28.6.07
NOTICIAS DE ÁLAVA, EDITORIAL: "Junio, un mes negro"
CADA mujer que muere a causa de las agresiones de su pareja o ex pareja no es sólo un caso más de violencia machista sino una prueba más de la ineficacia de la Ley Integral Contra la Violencia de Género, una Ley que si bien es cierto, como reconocen sus impulsores, ha permitido en sus dos años de vida activar distintos mecanismos de prevención, detección y protección para las mujeres, no lo es menos que las medidas adoptadas son a todas luces insuficientes si atendemos a las casi 40 mujeres que en lo que va de año han perdido la vida. Y el caso más significativo, desgraciadamente por cercano, ocurrió el pasado día 2 en Vitoria, el día en que fue asesinada en el portal de su casa Asun Villalba a manos de su marido. De ahí que ya resulte urgente la anunciada revisión con nuevas medidas que protejan realmente a la mujer maltratada sin que tenga que recaer en ella el doble peso de sentirse víctima y al mismo tiempo liderar su propia defensa. En definitiva, activar mecanismos legales para que el camino hacia el final del calvario de los malos tratos sea un camino practicable y las denuncias tengan el efecto real de acabar con una situación que en la mayoría de los casos es la crónica de una muerte anunciada.
Varias de las mujeres que han muerto en los últimos días habían presentado denuncias tras las cuales se habían dictado órdenes de alejamiento contra sus agresores. Órdenes que se incumplen sistemáticamente. La solución no es fácil y no puede llegar en una única dirección. Está en manos de los gobernantes, jueces, policías, servicios asistenciales, medios de comunicación, centros escolares y el propio entorno social y vecinal de las víctimas tratar de activar todos los mecanismos de protección para prevenir más desgracias.
En este mes de junio, que se cierra como uno de los más negros en cuanto a violencia contra las mujeres, el Gobierno ya ha resaltado que es urgente que entre los ciudadanos se extienda la idea de que no es un asunto privado, sino un problema social que implica y afecta a todos. Porque en materia de violencia machista no hay exclusión que valga. Quizás por ello el Ejecutivo hace un llamamiento especial a los medios de comunicación y a la responsabilidad de éstos a la hora de informar sobre los casos de violencia de género con el necesario rigor.
24.6.07
EL CORREO - «El divorcio empobrece a hombres y mujeres porque se trata de dividir y restar»
Marisol, en la escalera de su despacho profesional. / EDUARDO ARGOTE
MARISOL PALACIOS LANDALUCE, VICEPRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN DE MADRES Y PADRES SEPARADOS DE ÁLAVA
La abogada reclama «la modificación integral» de la ley para liquidar los bienes gananciales con la separación Cree que la norma «perjudica más al hombre y no por culpa de la mujer»
ÁNGEL RESA a.resa@diario-elcorreo.com/VITORIA
Marisol Palacios es la vicepresidenta de la Asociación de Madres y Padres Separados de Álava (Amapase). Insiste en igualar a hombres y mujeres con el denominador común de 'personas' y cree que las rupturas empobrecen económicamente a ambos sexos.
-Amapase firmó la semana pasada con la Diputación un convenio para prevenir la violencia de género. ¿Se trata de una formación especialmente dirigida a los hombres?
-Hombres, mujeres, educadores, adolescentes... Se trata de educar en la igualdad y de prevenir.
-La violencia de género asusta. ¿Es que ahora se dan más casos o es que antes no trascendían?-Antes no trascendían, estaban mucho más ocultos. Piensa que la mujer sometida a maltrato sentía vergüenza de decirlo por miedo al qué dirán. Hoy, cuando la mujer se siente apoyada, da el paso.
-¿Queda mucho camino por recorrer para la igualdad real?
-Para mí, sí. Con respecto a hace treinta o cuarenta años sí se ha mejorado. A las mujeres se nos mira de otra forma, se nos considera a nivel profesional... Pero en lo que se refiere a educación en la igualdad, se nos llena mucho la boca. Todavía hay mucho enfrentamiento entre hombre y mujer.
