo con el hecho de tener esa fuerza puedes ser un borracho, un vago o un descerebrado. Yo digo, yo mando.
Por supuesto castigos a la desobediencia.
Y pasamos al mundo laboral de los adultos. Ahora ya estamos entrenados y todos estos estereotipos que nos han inculcado, están ahí ahora formando parte de nuestro ser.
No somos iguales a nada
La fuerza es un grado.
Ese grado nos da la razón.
Y si nos faltan a la razón castigamos.
Llorando por por el dolor causado y llorando por el dolor sufrido en cualquier agresion, tengo que decir que pobres desgraciados.
Cobardemente dan rienda suelta a su frustración.
EL hombre nace, despues se hace.
Intentemos cambiar nosotros y nosotras
Intentemos que nuestras hijas e hijos sean libres de nuestras cargas
Intentemos cambiar el sistema educativo
Y tambien a la iglesia ¿porque no?
Y a la sociedad producto de sistema en el que vivimos, digamosle que somos diferentes. Que es hermoso que asi sea. Que no debemos ensuciar esas diferncias haciendo gala de un machismo cubierto o incubierto.
Tener miedo a perder una parcela de poder, es tener miedo a que afloren nuestras inseguridades oprimidas.
El hombre que una vez trató bien a una mujer
El hombre que una vez trató bien a una mujer
Me telefonea mi buen amigo Gervasio Guzmán. Dice que quiere presentarme a un vagabundo con el que entabló conversación hace unos días en la Gran Vía, en Madrid, y que le parece muy singular.
–Pretende que conoce a un hombre que una vez se portó bien con una mujer.
Tardo un rato en asimilar la cosa.
–Y eso ¿qué tiene de especial? –le respondo.
–Pues ahí está lo curioso, Ortiz –Gervasio siempre me llama por mi apellido–. Él lo cuenta como si fuera una rareza exotiquísima. Y acaba haciéndote dudar de que no lo sea. Habla con él y verás.
Si hay algo de lo que carezco escandalosamente en estos últimos tiempos es de tiempo. Incluso más que de dinero, que ya es decir. Mi agenda parece un tomo de las páginas amarillas: «Escribir a...», «Telefonear a...», «Mandar artículo a...», «Responder a...», «Quedar con...». Y eso, cuando uno está a punto de cumplir los 60, resulta abrumador. Física y psicológicamente.
Pero Gervasio ha conseguido intrigarme. Así que le digo que bueno, y quedamos para charlar con su reciente amigo en un viejo café cercano a la Gran Vía.
Llego puntual, como siempre, y me topo con el desagradable hecho de que Gervasio ya está allí con su amigo.
–Te tengo dicho, Gervasio, que ser puntual consiste en llegar en punto; no antes.
Su amigo me mira como si le pareciera un cerdo de dos cabezas, o algo semejante. Se ve que no tiene el vicio de la puntualidad, como yo. O que no acostumbra a toparse con cerdos, que todo es posible. No tiene aspecto de clochard. Para vivir en la calle, sin techo, tiene un aire más que pulcro.
Me siento a su lado. Le sonrío, para no resultar del todo antipático, y le digo que Gervasio me ha hablado de la historia que le contó.
–Seguro que le ha parecido una bobada, de entrada. Pero no lo es. Usted se pensará que hay millones de hombres que se han portado bien con millones de mujeres. Pero se equivocará, si cree eso.
–¿...?
–Toda relación entre personas presenta altibajos, matices, actitudes complejas...
Según le oigo soltar eso, miro furtivamente a Gervasio. Mi mirada dice: «¿De dónde te has sacado un vagabundo que habla en estos términos?» Gervasio me devuelve otra mirada que dice: «¿Lo ves? Ya te había avisado.»
–...Y en esas relaciones se producen momentos positivos, más o menos circunstanciales. Pero yo no me refiero a hechos de ese género. Yo hablo de un acto único, sin vuelta atrás, definitivo, absoluto, sin matices. De un acto maravilloso, casi milagroso, que dejó sorprendido incluso a su propio autor.
–¿Y cómo fue eso?
–No es fácil de explicar. Y ya sé que usted no tiene demasiado tiempo. Se lo contaré rápido, por si le sirve para alguna de las cosas ésas que escribe. Me gustaría que la relatara. La cuestión es que mi conocido tenía una relación amorosa muy intensa con la mujer con la que vivía. Intensísima. La adoraba. Quería su cuerpo, quería su alma, sus palabras, sus risas, sus gestos... Todo. Pero poco a poco fue dándose cuenta de que ella, aunque se dijera satisfecha del trato que le daba, estaba languideciendo. Su relación con él no la vivificaba: la consumía. ¿Por qué? Mi conocido, por más vueltas que le daba, no acertaba a averiguarlo. Y ella lo negaba. Pero era evidente. Y, como la adoraba, verla apagarse poco a poco le dolía de muerte. Acabó convencido de que el problema, fuera cual fuera, estaba en él. ¡Era él quien la estaba matando! De modo que decidió desaparecer.
–¿Dejarla?
-¡No, hombre! ¡Eso nunca! Desaparecer.
–¿Suicidarse?
–En cierto modo. No físicamente. No quería causarle un dolor tan grande. Lo que hizo fue escribirle una nota diciéndole que había conocido a otra mujer, que se había enamorado de ella y que se iba. Y se fue.
–¿Adónde? –le pregunté, intrigado.
Se hizo un silencio espesísimo.
Al final, levantó la vista de la taza de café, me miró muy fijo y me dijo:
–¿Quiere saber adónde, realmente? Pues se lo digo: a aquí.
Y dejó escapar una furtiva lágrima.
–Gracias por contármelo. Lo escribiré –quise consolarlo.
Y aquí está
Vm=max(H) Una ecuacion que reformular
Vm=max(H)
Violencia masculina es igual a la hombría a su máxima potencia
Dudar de la propensión natural de los varones a ejercer la violencia parece tan revolucionario como lo fue el hecho de cuestionar el instinto maternal y la envidia del pene por las mujeres en una cierta época. Para abrirse nuevas puertas fue necesario que el feminismo se cuestionara la esencia del eterno femenino, es decir, su natural bondad, complejo de inferioridad y sentido de abnegación. Ahora, para avanzar en el camino de la igualdad, urge que se repiensen las masculinidades fuera de ese orden social patriarcal en el que los varones viven bajo el mandato de afirmar su virilidad, siendo predadores sexuales en potencia, guerreros conquistadores que reafirman su superioridad machista a través de su tendencia natural a oprimir a las mujeres. Esto no nos lleva a negar la realidad de una violencia masculina existente, sino más bien a considerar a los varones no solamente como parte del problema sino también como elemento de la solución. De allí la importancia de disociar la violencia de la hombría y de buscar formas alternativas de conceptualizar las masculinidades fuera del ejercicio de las diferentes formas de violencia.
http://www.estudiosmasculinidades.buap.mx/index.html
EL PAÍS: Hombres contra el macho
Hombres contra el macho
Los estereotipos perduran, pero muchos varones lideran en silencio la lucha contra su propio lastre - Ellos también quieren igualdad
CARMEN MORÁN 12/12/2007
Los estereotipos machistas perduran en España, pero numerosos hombres están ahora luchando contra un modelo que también supone un lastre para ellos. La revolución por la igualdad de la mujer ha cambiado la realidad social a su alrededor, pero no la ideológica, o no del todo. Muchos luchan por ser hombres, no machos.
Están desorientados. Rechazan el modelo de sus padres, pero no tienen otro
Muchos ya están hartos del papel que les ha tocado desempeñar
"Ha sido varón. Viene con un pan debajo del brazo". Así se recibía a los niños antiguamente. Ellos traerían el bienestar a la familia, porque para ellos serían el trabajo y el salario, la responsabilidad y el éxito. Eran privilegios y así se han conservado. La sociedad entera se encargaba de que no se defraudaran esas expectativas.
Ha pasado el tiempo y se ha avanzado en igualdad entre hombres y mujeres, pero un sencillo ejercicio entre adolescentes revela que todavía hoy perduran estereotipos de género que se perpetúan generación a generación, colándose sutilmente desde que se agita el sonajero.
Pero los especialistas hablan también de avances hacia la igualdad por parte de los hombres. La cuestión es: el estereotipo del macho, tal cual se entendía, ¿está en declive? Algunos de los expertos opinan que sí. Que muchos ya están hartos del papel que les ha tocado jugar por nacer varones y otros salen de ese traje cuando ven que a las mujeres cada vez les gusta menos. Pero también saben que hay mucho por hacer, desde que nacen hasta la adolescencia, porque los roles, tanto masculinos como femeninos, se adquieren muy pronto, dicen.
"Ya antes de nacer, el comportamiento de los que esperan al bebé es diferente, por mentira que parezca", dice el sociólogo, experto en sexología y en estudios de género y masculinidades, Erick Pescador. Y revela algo asombroso: "Llevo algunos años participando en clases de preparación al parto con madres y padres y, cuando lo que viene es un niño, las madres se dan golpecitos suaves en la tripa; sin embargo, si es una niña, se hacen caricias circulares", dice.
Cuando ya estén jugando en el parque, al niño que se cae le levantarán corriendo y le darán un par de palmaditas: "¡Hale, campeón, que no ha sido nada!". La niña recibirá, sin embargo, consuelos más melosos.
En algunos institutos ya se imparten talleres de igualdad entre los adolescentes. Se trata, también, de prevenir la violencia de género, que puede desencadenarse desde la más temprana juventud.
"Si a los estudiantes se les pregunta cómo se ven de mayores, los chicos se dibujan siempre como jefes, con un gran sueldazo, y ellas, sin embargo, se imaginan muy por debajo de lo que indican sus perfiles", cuenta Erick Pescador, casi una década dedicado a impartir programas de igualdad en las escuelas. Pero, a pesar de que una sociedad patriarcal y muchas veces machista se ha encargado de que los varones ocupen los puestos que soñaban, la realidad a veces es terca y cambiante, y algunos tienen ahora que conformarse con que no acabaron los estudios con tanto éxito como su compañera y no pueden ver su Mercedes aparcado en la puerta. "Eso les genera frustración, una sensación a la que no estaban acostumbrados y que, en ocasiones, puede degenerar en violencia", explica Pescador. Por la consulta de este sociólogo especializado en sexología pasan algunos varones que se quejan de depresión. "¿Quién gana más, usted o su mujer?", les pregunta. Y podría adivinar la respuesta casi siempre.
Y a algunos ya les ahoga el traje de superhéroe que les calzaron por nacer varones. Son los que están alzando su voz contra la violencia machista, los que no quieren que el silencio les haga cómplices de los apuñalamientos, ni siquiera de las muchas situaciones de desigualdad que se dan en casa y en el trabajo. "Algunos hemos percibido que en nuestro triunfo de siglos está nuestra pérdida. Hemos ascendido en el trabajo, pero nos perdemos la crianza de los hijos, por ejemplo. Alguno me decía que ganaba mucho dinero, pero apenas se enteró de que su padre se iba día a día hasta que murió".
Ritxar Bacete pone estos pequeños ejemplos que saca de su contacto con los grupos de hombres con los que trabaja la igualdad en talleres por varios pueblos de Álava. Son adultos que están aprendiendo a soltar el lastre impuesto.
"Las mujeres han andado ya ese camino. Ellas han ido conquistando derechos que se les negaban, aunque todavía estén pagando muy caro algunas de esas conquistas; para ellos es lo contrario, su camino no es obtener, sino más bien renunciar a algunas de esas imposiciones de género" que ya les reciben cuando nacen, dice Bacete.
"Los chicos no lloran, tienen que pelear", decía la canción de Miguel Bosé. ¿Qué tienen que hacer? ¿Cuál es el modelo? Cuando se trata de adolescentes, la mirada de los maestros percibe con claridad que ellos están perdidos. Rechazan el modelo de sus padres, que ya no se ajusta con los mensajes igualitarios que han aprendido, pero no saben qué referente seguir.
Los hombres saben desde hace tiempo que pueden y deben llorar. La frase encierra la esencia del cambio. "Una masculinidad libre tiene que ver con la democracia, con la libertad individual, con sentirse seguros sin tener que interpretar el papel de hombre exitoso e infalible; está relacionada con un hombre que se acerca a los afectos y a los cuidados. Pero ese camino a la igualdad quedó pendiente al final del franquismo, cuando se luchaba por la solidaridad", sigue Bacete.
Erick Pescador concluye esta última parte de nuestra historia: "En los años ochenta, el movimiento feminista y de igualdad fue más fuerte, a la generación que crecía entonces le quedó el discurso, pero los cambios dejan de producirse cuando se piensa que se han alcanzado". Eso, según Pescador, es lo que ha sucedido. Las primeras frases que oye cuando inicia sus talleres de igualdad son: "Otra vez con ese tema. Pero ¿qué quieren las mujeres? Y, desgraciadamente, vuelven a ver el feminismo como lo opuesto al machismo". Pescador pronuncia entonces en una sola frase la primera gran lección: "El feminismo es la lucha por la igualdad".
Uno de sus talleres se convierte en un pequeño teatro en el que se abre el telón y aparece un marido colérico que llega a casa después de que su jefe le haya despedido. Cuando se sienta a la mesa, hace saltar los platos de un puñetazo: "¡Esta sopa está fría!". Y la aparta de un manotazo.
Ahí se para la escena. "¿Dónde hay que cortar esta violencia? ¿En qué momento se debe frenar? ¿Qué se puede hacer?", pregunta a sus alumnos.
-Poner la sopa caliente -dice uno de ellos.
-Pues que tire la sopa pero pida perdón -se le ocurre a otro.
-Que no le despidan -suelta un tercero.
"No, no y no", les responde Pescador. "Los problemas del trabajo hay que dejarlos detrás de la puerta, porque nadie en casa tiene la culpa", les explica.
Pescador cree que el feminismo entre los más jóvenes, por un lado, "está en retroceso", pero cree, por otro, que hoy se parte con la ventaja de que tienen aprendido el discurso, aunque todavía no asumido. También es optimista Ritxar Bacete, del grupo de Hombres por la Igualdad de Álava. "Aunque en ellos sigue vigente el modelo madelman, también son chicos que en casa ya ven a padres jóvenes que les han cuidado de pequeños, no creo que estemos peor".
Efectivamente, han aprendido a llorar, pero ¿han dejado de pelear? La violencia persiste en las parejas, y no sólo la que sale en la televisión cuando hay que enterrar a alguna mujer. La hay, por así decirlo, de baja intensidad, con la que se convive a diario, año tras año. Nace y se va desarrollando entre estereotipos tempranos que marcan líneas rígidas y erróneas para definir al varón y a la mujer.
Cariño, ¿dónde has escondido mis zapatillas? Si me quisieras, no saldrías tanto, cariño. "A los hombres nos enseñan de pequeños a usar la violencia y el amor de forma conjunta", explica Pescador. "Nos enseñan a querer poniendo cuidado en que los afectos no nos hagan parecer un maricón", añade.
La homofobia, el miedo a lo que hasta ahora ha tenido difícil encaje social, late en la educación que reciben los críos, y eso desprovee sus gestos de la amabilidad y el cariño supuestamente femeninos. "Los niños, desde pequeños, nos pegamos, pero de buen rollo; los puñetazos leves son a veces el saludo entre dos colegas. Un día reproché a un chaval en el instituto que iba dando empujoncitos e incordiando a una chica. Le pregunté por qué lo hacía y me dijo: 'Es que me gusta, profe".
A la larga, en según qué condiciones y qué personas, eso puede traducirse en la violencia de baja intensidad, querer pero sin parecer afeminado: cariño y palo, palo y cariño. También empieza en la más tierna infancia, porque, aunque no se enseñe formalmente, los niños lo aprenden imitando los roles de su madre y su padre, viendo la televisión, observando la sociedad. Todo va calando como una lluvia fina.
Y no hay que olvidar que los cuentos y los cómics perpetúan el modelo de hombre libre con el horizonte despejado, mientras que cuando la protagonista es femenina, el final siempre es casada con el príncipe azul y pensando en criar niños. "Sólo hay que ver la viñeta final de Lucky Luke o el de la Bella Durmiente", dice Pescador.
A juicio de este sociólogo, los cambios operados en igualdad han ido a remolque de las demandas de las mujeres, ellos se adaptaban a lo que ellas iban reclamando. Pero cree que el cambio total no parte sólo de la demanda. "Hay que incorporarlo, hacerles sentir la injusticia mediante un procedimiento empático, que se pongan en el papel del otro".
Para empezar, en el papel higiénico, valga el ejemplo. No basta con reponer el rollo que se ha acabado cuando alguien lo ordena, hay que pensar que se ha acabado y ponerlo. Es lo que los expertos llaman la tercera jornada. "La mujer tiene una jornada en la casa, otra en el trabajo fuera y la tercera es la ocupación mental: saber si hay que ir al médico, qué hay que comprar en el supermercado, hablar con el colegio. Hay padres que llevan a sus hijos al médico y, cuando les preguntan qué le pasa al crío, dicen que no lo saben", explica Pescador.
A pesar de todo, Hilario Sáez, que pertenece a uno de estos grupos de hombres por la igualdad en Sevilla, es optimista. Cree que "hay que desarrollar la mirada para ver que hay cosas que están cambiando para bien. Desde luego, el macho a la antigua ha desaparecido, ya no encuentra a nadie, o a muy pocos, presumiendo de ser machista. Quizá no han entendido todavía el discurso de la discriminación positiva hacia la mujer, pero tampoco se atreven ya a hacer el chistecito. Lo que sí están los hombres es desorientados: dicen que no son feministas, pero a veces ejercen como tal. Eso indica que hay más cambio social que ideológico. Los asesinatos de mujeres han abierto mucho los ojos", dice. Pero hace falta, añade, generar un "discurso sólido". "La red feminista está ahogada, no tiene dinero. La educación afectivo-sexual en los colegios vivió tiempos mejores. A ver ahora con Educación para la Ciudadanía".