-¿Por la cerrazón masculina?
-Y por la ley. Desde nuestra asociación luchamos por la modificación de la Ley del Divorcio. Todas las mujeres que caen a manos de sus parejas lo hacen antes, durante o después de la separación. Analiza por qué.
-Hágalo usted.
-Porque la Ley del Divorcio está muy mal hecha. No estoy justificando la violencia, que quede superclarísimo. Estoy intentando razonar un poco. Tú piensa en un hombre al que le despojan de su casa, de sus hijos y al que dejan prácticamente en la ruina. Y encima se pitorrean de él. ¿Qué más tiene que perder esa persona?-¿Quiere decir que la norma perjudica al hombre?
-Perjudica más al hombre. Y no es culpa de la mujer, es culpa de la ley. Nosotros proponemos una modificación integral y ya de la Ley de Divorcio, en el sentido de que se haga una liquidación de gananciales en el momento de la separación, de que cada miembro de la pareja tenga su vivienda, custodias compartidas...Leyes deficientes
-¿Y qué opina de la Ley de Violencia de Género?
-Cuando la violencia se da entre personas del mismo sexo no se aplica. En una pareja de lesbianas no se aplica porque la que está dando el maltrato es mujer. Sólo cuando el sujeto activo del delito es hombre y el pasivo es mujer. Yo te puedo dar a ti diez tortas y me caen multas. Pero tú, por una que me des, puedes ir a la cárcel. ¿Se ha conseguido con esta ley que mueran menos mujeres? Por desgracia, no.
-¿Debería velar más la Justicia por aquellas mujeres que denuncian malos tratos?
-La mujer realmente maltratada tiene miedo y es a la que le cuesta ir al Juzgado para pedir una orden de alejamiento. Ahí es donde tenemos que trabajar.
-¿Con la incorporación progresiva de la mujer al mercado laboral se han reducido los casos de las que no denunciaban por la dependencia económica del marido?
-Claro, claro. Esa independencia económica está facilitando que las mujeres den el paso para separarse. A mí me vienen mujeres de sesenta y tantos años que me dicen 'ahora que ya mis hijos están colocados, me separo'.
-¿Se recurre cada vez más a la ayuda psicológica?
-Sí, ahora sí. Y antes no se hacía.
-¿En Vitoria?
-En la asociación, sí. Lo que más nos solicitan es orientación jurídica y asistencia psicológica.Y en ascenso
-Hace cinco años esta ciudad registraba una media de dos rupturas diarias. ¿Es mucho? ¿Se va a más?
-Para lo que es Vitoria, mucho. Y, desde luego, en nuestra asociación hemos ido a más. Los últimos datos que tengo de separaciones y divorcios en Vitoria son de 2006 y andábamos por los quinientos y pico anuales.
-¿Tiene que ver con el incremento la existencia del 'divorcio exprés'?
-¿Qué entiendes por 'divorcio exprés'?
-Un acortamiento de los plazos.
-A los tres meses del matrimonio puedes pedir el divorcio, pero el procedimiento sigue igual de largo. Lo que se ha disminuido es que antes debía pasar un año de la boda para pedir la separación y otro año para el divorcio.
-Luego sí se han reducido.
-Sí. Pero no creo que esta sea la causa que favorezca el incremento de divorcios.
-¿Ahora se aguanta menos en la convivencia?-Pues yo creo que sí, que nos aguantamos cada vez menos. No tienes más que ver lo exaltada que está la sociedad. Nos respetamos y dialogamos menos, también por la vida que llevamos. La falta de tiempo es uno de los grandes problemas.
-¿Lo más difícil en todo divorcio es dar el paso?
-Sí.
-Y una vez dado, ¿hay una liberación?
-Sí. Lo difícil es venir al abogado y decir 'me quiero separar'. O ir a la asociación y decir 'ayudadme, me quiero separar y no sé por dónde empezar'. Una vez que llegas ahí dices 'buf, ya está'.