La necesidad de igualdad encuentra en estos grupos de hombres, aún dispersos y escasos, la refutación de que este asunto es una cuestión de justicia social que no debe sostenerse sólo con las demandas femeninas.
Ellos han aprendido que sin igualdad pierden todos. "Las mujeres mueren, ésa es la cara más amarga; pero los hombres deben preguntarse también cuánto están perdiendo con sus supuestos triunfos, cuánto está afectando el modelo de masculinidad tradicional a la falta de bienestar, a la calidad de vida", dice Ritxar Bacete.
"Hay violencia de género y violencia y género, porque los hombres también desarrollan violencia contra sí mismos".
Antes, la gente moría más joven; ahora, la esperanza de vida es mayor, pero lo que se mantiene inmutable es que las mujeres son más longevas. ¿Por qué? Algunos demógrafos lo tienen claro. Ellos se tratan peor: más muertos por accidentes de tráfico, más muertos por drogadicción, por problemas cardiovasculares a causa del estrés laboral. Y para qué hablar de las guerras, de los homicidios, de las peleas... Las cárceles están llenas de hombres. ¿De dónde sale toda esa imprudencia, esa temeridad? ¿Por qué presumen ante la novia de velocidad al volante, de aguante con el alcohol? Ritxar Bacete contesta: "Los roles de género están siendo también fatales para los hombres. El debate del siglo XXI debe cambiar el foco".
Mi papá me mima
Manda la ley que se combata la violencia de género desde la educación, que se enseñe a los niños en la igualdad. Y algunos han puesto manos a la obra. El Ayuntamiento de Jerez de la Frontera (Cádiz) auspicia un ambicioso proyecto educativo para trabajar en escuelas e institutos desde donde se educa en la nueva masculinidad. Los talleres, para diferentes edades, transmiten la necesidad de expresar los sentimientos, de pedir ayuda cuando algo va mal, sentimientos, inquietudes, sueños, dudas. “Los chicos no suelen pedir ayuda, actúan más bien como llaneros solitarios”, dice Daniel Leal, coordinador del Programa de Hombres bajo la Concejalía de Igualdad, que dirige Margarita Ledo.Allí, los más pequeños juegan a superhéroes, pero con estos nombres: supercariñosoman, supersensibleman. Resuelven sus problemas con cariño, con poderes de hombre sensible. Y dibujan al padre haciendo tareas domésticas. Escriben: mi papá me mima, mi papá me cuida.Los juegos aumentan su complejidad cuando los chicos son más mayores. Se les leen sentencias y ellos tienen que posicionarse. “Un hombre es más atractivo si es fuerte y peleón”. Las chicas salieron corriendo hacia el no y los chicos corrieron hacia el sí. En estos talleres todavía se oyen cosas como esta: “Yo no soy machista, pero mi novia no va de excursión si no tiene mi permiso”, dice Leal.“Son programas para varones sensibles y machistas recuperables”.También Erick Pescador imparte talleres en los institutos (ahora en Valencia). Le pregunta a sus alumnos si amar es entregarse por completo al otro, darlo todo por el otro: ellas contestan que sí. Y ellos dicen: “hombre, profe, todo, todo...”.Quizá por eso el taller para las alumnas en Jerez se llama No seáis tan buenas.
EL PAÍS. Comentarios de los/as lectores/as al reportaje anterior
josechu - 12-12-2007 - 17:59:14h
Los gays, lesbianas, transexuales y bisexuales tienen espacios, foros, asociaciones y apoyo oficial para reflexionar sobre su propia sexualidad, su papel en la sociedad, etc. Los hetero, los que estamos en favor de la igualdad y de la libertad, no tenemos ese foro. Sobre todo los hombres, pero también las mujeres heterosexuales. Y creo que somos una cantidad de peña suficiente, como para prestarle atención
68
Hombre indefenso 2 - 12-12-2007 - 17:47:34h
(sigo) me puede amenazar con separarse y apartar al niño de mi lado, aunque resulta que el que más tiempo pasa con él soy yo (incluidas las visitas al médico, que son mías en exclusiva); si le cuento a alguien que mi mujer me maltrata psicológicamente se ríen de mí; me puede gritar, pero más vale que yo no abra la boca, no sea que me oiga un vecino y llame a la policía y yo voy al calabozo sin más preámbulo;
67
Hombre indefenso - 12-12-2007 - 17:44:45h
La discriminación "positiva" es un concepto absurdo. Discriminación es discriminación, no hay unas buenas y otras malas. Mi caso: mi mujer me puede decir cosas que yo no le puedo decir a ella, porque sería un machista; me puede agredir físicamente porque nadie se cree que yo, "que soy tan fuerte", pueda ser agredido por ella; me puede ofender y yo me tengo que callar; (sigo)
66
Chester Copperpot - 12-12-2007 - 17:01:43h
Lamento que desde el tópico de las oposiciones, la justicia, etcetera, algunos rechacen la discriminación positiva bajo el ridículo lema:"Igualdad, pero para todo."Lo cierto es que la discriminación de la mujer es un fenómeno tan antiguo como la existencia de los humanos, y sólo en los últimos decenios hemos adquirido la conciencia de tratar de solventarlo. Si no queremos que recorrer el camino en sentido contrario nos lleve otros tantos miles de años, debemos aceptar sin paliativos la discriminación positiva como medio para hacer que las generaciones futuras sean cada vez menos machistas que quienes les precedieron.
65
Marcos - 12-12-2007 - 16:43:19h
Casi todo el mundo dice que el feminismo "positivo" es necesario. Sin embargo, pienso que deberíamos usar también el machismo "positivo". Tal y como se discrimina(ba) a las mujeres, se discrimina, aunque de diferente manera, a los hombres. Hay muchos prejuicios sociales, y lo que necesitamos no es discriminación por ninguno de los dos lados, es IGUALDAD
64
Marinin - 12-12-2007 - 15:24:38h
La discriminación se acabaría cuando la baja por maternidad-paternidad se igualara. Entonces las empresas dejarían de discriminar a la mujer porque alguna vez se pueda quedar embarazada...
63
María - 12-12-2007 - 14:59:46h
La discriminación positiva es necesaria desde el momento que en igualdad de condiciones, el hombre es siempre el elegido. ¿Por que? Pues por desgracia todavía piensan muchos (hombres y también mujeres, ojo), que nosotras nos quedaremos embarazadas y ¡ala! varios meses de baja, que no vamos a quedarnos a trabajar fuera de horas porque tenemos obligaciones familiares, y un largo etc. Se darán casos de injusticias, pero es la única manera de conseguir una sociedad realmente igualitaria. Cuando no sea necesaria la discriminación positiva las mujeres lo celebraremos más que nadie.
62
Javier - 12-12-2007 - 14:50:02h
Estoy de acuerdo. Pero cuando la violencia la ejerce la Mujer sobre el Hombre, para la Justicia no es violencia de género, sino un delito menor o Falta. Por tanto, que la igualdad empìece en la Justicia.
61
Puro ( http://www.pasajedeportivo.blogspot.com ) - 12-12-2007 - 14:46:45h
El ser machista no conduce a nada bueno. Mientras más machista te crees más te ponen los cuernos. Y la mujer merece toda la igualdad, le pertenece.
60
JAL - 12-12-2007 - 14:43:21h
Hay muchas mujeres "talibanes del feminismo" viviendo de esta controversia y medrando a base de llorar en lugar de con sus méritos. A éstas no les importan las mujeres que sí las pasan canutas, sólo las utilizan para conseguir sus fines. Y muchos hombres haciéndoles el juego por sentirse culpables de no se sabe qué.
59
Jaime - 12-12-2007 - 14:43:20h
La discriminación positiva (aunque es algo que es injusto de por sí), si se quiere aplicar, creo que debe ser en un contexto donde sea "lógico" y tras un análisis de la situación. Las generalizaciones de las normas pueden llevar a situaciones algo absurdas. Un ejenplo (o al menos para mi lo es) son ciertos criterios en algunas convocatorias publicas: " Participación de miembros femeninos en el equipo de investigación, como investigadoras principales o como miembros del equipo de investigación. En el caso de que el cociente de género del proyecto supere la media del correspondiente a esta convocatoria, se aumentará su puntuación".
58
Milongo - 12-12-2007 - 14:39:41h
La verdadera igualdad es la de oportunidades. La de evitar cualquier situación de discriminación. La de que a través de la educación todos podamos aspirar a la autorrealización y al desarrollo de nuestras capacidades. Lo otro, la política de cuotas, es confundir los fines con los medios. Algo especialmente frecuente, por otra parte, cuando hay sociólogos de por medio que todavía no han comprendido el principio de todo buen investigador: no confundir la realidad con el deseo. No todo lo que ocurre a nuestro alrededor tiene una base cultural. Ni genética (o biologicista). Pero negar una de ellas es propio de ignorantes.
57
Jon ( http://www.visorcubano.blogspot.com ) - 12-12-2007 - 14:37:48h
cada vez más el hombre va adquiriendo conciencia del valor de la mujer y de la igualdad entre los dos sexos en la vida social...creo que eso es bueno, aunque sin extremos.
56
Jose Luis Perez Prieto ( http://Visionparaca.blogspot.com ) - 12-12-2007 - 14:35:45h
Considerando que la mujer es el centro del universo para mí . ..Pienso honradamente que el problema del hombre normal, en ciertos trabajos es complicado, me refiero a ciertas cadenas de Tv .
55
Miguel Angel - 12-12-2007 - 14:24:49h
La mayor parte de las personas que trabajan en una empresa, hay excepciones claro, conocen la discriminación que sufren las mujeres. Los puestos no se dan como en futbol o atletismo, influye mucho la subjetividad. En los puestos altos el factor más relcante en muchos casos es la confianza, que entre tíos suele ser mayor: Efecto Cañas( de cerveza )
54
Miguel Angel - 12-12-2007 - 14:21:08h
Hay hombres a los que es difícil entender. No se dan cuenta que incluso pensando egoístamente ésto tiene que cambiar mucho ? Qué nuestros descendientes y nuestro futuro depende mucho de que tratemos de otra forma a las mujeres ? Por otro lado, da la impresión de que son seres de otro mundo sin ninguna relación con mujeres, amigas, madres, hijas,.....
53
NOS CONVIENE A TODOS - 12-12-2007 - 14:20:35h
No se debe confundir la "discriminación positiva" con "las políticas que persiguen una igualdad de género". Todos sabemos que la realidad es que las mujeres aún cobran menos por hacer el mismo trabajo que un hombre en muchos sectores, que si la Ley no lo impone, las mujeres y los minusválidos se quedarían sin poder acceder a puestos de trabajos que se darían a hombres primero, aún en igualdad de preparación profesioal para ejercer las tareas, ect..... La teoría está clara, ahora falta llevarla a cabo.
52
Manuele - 12-12-2007 - 14:19:36h
El dia en que no seamos machistas no hará falta la discriminación positiva. Mientras tanto, sí. El dia en que de forma natural en las empresas y puestos directivos haya los mismos hombres que mujeres, no hara falta que discriminemos positivamente. Mientras tanto, sí.
51
Tasslehof Burrfoot - 12-12-2007 - 14:18:17h
Hombres y mujeres, geneticamente no somos iguales, eso no se puede cambiar. OK. Tampoco somos iguales mentalmente (aunque se coicida muchas veces).OK. Pero sí debemos ser iguales ante la Sociedad, la Cultura, la Ideologia, la Justicia, diri la Iglesia pero es si que es u imposible. Señoras y señores, Nuestros cuerpos y mentes puede que no sean iguales, pero ambos somos humoanos, vivimos y respiramos el mismo aire y entre los dos soportamos el peso de lo que nos toca vivir, por lo tanto debemos trabajar en equipo y no por separado.
50
Miguel Angel - 12-12-2007 - 14:17:56h
¿ Cuántas mujeres tan valiosas no han tenido la oportunidad de decidir lo que querían hacer en la vida, sólo por ser mujeres ? Si hay ciegos que todavía no lo ven es que no son de este mundo. A mi no me lo tiene que contar nadie, sólo tengo que mirar en mi familia, en mi madre, en mi abuela....
49
Anibal - 12-12-2007 - 14:16:19h
Hay portales de contacto en internet en el que las mujeres no pagan nada, lo mismo para muchas discotecas. ¿Por qué el instituto de la mujer clama contra el cielo por un calendario de chicas en bikini y no dice nada cuando se trata de uno de bomberos, por hablar de los casos más recientes? Este instituto se está convirtiendo en la nueva inquisición.
48
NOS CONVIENE A TODOS - 12-12-2007 - 14:14:41h
¡Mi enhorabuena por este artículo y por todos estos hombres que han tomado conciencia del verdadero sentido de la revolución de las mujeres. No queremos una guerra de bandos, queremos vivir felices y en paz; igual que la mayoría de los varones del Planeta. Y además, queremos hacerlo juntos. El Amor es la Patria, la bandera más sagrada que poseemos los humanos. Un Saludo.
47
Antonio ( http://www.antoniocuestas.com ) - 12-12-2007 - 14:12:41h
Me parece muy bien que la mujer haya dejado de ser explotada como cuidadora, guardiana del hogar...era gratis además, resumiendo era el estado de bienestar gratuito y dijo basta y me parece genial. Lo que no me parece genial es que la ley en muchos casos, si alguien no los conoce es que no vive en España, sea favorable a la mujer por simplemente su condición. Creo que es anticonstitucional y sobre todo injusto. ¡Igualdad para todos!
46
Andrés - 12-12-2007 - 14:02:11h
Perdone Vd., pero cuando YO (varón) he llevado mis hijos al pediatra con mi pareja, y YO soy el que cuida a los niños porque tengo un teletrabajo, la pediatra me ignora completamente y ni me mira. No sólo es la gente los que inculcan el sexismo, son las estructuras: en igualdad de condiciones, ¿cuantas veces dan la custodia a los padres en caso de separación? ¿Como es que se ve dia tras dia anuncios en los periodicos especificando que el candidato sea de un género u otro? ¿No es ilegal? ¿Por que el estado no hace nada al respeto?
45
Eddy - 12-12-2007 - 14:01:25h
Reducir la relacion entre hombres y mujeres en función del número de victimas de la violencia de genero me parece absurdo y exagerado. Al igual que hablar de violencia de genero de poca intensidad es algo absurdo, porque los roces entre las parejas se dan por si misma no por diferencias de genero. De hecho soy gay y los roces con mi pareja son similares a los de otras parejas heterosexuales. Además en esa violencia de baja intensidad no siempre la victima es la mujer, pues es frecuente que en presión psicologica y pequeños chantajes las victimas sean de ambos generos por igual
44
Xavier - 12-12-2007 - 14:01:20h
Creo que la discriminación positiva es una barbaridad, hay que elegir el mejor preparado, sea del genero que sea, ya que aunque positiva no deja de ser eso: discrimación. Aparte de las anatomicas:pene o vagina,hay muchas diferencias, sobretodo hormonales que provocan cambios en la personalidad, la testosterona provoca más agresividad p.e.. También hay teorias genetico-psicologicas sobre la estructuración del pensamiento tanto en hombres como mujeres, es evidente que delante de un estímulo no se responde igual de la misma manera. La cosa es muy compleja, aunque deba haber igualdad, no somos iguales. Y que no se malinterprete esta frase, yo he aprendido mucho de ellas en mi trabajo y las respeto por el modo que lo realizan
43
Terri - 12-12-2007 - 13:59:46h
Qué alegría leer este artículo--hasta ahora los estudios de masculinidad parecían limitados a círculos académicos, pero ahora veo que empiezan a influir en la vida cotidiana. No voy a echar de menos al macho.
42
Goose - 12-12-2007 - 13:57:58h
Yo estoy deseando que mi mujer me mantenga y yo quedarme en casa jugando a la PS3, yendo al gimnasio y quedando con los colegas a tomar el aperitivo. Viva la igualdad, lo malo es que son las propias mujeres las que no lo aceptan, tsss.
41
angelines - 12-12-2007 - 13:52:12h
Vamos a ver. Yo amo mucho a mi marido y a mis hijos y soy un ama de casa con todas sus consecuencias. De soltera estaba en una cadena de montaje donde no podía levantar la cabeza. Desde que me casé dije que no volvería a ser explotada miserablemente. Y me convertí en ama de casa. Mi marido me "mantiene" y yo le "mantengo" a el. Estamos en gananciales y somos dos en uno, totalmente felices con nuestros roles y con todos nuestros bienes en común. Porque confiamos el uno del otro. Porque nos amamos y no pensamos en monsergas progres de salón.
40
JSM - 12-12-2007 - 13:49:00h
Me gustaría que las mujeres opinasen sobre el machismo y sobre la descriminación positiva, por ahora la mayoría de los que opinan cargándose el artículo, y la descriminación positiva a favor de las mujeres son hombres, sexo que durante siglos se ha vsito favorecido por esta decriminación positiva que ahora desprestigian
39
Carlos - 12-12-2007 - 13:26:56h
Creo yo que el exito entre hombre y mujer está en que ellos las quieran a ellas, tal y como ellas desean ser queridas....y viceversa. Y con ese ejemplo, vivido cada dia, educar a nuestros hijos.. Saludos a todos. Enhorabuean por este articulo
38
Montpellier - 12-12-2007 - 13:23:54h
¿ Alguien puede explicarme qué es la masculinidad? ¿Alguien puede decirme dónde están las diferencias "naturales", aparte del pene y la vagina, de las que se habla? ¿Qué hacemos con las personas que no entran dentro de esas categorías "naturales" hombre-mujer?¿Qué hacemos con los-las hermafroditas? Para aquellos, que lo ven todo tan claro... Discriminación positiva: desgraciadamente imprescindible en el sector privado, en el público ya se sabe que las oposiciones hacen la selección, por lo que no ha lugar. La ley debe buscar la desaparición de una discriminación bien real que existe previamente; es decir hacer desaparecer las diferencias. De ahí que la misma deba ser transitoria... Artículo interesante. Da gusto saber que España al menos va por delante en este tipo de reflexión.
37
Dalamar - 12-12-2007 - 13:23:49h
Toda discriminacion positiva genera una discriminacion negativa, por muy buenas inteciones que se tenga al crearla, es la eterna ley de toda accion genera una reaccion.