-Se habla, y seguro que con lógica, de los problemas que genera un divorcio a la mujer. Pero se conocen también casos de separados con graves apuros económicos: pensión alimenticia, copago de la hipoteca de la casa que abandona, alquiler de una nueva... ¿Están recibiendo en Vitoria muchos problemas de este tipo?
-Sí. De todos los hombres que se nos han acercado a la asociación, el 90%-95% viene con gravísimos problemas económicos.
-¿Hasta el punto de compartir pisos con estudiantes?
-En Guipúzcoa sé de algunos que viven en cámpings...
-¿Y en lonjas de Vitoria?
-Sé de un socio nuestro que ha vivido en una lonja durante mucho tiempo. Generalmente buscan pisos compartidos con otros separados o solteros, vuelven a casa de sus padres, van a una pensión. Pero la madre dice '¿mis niños van a ir a una pensión con su padre? Ah, no, que los tenga de cuatro a ocho'. Ojo, que no se piense que voy en contra de las mujeres, un sector en el que hay mucha pobreza. Lo de los cuatrocientos euros de pensión y tres hijos son casos reales. La mayoría de las que tenemos en la asociación trabajan en la economía sumergida.
-Problemas económicos para mujeres y hombres. Aparte de lo que pueda tener de liberación emocional, ¿el divorcio empobrece?
-Sí, total y absolutamente. En una pareja se suman dos sueldos. En una separación las operaciones son dividir y restar.
Edades críticas
-¿Cuál es la edad crítica?
-La gente mayor que se separa lo pasa muy mal porque son muchos años de convivencia. Los jóvenes tienen otra ideología y educación. Lo pasan mal, pero tienen una capacidad de superación más rápida. Claro que cuesta salir, pero el divorcio es una herramienta para solucionar algo que está mal.
-¿Hay cupos de viviendas de protección oficial para separados?
-Para las mujeres, sí porque la mayoría tiene la custodia de los hijos. Hay un cupo para familias monoparentales en el que entran. Ahora, nuestra federación de Euskadi ha firmado un acuerdo con Vivienda para que los hombres entren en un cupo específico, pero en alquiler. Y seguimos luchando para que lo puedan hacer en compra. Te voy a poner un ejemplo real que conozco en Vitoria.
-Adelante.
-Señora dice al señor 'me quiero divorciar'. Y él contesta 'vale, ¿cómo lo hacemos?' Ella: 'Tú te vas de casa y yo me quedo con los dos niños. Me pagas la pensión de alimentos y la mitad del crédito hipotecario'. Este señor está viviendo de la caridad. Sigo. Al mes de separarse, la señora mete en su casa al novio, divorciado y con dos hijos. Y el novio tiene una vivienda que pone en alquiler. El legítimo propietario está en la puñetera calle, viviendo de prestado y pagando una hipoteca para que viva toda esa gente. Por cierto, qué poco solidario como hombre con el otro, ¿no?
MARISOL PALACIOS LANDALUCE, VICEPRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN DE MADRES Y PADRES SEPARADOS DE ÁLAVA
La abogada reclama «la modificación integral» de la ley para liquidar los bienes gananciales con la separación Cree que la norma «perjudica más al hombre y no por culpa de la mujer»
ÁNGEL RESA a.resa@diario-elcorreo.com/VITORIA
Marisol Palacios es la vicepresidenta de la Asociación de Madres y Padres Separados de Álava (Amapase). Insiste en igualar a hombres y mujeres con el denominador común de 'personas' y cree que las rupturas empobrecen económicamente a ambos sexos.
-Amapase firmó la semana pasada con la Diputación un convenio para prevenir la violencia de género. ¿Se trata de una formación especialmente dirigida a los hombres?
-Hombres, mujeres, educadores, adolescentes... Se trata de educar en la igualdad y de prevenir.