36
german aracil boned ( http://www.custodiacompartida.org ) - 12-12-2007 - 13:17:59h
DUBTE 31: Desgraciadamente lo que más hay son niños huerfanos de padre (sobre todo) porque sus progenitores se han separado y la justicia machista, siempre otorga la custodia monoparental y se la da a la madre. http://www.custodiacompartida.org
35
Carlos - 12-12-2007 - 13:03:57h
¿Pero por que nadie comenta la injusticia de la discriminación positiva? ¿Por qué por el hecho de ser hombre debo ser menos que una mujer (tampoco debe ser a la inversa)? ¿Por qué si tengo un currículim impecable, por que la empresa no cumpla el cupo femenino, tengo que ser descartado? ¿Por qué si una mujer me da una bofetada eso no se considera maltrato? Eso es así, eso existe y es injusto. ¿Por qué a mi por ser hombre no me quitan todos los impuestos? ¿No contribuimos hombres y mujeres por igual a la sociedad?
34
Juan Carlos - 12-12-2007 - 12:46:04h
Me sorprende ver las resistencias "masculinas" a ver con objetividad que vivimos en una sociedad donde aunque se reconozca la igualdad entre mujeres y hombres, esta igualdad no es real en prácticamente ningún aspecto de la vida. Creo que es un reto para el ser humano, para este siglo XXI, que los hombres principalmente, porque hasta que no seamos nosotros no será posible, cambiemos la mirada no contra nadie si no para nosotros mismos. Vivimos en un mundo regido por los valores machistas, competitividad, agresividad, insensibilidad, no hay más que mirar al mundo para ver la "evolución del hombre" desde la edad de piedra. Sí tenemos mucha tecnología, pero como especie, creo que hemos evolucionado muy poco y eso tiene que ver con la necesidad de encontrar un sitio diferente desde dónde poder estar. Sólo desde ahí, pienso será posible el cambio.
33
Osmonic - 12-12-2007 - 12:25:28h
Hay cuatro razones para NO ser machista: Madre (la quiero), Hermana (la respeto), Mujer (la amo) e Hija (la adoro).
32
Carlos - 12-12-2007 - 12:19:32h
Kino te equivocas sobremanera. La discriminación positiva es injusta por que se mira precisamente el sexo, es decir la discriminación positiva no ayuda a quitar los prejucios por sexo, precisamente los aumenta.
31
Dubte - 12-12-2007 - 12:13:24h
Amoralista, los niños son educados por hombres y mujeres, es decir, la sociedad en sí. O sea, encima seremos SOLO las mujeres las culpables de que los hombres sean machistas? en muchos casos es cierto, pero que yo sepa un niño crece en una casa donde habitualmente hay padre y madre!!!!!!!
30
Dubte - 12-12-2007 - 12:10:47h
Francis, ¿Cuantos hombres pedis la baja por maternidad? te lo digo yo, un 5%. Por qué, entonces, cuando nos separamos quereis quedarnos con los niños? Eso sí que no tiene sentido. Las mujeres hoy por hoy y salvo bastantes excepciones, cargan con los niños, para lo bueno y para lo malo. No pidáis lo que no deseáis ni os curráis en el fondo. Cuando los hombres se responsabilicen igual que las mujeres de sus hijos, entonces pedid los mismos derechos.
29
Likuid ( http://www.likuids.com ) - 12-12-2007 - 12:09:32h
Todos somos iguales ante la ley e iguales en derechos, pero muy diferentes, y gracias.
28
Manuel - 12-12-2007 - 12:08:49h
Sí a la igualdad de derechos de los individuos, al margen de su sexo. No a la discriminación positiva.
27
Juan - 12-12-2007 - 12:08:49h
Lo malo de muchas feministas es que van en plan revancha y quieren cambiar del sistema machista solo el nombre y género sexual dominante. Mi pareja las llama bulldozers. Yo prefiero no llamarlas de ninguna manera, que luego me chamuscan. Me siento ajeno a toda esta movida, en las empresas donde he trabajado, las mujeres cobran lo mismo que los hombres, ocupan cargos directivos por igual y si te toman manía (cosa de la que me he librado) se portan igual que un cerdo machista de esos que tanto dicen despreciar
26
kino - 12-12-2007 - 12:07:44h
Los que pensáis que el foco del artículo es el feminismo estáis equivocados. La dureza de los roles de género del patriarcado afecta a ambos sexos, hombres y mujeres, despojarse de esos roles y construir contenidos más igualitarios y cercanos a los derechos humanos es el objetivo. Desgraciadamente aún son muchos y muchas los y las que creen que las diferencias son naturales por ello la necesidad de implementar medidas de discriminación positiva, pero desde la idea que deben construirse nuevos roles para ambos géneros, no importar el contenido masculino al género femenino ni viceversa.
25
Alejandro - 12-12-2007 - 12:06:43h
A los que cargan contra la discriminacion positiva: o sea, queréis que dos mil años de desigualdad se borren de un plumazo, dándo palmaditas a la espalda a las mujeres diciéndoles "hala, ya teneís igualdad", y que en veinte años ya pretender que esta todo solucionado? Pues va a ser que no. Si con discriminación positiva, hoy en dia, las cifras cantan a favor de los hombres todavía, ¿que sería sin dicha discriminacion positiva? Ahora es necesaria, veremos en unos años, deseemos que no. Los hombres debemos tener un poco de paciencia, no podemos ser tan injustos ni tan demagogos.
24
clara - 12-12-2007 - 12:06:22h
Mis felicitaciones a Carmen Morán y a El País por este acercamiento a un tema tan importante -afecta a la mitad de la humanidad directamente, los hombres, y a la otra mitad indirectamente, las mujeres- y de tanta actualidad -una actualidad demasiado mantenida en el ámbito de lo privado-. Las diferentes formas de masculinidad... este repensar identidades debería ocupar más a menudo espacios en los medios de comunicación, ¿o acaso no dicen ser ustedes reflejo de las preguntas que nos hacemos las ciudadanas y ciudadanos?. Les animo a continuar visibilizando las iniciativas de hombres que abogan por nuevos conceptos de masculinidad.
23
Carlos - 12-12-2007 - 11:05:13h
Pues yo creo que la discriminación positiva es injusta. Un ejemplo es el acceso al funcionariado. Es un examen, y supuestamente hombres y mujeres somos igual de inteligentes. Sólo el nombre nos identifica como varón o mujer. Si hay tres hombres con las mejores notas, los dos primeros entran, el tercero no, ya que hay que cubrir cupo femenino y si la mayor nota de mujeres es un seis, aunque el tercero haya sacado un ocho, la mujer va por delante por el mero hecho de ser mujer. Eso es sexismo y es una injusticia. ¿O no? Si se quiere el mismo sueldo en todos lso ámbitos de trabajo que se hagan las mismas acciones, punto. Esa es la igualdad, como en las pruebas de acceso a cuerpos de policía o ejército. Las pruebas son mas suaves para miembros femeninos. ¿Por qué entonces el mismo sueldo? ¿Es que acaso ha de haber superioridad de un sexo sobre otro siempre? En este caso es el sexo femenino el beneficiado. Las empresas despiden hombres para contratar mujeres por que el estado les da subvenciones, Rajoy dice que suprimirá los impuestos sólo a las mujeres. Cuando una mujer acosa a un hombre psicológicamente o le agrede de cualquier forma, eso no es violencia. ¿Por qué se ha llegado al extremo de reparar la injusticia machista con injusticia feminista?
22
ambrosio - 12-12-2007 - 11:03:07h
Completamente de acuerdo. Los hombres necesitamos adoptar otro rol en la sociedad. Es triste que esta necesidad sea reconocida solo a raíz de la lacra de la violencia de género. Sin minimizar un ápice su importancia, también hay otros motivos para cambiar y es que el rol masculino tradicional es terriblemente alienante y no nos hace felices. ¡Busquemos un modo de ser nosotros mismos en convivencia armoniosa con las mujeres!
21
Pedro - 12-12-2007 - 11:01:42h
Estoy totalmente de acuerdo con Jesús 12. Igualdad ha de haber para todo. Mismos requisitos y responsabilidades. La discriminación positiva es también discriminación y además, anticonstitucional (discriminación por razón de sexo). Discriminación positiva es justificar un trato de favor con excesos pasados: "ahora me toca a mí". Insinúa también que las mujeres no pueden conseguir cosas por sus propios medios y mientras se considere algo extraordinario el que una mujer tenga éxito, no habrá igualdad. No deberían haber titulares diciendo "la primera mujer en..." Da la sensación que es algo digno de mención por inesperado. Si aceptamos la igualdad no deberíamos sorprendernos por los éxitos femeninos y por tanto no hacerlos noticia de esa manera.