-La violencia de género asusta. ¿Es que ahora se dan más casos o es que antes no trascendían?-Antes no trascendían, estaban mucho más ocultos. Piensa que la mujer sometida a maltrato sentía vergüenza de decirlo por miedo al qué dirán. Hoy, cuando la mujer se siente apoyada, da el paso.
-¿Queda mucho camino por recorrer para la igualdad real?
-Para mí, sí. Con respecto a hace treinta o cuarenta años sí se ha mejorado. A las mujeres se nos mira de otra forma, se nos considera a nivel profesional... Pero en lo que se refiere a educación en la igualdad, se nos llena mucho la boca. Todavía hay mucho enfrentamiento entre hombre y mujer.
-¿Por la cerrazón masculina?
-Y por la ley. Desde nuestra asociación luchamos por la modificación de la Ley del Divorcio. Todas las mujeres que caen a manos de sus parejas lo hacen antes, durante o después de la separación. Analiza por qué.
-Hágalo usted.
-Porque la Ley del Divorcio está muy mal hecha. No estoy justificando la violencia, que quede superclarísimo. Estoy intentando razonar un poco. Tú piensa en un hombre al que le despojan de su casa, de sus hijos y al que dejan prácticamente en la ruina. Y encima se pitorrean de él. ¿Qué más tiene que perder esa persona?-¿Quiere decir que la norma perjudica al hombre?
-Perjudica más al hombre. Y no es culpa de la mujer, es culpa de la ley. Nosotros proponemos una modificación integral y ya de la Ley de Divorcio, en el sentido de que se haga una liquidación de gananciales en el momento de la separación, de que cada miembro de la pareja tenga su vivienda, custodias compartidas...Leyes deficientes
-¿Y qué opina de la Ley de Violencia de Género?
-Cuando la violencia se da entre personas del mismo sexo no se aplica. En una pareja de lesbianas no se aplica porque la que está dando el maltrato es mujer. Sólo cuando el sujeto activo del delito es hombre y el pasivo es mujer. Yo te puedo dar a ti diez tortas y me caen multas. Pero tú, por una que me des, puedes ir a la cárcel. ¿Se ha conseguido con esta ley que mueran menos mujeres? Por desgracia, no.
-¿Debería velar más la Justicia por aquellas mujeres que denuncian malos tratos?
-La mujer realmente maltratada tiene miedo y es a la que le cuesta ir al Juzgado para pedir una orden de alejamiento. Ahí es donde tenemos que trabajar.
-¿Con la incorporación progresiva de la mujer al mercado laboral se han reducido los casos de las que no denunciaban por la dependencia económica del marido?
-Claro, claro. Esa independencia económica está facilitando que las mujeres den el paso para separarse. A mí me vienen mujeres de sesenta y tantos años que me dicen 'ahora que ya mis hijos están colocados, me separo'.
-¿Se recurre cada vez más a la ayuda psicológica?
-Sí, ahora sí. Y antes no se hacía.
-¿En Vitoria?
-En la asociación, sí. Lo que más nos solicitan es orientación jurídica y asistencia psicológica.Y en ascenso
-Hace cinco años esta ciudad registraba una media de dos rupturas diarias. ¿Es mucho? ¿Se va a más?
-Para lo que es Vitoria, mucho. Y, desde luego, en nuestra asociación hemos ido a más. Los últimos datos que tengo de separaciones y divorcios en Vitoria son de 2006 y andábamos por los quinientos y pico anuales.
-¿Tiene que ver con el incremento la existencia del 'divorcio exprés'?
-¿Qué entiendes por 'divorcio exprés'?
-Un acortamiento de los plazos.
-A los tres meses del matrimonio puedes pedir el divorcio, pero el procedimiento sigue igual de largo. Lo que se ha disminuido es que antes debía pasar un año de la boda para pedir la separación y otro año para el divorcio.
-Luego sí se han reducido.
-Sí. Pero no creo que esta sea la causa que favorezca el incremento de divorcios.