20
Asuranceturix - 12-12-2007 - 10:41:39h
Hombres y mujeres no somos iguales, ni física ni mentalmente. En el comportamiento (y desarrollo) de los individuos influye muchísimo el nivel de las diferentes hormonas; y las hormonas sexuales son muy potentes (lo son tanto que pueden cambiar totalmente nuestro aspecto físico). No digo que existan diferencias en la capacidad intelectual, pero si hay diferencias en el instinto de cada sexo, en sus habilidades y en sus debilidades, en lo que nos gusta o disgusta y también en la personalidad (aparte de la educación ambiental, claro). Las leyes de discriminación positiva de este Gobierno son de un feminismo radical disfrazadas de progresistas, un error garrafal.
19
amoralista - 12-12-2007 - 10:41:02h
Yo parto del principio de que nadie es igual a nadie. Ahora bien si la sociedad, los medios, los politicos... nos imponen que todos somos iguales hay que llevarlo hasta sus ultimas consecuencias y no seguir considerando, cuando nos interesa, que la mujer es mas débil y hay que ayudarla (ayudas economicas, proteccion). O quién creen ustedes que han educado (e inculcado sus ideas) a los maltratadores, a los machistas... Es que parece no mas que las mujeres son todas unos angelitos y los hombres unos monstruos contras los que hay que defenderse. Asi no vamos a ninguna parte.
18
Pablo - 12-12-2007 - 10:40:23h
Los hombres y las mujeres no somos iguales, ese es el primer principio. El segundo es que niguno es mejor que el otro. El tercero es que la igualdad en derechos entre sexos es un fundamental. Si partimos de esa base llegaremos a una buena convivencia y disfrute de vidas en común.
17
juan - 12-12-2007 - 10:37:56h
Totalmente de acuerdo con Jesus (12) La discriminacion positiva puede tener el perverso efecto de empujar algunos hombres a ser machistas, igual que la discriminacion positiva hacia la inmigracion puede empujar a las personas a ser racista. No se puede buscar la igualdad a base de medidas discriminatorias. No tiene sentido
16
Francis - 12-12-2007 - 10:34:22h
He leido más arriba, en uno de los comentarios, que todos somos diferentes, independientemente de ser hombre o mujer y estoy totalmente de acuerdo, iguales ante la ley pero diferentes en cuanto personas, pero también creo que la igualdad no se consigue con discriminación "positiva", toda discriminación es negativa. Pero desde nuestros poderes públicos se incentiva la discriminación de los hombres, porque si decidimos separarnos nos echan de casa, nos arrebatan a nuestros hijos, el Estado nos maltrata y nos discrimina ¿donde esta la igualdad? ¿esto también es discriminación positiva? NO LO ENTIENDO.
15
cesar - 12-12-2007 - 10:29:46h
Un artículo totalmente subjetivo y políticamente correcto. Creo que la mayoría de las mujeres lo encontrarían risible. Las diferencias de género entre el hombre y la mujer perduran y perdurarán por razones biológicas. ¿Por qué se intenta convertir a la mujer en hombre? Cosa aparte es que ambos géneros deban poseer exáctamente los mismos derechos
14
Angeles - 12-12-2007 - 10:18:11h
Pienso que los cambios en los roles masculino y femenino están cambiando notablemente y que la violencia de género, desgraciadamente, es la prueba de que ese cambio se está produciendo y hay algo que se resiste a cambiar. Creo que la sociedad camina hacia el matriarcado, entendiéndolo como un paso hacia la sensibilidad por encima de la razón, y que esto será un triunfo tanto para los hombres como para las mujeres, pero las transiciones nunca fueron fáciles, y estamos en ella.
13
Toni - 12-12-2007 - 10:02:23h
Estoy enteramente de acuerdo con este artículo, aunque he de reconocer que el lastre educacional que tenemos los adultos nos requiere en cierta medida un gran esfuerzo asumir la igualdad entre hombres y mujeres, y a mi en particular en algunas tareas domésticas que aunque las realizo siento que se me priva de ciertas comodidades que antes tenía. Desde pequeño he visto en mi casa como mi madre y mis hermanas aún pequeñas realizaban las tareas domésticas, mientras mis hermanos y yo nos dedicabamos a jugar. De cualquier forma por ser adultos debemos de luchar por esa igualdad y educar a nuestros hijos según este criterio.
12
Jesús - 12-12-2007 - 09:56:50h
¿Desde cuando el feminismo es la lucha por la igualdad? En sus orígenes es posible que igualdad y feminismo fuesen de la mano, pero ahora... El feminismo es la lucha por la discriminación positiva. ¿Por que las pruebas físicas para formar parte de las Fuerzas Armadas, la Policía, los bomberos no son iguales para ambos sexos? ¿Por que hay subvenciones solo para mujeres (sexismo en estado puro)? Si un hombre da una bofetada a una mujer es un delito, pero si una mujer ataca a un hombre con un bate de beisbol no lo es: esa es la igualdad que buscan las feministas. Yo si estoy por la igualdad, la igualdad de oportunidades respetando las diferencias entre ambos sexos.
11
por ejemplo, yo - 12-12-2007 - 09:52:00h
El tema es que se nos olvida que seamos del sexo que sea, somos personas. Y aún se nos quiere hacer pensar que somos distintos por ser hombres o mujeres, cuando la diferencia que existe es que nadie, sea hombre o sea mujer, es igual a otro ser humano. ¿Qué más da quién gane más? ¿Qué más da quién haga la compra? ¿Qué más da? Lo importante creo yo que será el respeto y la tolerancia hacia los demás, sean lo que sean. Hombres, mujeres, transexuales, homosexuales,...Siempre pensé que había diferencias entre hombres y mujeres hasta que me paré a observar y me di cuenta que todos somos distintos. Es una utopía llegar a creer en la igualdad entre géneros, si no partimos de la base que todos somos distintos.
10
Isabel II - 12-12-2007 - 09:48:31h
Dos canciones de mi infancia: La primera: "En Sevilla un sevillano, siete hijos le dio Dios, pero tuvo la desgracia que ninguno fue varón". La segunda, más reciente: "Lunes antes de almorzar una niña fue a jugar, pero no pudo jugar porque tenía que planchar", y así todos los días de la semana, menos el domingo que tenía que rezar.
9
J. - 12-12-2007 - 09:26:29h
Hombres y mujeres debemos ser tratados como iguales, pero no somos idénticos. Nuestras diferencias deberían servirnos a todos, sin ser ignoradas como sugiere el sociólogo del artículo.
8
Zapaterror - 12-12-2007 - 09:21:36h
ME parece un debate artificial típico progre.
7
Antonio .M. - 12-12-2007 - 09:19:24h
En" El comportamiento animal"de Konrad Lorenz, premio nobel estan las respuestas, nosotros los mamiferos bipedos,emparentados con los simios,compaginamos con mas o menos acierto,los sentidos,con la cultura y formacion,ser hetero-sexual ,primario,y delicado es un ejercicio dificil,pero muchos lo conseguimos.
6
pa macho yo - 12-12-2007 - 09:06:57h
si fuera mujer yo también sería machista, mola que te tengan la mesa puesta, que te cuiden la casa, los niños, que lleguen reventadas del trabajo y encima se cuiden para tí por que luego es que la parienta es un asco,al medico con los crios que vayan ellas, a la compra que vayan ellas, yo si acaso la acerco en el coche,y a vivir como un marqués, joe que bueno ser machista, yo lo quiero ser, lo malo es cuando en el divorcio te quitan a los crios, pero bueno,la custodia compartida se trata de llevarles al burguer el sabado por la tarde no?
5
MuyAjeno - 12-12-2007 - 09:03:47h
Particularmente yo no veo este escenario. No sé si lo que aquí se describe está sesgado o soy yo quien lo está, pero lo que está claro es que hay parte de la sociedad que tiene todo esto superado, que establece roles por capacidades y no por sexos y que jamás se ha planteado que la bella durmiente o Lucky luck pudieran ser estereotipos.
4
JJPP - 12-12-2007 - 08:56:49h
Yo opino que no se debe dejar de un lado la masculinidad, entendida no como el machote ibérico desprovisto de sentimientos, sino como el hecho de ser hombre, con todas las maravillosas diferencias que tenemos con el mundo femenino. Estas diferencias no vienen sólo por las evidencias físicas en nuestro aspecto, sino por diferencias hormonales y cerebrales, que al margen de los aspectos sociales (que pesan muchísimo), están implícitas en nosotros y eso, amigos míos, no se puede cambiar.
3
Paco - 12-12-2007 - 08:23:34h
Las generalizaciones cada vez funcionan menos con el tema del machismo. Quizá si los hombres españoles tuvieramos más experiencia de vivir solos y no con madre o mujer al lado (cosa que los especuladores inmobiliarios impiden con todas sus ganas) muchos más asumirían las tareas de la casa como algo normal y necesario.
2
ses - 12-12-2007 - 06:46:21h
Qué risa Basilisa!. ¿ Y como se hace eso de dejar de ser macho?. ¿ Te desnudas en plan Full Monty cuando la Justicia te discrimina por ser hombre ?. Al menos quedas simpático. Si una mujer se tiene que desnudar por dinero ya se sabe que es un "drama". Pero si lo tiene que hacer un tipo es lo simpático. No sea que por demasiado sensible parezcas, u homosexual ( que se liga mucho ) o violento. Siempre nos quedaá ser machos en la cama. Que de eso sí que hay demanda, pues ellas cada día están mejor informadas.
1
anomo. - 12-12-2007 - 06:43:13h
Buen artículo y, aunque nadie me crea, jamás he sido un machista; no he tenido empacho en mostrar mi sensibilidad y siempre he pensado que una mujer puede valer, al menos, tanto como yo, si no más. He estado casado y jamás oculté ni me avergonzó el hecho de que ella ganara mas que yo. El tiempo en que estuve con ella es el tiempo en que me sentí completo. Y nací en las postrimerías de la II guerra mundial. Y eso no me lo enseñaron en mas escuela que la vida.
DNA: Las cuatro dependencias
Las cuatro dependencias
por Lidia Falcón
HEMOS conmemorado un nuevo 25 de noviembre denunciando la masacre de las mujeres que, como un genocidio clásico, abate decenas anualmente. En diez años hemos asistido impotentes y desesperadas a novecientos femicidios, sin que ni el Estado ni la sociedad española hayan considerado que se encontraban ante la situación de violencia terrorista más grave de su historia. Si ese mismo número de víctimas hubiese sido consecuencia de atentados cometidos por ETA, el Gobierno español habría declarado el estado de excepción y el Ejército patrullaría por las calles.
Pero estamos hablando de mujeres y éstas, como ciudadanas de segunda clase que son, no valen lo suficiente para preocupar a las instituciones públicas que tienen el deber de protegerlas. A todas estas penalidades hay que añadir la humillación que les supone a las víctimas el desprecio social que sufren al ser calificadas de débiles y dependientes, para lo que se utilizan las macabras justificaciones, que tanto la opinión pública como los medios de comunicación arguyen, y con las que explican lo que califican de "fenómeno" y no de genocidio, como sería en el caso de que se tratara de otra clase social la perseguida y diezmada.
Es común escuchar, incluso a los profesionales implicados, especialmente a los psicólogos, que las mujeres maltratadas padecen una especial dependencia del maltratador, el llamado síndrome de Estocolmo , que les hace justificarlo, perdonarlo e incluso amarlo, a pesar de los sufrimientos que les ocasiona. Pero lo que nadie analiza son las cuatro fundamentales dependencias que padecen las víctimas y que las convierten en absolutamente vulnerables frente al poder del verdugo.
La primera y definitiva dependencia es la del miedo. Todas las víctimas se hallan atrapadas por las tácticas de amedrentamiento que utilizan los maltratadores. Los golpes se menudean en cuanto la mujer intenta cualquier oposición al poder omnímodo que ejerce el hombre en el hogar e incluso en el entorno familiar. Las palizas comienzan, normalmente, después un periodo de humillaciones, insultos y descalificaciones que han hundido su dignidad y la han ocasionado una gran inseguridad respecto a su papel en el matrimonio y en la casa. Las amenazas de lesiones graves, y hasta de muerte, se suceden cotidianamente en cuanto ella intenta, aunque sea tímidamente, enfrentarse a él, y el aumento de la violencia le indica que no son baldías las amenazas, convencimiento que se afianza ante las cotidianas noticias de mujeres que fueron asesinadas cuando intentaron separarse de su victimario.
La segunda y principal dependencia es la económica. Una parte importante de las víctimas dependen del hombre, con el que se casaron o se ajuntaron, para asegurar su manutención y su vivienda. Todavía en nuestro precioso Estado del bienestar 5.500.000 de mujeres llevan en el DNI como única profesión ama de casa. Es el colectivo más numeroso de Europa -aunque nuestros dirigentes presuman cotidianamente en todas las pantallas de televisión de que España se sitúa en la octava potencia industrial del mundo-, como consecuencia de la herencia franquista, que no ha sido superada por la democracia, dado que ésta en vez de crear nuevos sectores productivos ha hundido los que tradicionalmente poseíamos. Si la víctima ha conseguido un empleo asalariado, ganará del 30 al 50% menos que el hombre. Si además tiene a su cargo uno o más niños, su dependencia económica es absoluta.
La tercera es la dependencia social. Ni sus vecinos ni sus compañeros de trabajo ni sus familiares o amigos la apoyarán firmemente cuando decida romper con el maltratador, incluso muchos todavía le aconsejarán que siga aguantando por el bien de los hijos, por tener apoyo económico, por no ser discriminada.
Y la definitiva es la dependencia judicial. Todas conocen el calvario que supone denunciar al maltratador, con los exiguos resultados que puede obtener. Denuncias que no se tramitan, interrogatorios humillantes de forenses, fiscales y jueces, procesos que duran años y juicios que concluyen en sentencias ridículas de las que el acusado sale indemne. A estas penalidades, que suponen la ausencia de justicia que impera en nuestro país respecto a las mujeres, tendrá que añadir ver a su verdugo reírse de ella a la salida del juicio y pasearse tranquilamente por la calle en los meses y años sucesivos. Además de la infame campaña que se está haciendo desde sectores de la propia judicatura, para denigrar a las víctimas, asegurando que presentan falsas denuncias y pidiendo que no se dicten órdenes de alejamiento.
Cuando todas estas dependencias se hayan resuelto, con la decidida actitud de la policía y de la judicatura de perseguir a los delincuentes, con el apoyo económico del Estado, con la solidaridad y la complicidad de la familia y de la sociedad, el miedo de las maltratadas se disolverá, y entonces, y sólo entonces, podremos hablar de dependencia afectiva que, en ese momento, sólo afectará a unos cuantos casos psiquiátricos. En la actualidad apoyarse en esa falacia demuestra una absoluta falta de honradez en el tratamiento de esta tragedia interminable.
9.12.07
PRÓXIMA REUNIÓN GRUPO HOMBRES ARABA
Lagun maiteok,
Este próximo martes día 11 de diciembre...volverá a ocurrir algo lindo: nos volvemos a encontrar los hombres por la igualdad que nos reunimos en araba. A las 19.30 h...en los locales del Hikaateneo...con ganas de compartir...y de seguir construyendo hombrecitos y sociedad más igualitaria.
Tambíen hemos invitado a estos de la foto...Pero no sabemos si vendrán (aunque no estaría mal)...je-je-je!
5.12.07
HOMBRECITOS DE MADERA: ¡TELA DE HOMBRES!
Hombrecitos de madera. Grupo de hombres igualitarios de Jerez, nació en 2002 en una casa de la Calle Porvenir, de Jerez. No es casualidad quizá que nos reuniéramos por primera vez allí, en un sitio con ese nombre. Nuestro grupo es un grupo compuesto por hombres diversos que comun-ican sus dificultades, miedos, intereses, anhelos, dificultades, alegrías, y tristezas en relación a la consecución de una igualdad real entre hombres y mujeres. Nuestro grupo se considera hermano del movimiento feminista y del movimiento gay-lésbico-trans, además de solidario con el movimiento de hombres igualitarios del cual es parte.
Partimos de la base de que ser un hombre igualitario necesita una reflexión y acciones profundas con el lema " Lo personal es político" del movimiento feminista como clave. Durante estos años de trayectoria, hemos intentado reunirnos con periodicidad mensual en casa de cada uno de los integrantes del grupo, a lo largo de este tiempo hemos reflexionado desde lo personal sobre la masculinidad, ese modo de ser o posicionarse ante el mundo que se espera de cada hombre por razón de su sexo. Intentamos partir de lo vivencial para construir colectivamente y encontrar las dificultades y alegrías comunes, las ventajas que conlleva asumirse como hombre igualitario.
Hemos compartido reflexiones sobre tareas domésticas y masculinidad, sexualidad y/o sensualidades masculinas, masculinidad, cuidado y autocuidados, homosexualidad y homofobia masculina, masculinidad y sentimientos, la relación de los hombres con nuestro propio cuerpo, intimidad masculina, amistades masculinas, qué hemos ganado y perdido los hombres con el cambio hacia actitudes igualitarias... A la vez, compaginamos estos espacios de reflexión e intercambio con actividades que nos han propiciado acercamiento y conocimiento entre los componentes del grupo. Mediante el método de la fotobiografía hemos compartido con los compañeros nuestras propias vidas, hemos chequeado el momento actual de cada hombrecito de madera conjuntamente, hemos compartido espacios de masaje masculino entre los miembros del grupo analizando nuestra propia homofobia y heterosexualidad, hemos quedado para hacer pestiños y polvorones en casa, compartido momentos claves del ciclo vital de miembros del grupo ( Mudanzas, nacimiento de prole, dificultades y alegrías personales, etc...) a lo largo de estos ya cinco años que hemos compartido juntos. Uno de los momentos más bonitos del grupo fue nuestra participación en la acción "Hombre, no te arruges, plancha" que hicimos en organización con los grupos de hombres de Jerez y Bahía en la ciudad.
Los principios éticos de Hombrecitos de madera se sustentan en:
1. El cambio hacia actitudes igualitarias nos beneficia a los hombres enormemente.
2. Nos consideramos movimiento hermano del movimiento de mujeres, solidario con su lucha cotidiana y participando de manera activa en la consecución de una igualdad real entre hombres y mujeres. Ni una sola reivindicación del movimiento feminista nos perjudica a los hombres.