-¿Ahora se aguanta menos en la convivencia?-Pues yo creo que sí, que nos aguantamos cada vez menos. No tienes más que ver lo exaltada que está la sociedad. Nos respetamos y dialogamos menos, también por la vida que llevamos. La falta de tiempo es uno de los grandes problemas.
-¿Lo más difícil en todo divorcio es dar el paso?
-Sí.
-Y una vez dado, ¿hay una liberación?
-Sí. Lo difícil es venir al abogado y decir 'me quiero separar'. O ir a la asociación y decir 'ayudadme, me quiero separar y no sé por dónde empezar'. Una vez que llegas ahí dices 'buf, ya está'.
-Se habla, y seguro que con lógica, de los problemas que genera un divorcio a la mujer. Pero se conocen también casos de separados con graves apuros económicos: pensión alimenticia, copago de la hipoteca de la casa que abandona, alquiler de una nueva... ¿Están recibiendo en Vitoria muchos problemas de este tipo?
-Sí. De todos los hombres que se nos han acercado a la asociación, el 90%-95% viene con gravísimos problemas económicos.
-¿Hasta el punto de compartir pisos con estudiantes?
-En Guipúzcoa sé de algunos que viven en cámpings...
-¿Y en lonjas de Vitoria?
-Sé de un socio nuestro que ha vivido en una lonja durante mucho tiempo. Generalmente buscan pisos compartidos con otros separados o solteros, vuelven a casa de sus padres, van a una pensión. Pero la madre dice '¿mis niños van a ir a una pensión con su padre? Ah, no, que los tenga de cuatro a ocho'. Ojo, que no se piense que voy en contra de las mujeres, un sector en el que hay mucha pobreza. Lo de los cuatrocientos euros de pensión y tres hijos son casos reales. La mayoría de las que tenemos en la asociación trabajan en la economía sumergida.
-Problemas económicos para mujeres y hombres. Aparte de lo que pueda tener de liberación emocional, ¿el divorcio empobrece?
-Sí, total y absolutamente. En una pareja se suman dos sueldos. En una separación las operaciones son dividir y restar.
Edades críticas
-¿Cuál es la edad crítica?
-La gente mayor que se separa lo pasa muy mal porque son muchos años de convivencia. Los jóvenes tienen otra ideología y educación. Lo pasan mal, pero tienen una capacidad de superación más rápida. Claro que cuesta salir, pero el divorcio es una herramienta para solucionar algo que está mal.
-¿Hay cupos de viviendas de protección oficial para separados?
-Para las mujeres, sí porque la mayoría tiene la custodia de los hijos. Hay un cupo para familias monoparentales en el que entran. Ahora, nuestra federación de Euskadi ha firmado un acuerdo con Vivienda para que los hombres entren en un cupo específico, pero en alquiler. Y seguimos luchando para que lo puedan hacer en compra. Te voy a poner un ejemplo real que conozco en Vitoria.
-Adelante.
-Señora dice al señor 'me quiero divorciar'. Y él contesta 'vale, ¿cómo lo hacemos?' Ella: 'Tú te vas de casa y yo me quedo con los dos niños. Me pagas la pensión de alimentos y la mitad del crédito hipotecario'. Este señor está viviendo de la caridad. Sigo. Al mes de separarse, la señora mete en su casa al novio, divorciado y con dos hijos. Y el novio tiene una vivienda que pone en alquiler. El legítimo propietario está en la puñetera calle, viviendo de prestado y pagando una hipoteca para que viva toda esa gente. Por cierto, qué poco solidario como hombre con el otro, ¿no?