3. Nos consideramos hermanos y partícipes del movimiento gay-lésbico-trans, solidario con su lucha y reivindicaciones para conseguir una igualdad real también en el área de la diversidad sexual.
4. Hombrecitos de madera se posiciona activamente contra todo tipo de violencia masculina hacia las mujeres, y favorece espacios comunes de encuentro de los hombres que no se consideran machistas y señalan su rechazo ante esta cuestión social.
5. Todo miembro del grupo habla como parte de, y no en representación de, excepto en los posicionamientos y comunicados explícitos al respecto.
UNA BUENA INICIATIVA: CURSO DE MASAJE INFANTIL PARA HOMBRES
Hola, me llamo Marta y pertenezco a AEMI (asociación española de masaje infantil) y quisiera daros a conocer un proyecto en el que llevo trabajando desde el 2005, son los cursos de masaje infantil para hombres, Tengo organizados dos cursos para Enero y Febrero subvencionados por el Departamento de igualdad del ayuntamiento de Vitoria (puede que algún hombre de vuestro grupo este interesado)
, las fechas
son CENTRO CÍVICO EL PILAR 15-01-2008 AL 29-02-2008 martes y viernes de 19:00 a 21:00 bebés 2-7 meses
CENTRO CÍVICO HEGOALDE 12-01-2008 AL 09-02-2008 sábados de 10:00 a 12:00 bebés 8-12 mes
También realizo proyectos para asociaciones, grupos, colegios, a la mediad de sus necesidades. Si queréis información sobre el tema estaré encantada de colaborar con vosotros
Un saludo .Marta.
ÉTICA MARICA: PROCLAMAS LIBERTARIAS PARA UNA MILITANCIA LGTBQ
Escrito por Eduardo Nabal/Paco Vidarte
“Ética marica” no es un libro, es un cortocircuito. Apagar unas bombillas para encender otras. El autor parece desprenderse de su propio legado para gritar a pleno pulmón acerca de aquellas cuestiones que afectan a la comunidad LGTBQ. Unas siglas que se desmontan y se revuelven en las páginas del libro porque la subjetividad es un dispositivo desde el que es difícil hablar por otros pero que no nos impide quedarnos quietos ante situaciones como la derechización consumista de gran parte de la comunidad gay, la indiferencia o la deferencia nada desinteresada de los poderes públicos, la apropiación de nuestros culos o vaginas por parte de intereses espurios. El libro es una virulenta diatriba a favor de las voces silenciadas de aquellos que abrieron brecha en un mundo gay, lésbico o trans, un universo que hoy se ha convertido en capitalino y capitalista y que nos gustaría que fuera de otra manera. O al menos que tuviera el valor de mirarse al espejo, con la descarnada lucidez con la que lo hace Vidarte en estos a la vez iracundos, lúcidos y delicados textos. Textos que, me temo, nunca entrarán en los programas de una asignatura de “Educación para la ciudadanía”, pero que pueden ayudarnos a vivir de otra manera
4.12.07
Síndrome de alienación parental (SAP). ¿Existe?
Según la Wikipedia: Se denomina Síndrome de alienación parental (SAP), conocido internacionalmente por sus siglas en inglés, (PAS) al proceso destinado a romper el vínculo de los hijos con uno de sus progenitores. El término fue propuesto por el doctor en psiquiatría Richard A. Gardner en 1985, como consecuencia del estudio que realizó en casos de divorcios conflictivos o destructivos. Con posterioridad, se han sucedido varios estudios que han intentado comprobar la universalidad de los comportamientos descritos en diversos países donde existe el divorcio.Se debe destacar, no obstante, que la existencia de este síndrome está muy cuestionada por los profesionales: de hecho, la organización Mundial de la salud y la Asociación Americana de Psicología, las dos instituciones más importantes del mundo en términos de salud y trastornos mentales, no reconocen su existencia.
COMUNICADO DE RED FEMINISTA.
A la vista de las múltiples y últimas informaciones sobre el tema la la Red Feminista ha elaborado un comunicado que reproduzco a continuación:
Las asociaciones de mujeres solicitan audiencia al Ministro de Sanidad y Consumo, Excmo. Sr. Don Bernat Soria Escomns, y al Ministro de Justicia, Excmo. Sr. Don Mariano Fernández Bermejo, para informarles sobre la irrupción intempestiva de un pretendido cuadro médico, relacionado con los procesos judiciales de ruptura de matrimonios y uniones homólogas, que se presenta como “Síndrome de Alienación Parental” (SAP). En estas entrevistas se le hará entrega de:
1.- un documento suscrito por más de medio centenar de profesionales de la Salud Mental, en el que—de modo inequívoco— fundamenta la falta total de respaldo científico del pretendido “SAP”, y la consiguiente insolvencia médica que de su diagnóstico, aplicación y tratamiento se está realizando en el campo judicial de nuestro País, además de aspectos éticos tan execrables como la ideología pro-pedófila y sexista que inspira la creación del pretendido síndrome de alienación parental. PROFESIONALES DE MEDICINA Y SALUD MENTAL ANTE EL FENÓMENO PSICOLÓGICO-LEGAL DEL PRETENDIDO “SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL”
2.-otro documento abundando la improcedencia de la aplicación del SAP desde la perspectiva del Derecho, a cuyos fundamentos se suman las Organizaciones sociales y miembros de la sociedad civil. El fraudulento SAP pretende utilizar a la Justicia como medio para obtener la legitimación que le niega la Comunidad científica. JURISTAS Y SOCIEDAD CIVIL ANTE EL FENÓMENO PSICOLÓGICO-LEGAL DEL PRETENDIDO “SÍNDROME DE ALIENACION PARENTAL”
Entre quienes defienden su existencia está, sobre todo la asociación APADESHI (Asoc. de Padres Alejados De Su Hijos)Enlace a la página de Apadeshi
3.12.07
Placido y Domingo
1.- Los hombres "igualitarios" de Euskal Herria hemos avanzado unos pasos y pocos por ejemplo aquí tenemos un nombre curioso "GHIA" (grupo de hombres igualitrarios de Alava), no es concidencia y esto solo es el nombre no se lo que nos encontraremos si rascamos un poco mas?.
2.- No he visto a nadie decir ni pio sobre los mas de 300 trabajadores muertos en "accidente laboral", y ningun entierro de estado ni banderitas ni ostias. Supongo que esto se debe a que la patronal es supermegaguay! Concluyo, unos somos mas iguales que otros.
3.- "Está tan ligada la ideología de la violencia a los estereotipos, mitos, principios y prácticas del más rancio patriarcalismo"... Por esto no me gustan los ejercitos ni regulares ni irregulares, y veo que todos lo estamos contaminados del mismo mal (aunque vayamos de igualitarios, ya veremos si esto no es solo fashion y subvenciones). La izquierda por tradicion es machista leninista y sigue con sus viejas practicas si le funciona ¿por que tendira que cambiar?
Particularmente no estoy de acuerdo con la violencia, y menos con aquella que no llega a serlo porque es descrita en terminos administrativos y funcionales al capital y sus defensores (Estado, policia, ejercito, guardia civil) "accidente laboral".
Al mismo tiempo tenemos cerca de 45 detenidos (personas que conocemos) por participar en organizaciones sociales y diferentes grupos que son directamente asociados a ETA, igual mañana tambien GHIA sera parte de algun sumario y nos vinculen con quien les de la gana el poder es asi, y ademas les pone, si no que victoria cantan los vencedores de la foto???
Y otra vez el conocido poema...
Primero se llevaron a los negros,
pero a mi no me importó
porque yo no lo era.
Enseguida se llevaron a los judíos,
pero a mí no me importó,
porque yo tampoco lo era.
Luego apresaron a unos comunistas,
pero como yo no soy comunista,
tampoco me importó.
Ahora me llevan a mí
pero ya es tarde.
Bertold Brecht
2.12.07
ETA: VIOLENCIA-DOLOR-MUERTE, MACHISMO...¡PAZ!
Uno de los pactos no escritos que tenemos en el movimiento de hombres por la igualdad es no hablar de mujeres, fútbol o política...Pero creo que este no es el caso, por tratarse de una cuestión previa, prepolítica.
Creo sinceramente que en Euskadi la liberación de los hombres será doblemente complicada, porque pasa necesariamente por la deconstrucción de uno de los apéndices más perversos de la violencia machista: el terrorismo.
Está tan ligada la ideología de la violencia a los estereotipos, mitos, principios y prácticas del más rancio patriarcalismo, que muchas veces me he preguntado si nuestro movimiento en favor de la igualdad y contra la violencai sexista pudiera aportar algo en ese sentido...Complicado, lo sé, pero no pienso resignarme.
Una Euskadi de hombres igualitarios, supondría la desaparición de ETA, por tratarse de una aberración patriarcal de legitimación de la violencia en base a paradigmas tradicionales.Estoy convencido, que así sería, que así será.
Por la paz, la no violencia, la igualdad y el humanismo radical, un fraternal abrazo a todas las víctimas de la violencia, y muy especialmente en el día de hoy a los familiares y amig@s de Fernando Trapero y Raúl Centeno.
Y para la esperanza...¡Imaginemos!