21.6.07
«La Ertzaintza ofreció información inveraz tras la muerte de Asun»
Francisco Ontiveros, en su despacho oficial. / JESÚS ANDRADE
FRANCISCO ONTIVEROS, TITULAR DEL JUZGADO DE VIOLENCIA SOBRE LA MUJER DE VITORIA
«La Ertzaintza ofreció información inveraz tras la muerte de Asun»
Afirma que los jueces «no podrían haber evitado» el asesinato de la mujer porque no sabían que hubiera sido agredida antes
A. MORAZA/VITORIA
Casi año y medio después de llegar a Vitoria para responsabilizarse del primer y, hasta ahora único, Juzgado de Violencia sobre la Mujer abierto en la ciudad, Franciso Ontiveros se topó, el pasado día 2, con el homicidio de Asun Villalba a manos de su marido en Sansomendi. Un trágico suceso que, asegura, los jueces «no podrían haber evitado» ya que, en contra de la «inveraz información que ofreció la Ertzaintza», ignoraban que la víctima hubiera sido agredida con anterioridad al crimen.
-¿Considera efectiva la Ley de Violencia de Género?-
Creo que es mejorable. Se está exigiendo a la Justicia y a la Policía una respuesta desmesurada al problema y no se incide suficientemente en aspectos como la educación, la sanidad o la atención social. La aplicación efectiva de esta ley costaría mucho dinero y, hoy por hoy, no se habilitan recursos para evitar situaciones que pueden desembocar en una violencia explosiva, como la de esas parejas que no pueden romper su relación por cuestiones económicas.
-De hecho, las cifras de denuncias y muertes no cesan de aumentar...-
No podemos comparar las muertes actuales con las de hace 10 años, porque entonces no se hacía un seguimiento de ellas. Por otra parte, existe un cierto número de muertes que son, hasta cierto punto impredecibles, porque los malos tratos previos se suscitan en el ámbito de la privacidad de la pareja y, si no los conocemos, no podemos actuar. En cambio, si hay denuncia y la víctima ha seguido adelante, las posibilidades de intervenir contra el maltratador son grandes. Es más difícil que una persona condenada por esa causa vuelva a agredir a la misma víctima. De hecho, el quebrantamiento de órdenes judiciales en estos casos se sanciona con un mínimo de seis meses de cárcel, cuando el incumplimiento de otro tipo de órdenes sólo conlleva multa. Riesgo y expectativas
-¿Qué es lo que falla cuando muchas mujeres que han presentado denuncia acaben muriendo a manos de sus parejas o ex parejas?-
Es difícil conocer la causa de ese problema. Hay mujeres que retiran la denuncia por dependencia emocional del agresor o por mantener el 'statu quo' económico o familiar. Por eso es importante que exista una red de recursos que permita ofrecerles expectativas para que vean con claridad el riesgo que corren. En muchos casos, si la víctima no coopera con la Justicia, no podemos actuar porque nos quedamos sin la posibilidad de reunir pruebas contra el agresor.
-Asun Villalba retiró la denuncia por maltrato psíquico que había interpuesto contra su marido en diciembre de 2006. ¿Podría haberse evitado su muerte?-
Ninguno de nosotros podía haber evitado su muerte porque no nos constaba que hubiera sido agredida antes del crimen. Ella compareció en el Juzgado de Guardia y dijo que no temía a su marido, que nunca la había agredido aunque sí la insultaba, que sólo quería separarse y que no quería seguir adelante con su denuncia. Como los insultos no son perseguibles de oficio y el fiscal tampoco formuló cargos contra el marido, el juez archivó el caso.
-Sin embargo, la Ertzaintza aseguró en nota de prensa que Asun había pedido protección y no la obtuvo...-
Esa información era inveraz. Además, en el atestado policial no constaba la existencia de denuncias previas y la propia Asun negó que hubiera denunciado con anterioridad a su marido. El juzgado no puede tener en tiempo real datos anteriores a 2005 y la anterior denuncia de Asun databa de cinco años antes. Nos duele que esa información policial haya desencadenado críticas absolutamente infundadas. No entiendo por qué la Policía vasca dio información no contrastada sobre procedimientos penales, cuando le hubiera resultado muy fácil llamar y preguntar. Soy el primero en asumir mi responsabilidad cuando he cometido un error pero en este caso concreto no lo hubo.
-¿La Justicia debe actuar de oficio contra los agresores aunque las mujeres no quieran ser protegidas?-
Hay víctimas cuyo enganche emocional con el agresor condiciona su libertad. ¿Hasta qué punto debe intervenir el Estado en el ámbito de la libertad personal? Lo cierto es que estos delitos son muy graves porque atacan a la dignidad de la persona, un derecho fundamental. Y los ciudadanos están obligados a denunciarlos, aunque la víctima se niegue a hacerlo.
-¿Considera efectiva la Ley de Violencia de Género?-
Creo que es mejorable. Se está exigiendo a la Justicia y a la Policía una respuesta desmesurada al problema y no se incide suficientemente en aspectos como la educación, la sanidad o la atención social. La aplicación efectiva de esta ley costaría mucho dinero y, hoy por hoy, no se habilitan recursos para evitar situaciones que pueden desembocar en una violencia explosiva, como la de esas parejas que no pueden romper su relación por cuestiones económicas.
-De hecho, las cifras de denuncias y muertes no cesan de aumentar...-
No podemos comparar las muertes actuales con las de hace 10 años, porque entonces no se hacía un seguimiento de ellas. Por otra parte, existe un cierto número de muertes que son, hasta cierto punto impredecibles, porque los malos tratos previos se suscitan en el ámbito de la privacidad de la pareja y, si no los conocemos, no podemos actuar. En cambio, si hay denuncia y la víctima ha seguido adelante, las posibilidades de intervenir contra el maltratador son grandes. Es más difícil que una persona condenada por esa causa vuelva a agredir a la misma víctima. De hecho, el quebrantamiento de órdenes judiciales en estos casos se sanciona con un mínimo de seis meses de cárcel, cuando el incumplimiento de otro tipo de órdenes sólo conlleva multa. Riesgo y expectativas
-¿Qué es lo que falla cuando muchas mujeres que han presentado denuncia acaben muriendo a manos de sus parejas o ex parejas?-
Es difícil conocer la causa de ese problema. Hay mujeres que retiran la denuncia por dependencia emocional del agresor o por mantener el 'statu quo' económico o familiar. Por eso es importante que exista una red de recursos que permita ofrecerles expectativas para que vean con claridad el riesgo que corren. En muchos casos, si la víctima no coopera con la Justicia, no podemos actuar porque nos quedamos sin la posibilidad de reunir pruebas contra el agresor.
-Asun Villalba retiró la denuncia por maltrato psíquico que había interpuesto contra su marido en diciembre de 2006. ¿Podría haberse evitado su muerte?-
Ninguno de nosotros podía haber evitado su muerte porque no nos constaba que hubiera sido agredida antes del crimen. Ella compareció en el Juzgado de Guardia y dijo que no temía a su marido, que nunca la había agredido aunque sí la insultaba, que sólo quería separarse y que no quería seguir adelante con su denuncia. Como los insultos no son perseguibles de oficio y el fiscal tampoco formuló cargos contra el marido, el juez archivó el caso.
-Sin embargo, la Ertzaintza aseguró en nota de prensa que Asun había pedido protección y no la obtuvo...-
Esa información era inveraz. Además, en el atestado policial no constaba la existencia de denuncias previas y la propia Asun negó que hubiera denunciado con anterioridad a su marido. El juzgado no puede tener en tiempo real datos anteriores a 2005 y la anterior denuncia de Asun databa de cinco años antes. Nos duele que esa información policial haya desencadenado críticas absolutamente infundadas. No entiendo por qué la Policía vasca dio información no contrastada sobre procedimientos penales, cuando le hubiera resultado muy fácil llamar y preguntar. Soy el primero en asumir mi responsabilidad cuando he cometido un error pero en este caso concreto no lo hubo.
-¿La Justicia debe actuar de oficio contra los agresores aunque las mujeres no quieran ser protegidas?-
Hay víctimas cuyo enganche emocional con el agresor condiciona su libertad. ¿Hasta qué punto debe intervenir el Estado en el ámbito de la libertad personal? Lo cierto es que estos delitos son muy graves porque atacan a la dignidad de la persona, un derecho fundamental. Y los ciudadanos están obligados a denunciarlos, aunque la víctima se niegue a hacerlo.
El juzgado de la violencia sexista ha visto este año 370 casos y encarcelado a 7 agresores
Una joven agredida por su pareja, en un juicio. / EL CORREO
El juzgado de la violencia sexista ha visto este año 370 casos y encarcelado a 7 agresores
El juzgado de la violencia sexista ha visto este año 370 casos y encarcelado a 7 agresores
Crecen las denuncias y la gravedad de los casos, con un homicidio consumado y tres intentados El juez logra que el Gobierno le asigne un funcionario de refuerzo
A. MORAZA a.moraza@diario-elcorreo.com/VITORIA
LOS DATOS DE ÁLAVA
Año 2006.
Casos tramitados: 718.
Órdenes de protección: 90.
Órdenes de prisión: 2.
Diligencias por delitos: 498.
Diligencias por faltas: 64.
Tipo de delitos.
Homicidio intentado: 1.
Lesiones: 5.
Maltrato habitual: 73.
Maltrato ocasional: 312.
Amenazas: 49.
Coacciones: 7.
Incumplimiento de medidas cautelares: 20.
Quebrantamiento de condena: 31.
Tipo de Faltas.Vejación injusta: 64.
Año 2007.
Procedimientos penales abiertos: unos 370 hasta ahora, lo que supone una media de más de dos casos de esa naturaleza al día. Tan sólo entre el 1 de enero y el 15 de febrero se incoaron 124 diligencias.
Órdenes de prisión preventiva: 7.
Casos más graves.Homicidio consumado: 1, el de Asun Villalba, el pasado día 2.
Tentativas de homicidio: 3.
Agresión sexual: 1.
El dramático fenómeno de la violencia machista parece aumentar sin tregua en Álava, a juzgar por el número de procedimientos penales tramitados desde el 29 de junio de 2005, cuando comenzó a operar el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vitoria. Tan sólo en sus primeros ochenta días de funcionamiento, abrió 137 diligencias, lo que suponía una media de 1,73 denuncias por día, una cifra que ya entonces fue calificada de «alarmante» por el Tribunal Superior de Justicia del País vasco. En el conjunto de 2006, tramitó 718 asuntos (1,96 diarios) y, desde el pasado 1 de enero, ha incoado ya «unos 370», con lo que ese índice medio supera ya los dos casos por jornada, según informó a EL CORREO Francisco Ontiveros, titular de ese órgano judicial.
A ello se añade un notable crecimiento de la gravedad de los casos contabilizados en la provincia. Si a lo largo de 2006 ninguna mujer murió a manos de su pareja o ex pareja, y sólo una sufrió un intento de homicidio, a falta de pocos días para pasar el ecuador de 2007 la estadística arroja datos mucho más dramáticos. Ya se ha registrado un asesinato -el de Asun Villalba, apuñalada por su marido en Sansomendi a principios de este mes- y tres tentativas de homicidio. También se ha elevado el número de órdenes de prisión preventiva dictadas contra presuntos agresores. «En este momento hay siete personas encarceladas, la cifra más alta desde que empezó a funcionar este juzgado. Normalmente, solíamos tener a tres o cuatro», revela Ontiveros.
Rupturas traumáticas
Pese a esos datos, el magistrado no cree que el alza que experimentan las denuncias por agresiones y malos tratos signifique «necesariamente que haya más violencia contra la mujer» que antes. «No hay estadísticas anteriores a 2003-2004. Además, la publicidad que dan los medios de comunicación a estos casos hace que la opinión pública esté más sensibilizada y, por tanto, que suba el número de denuncias», razona. En cualquier caso, Ontiveros ha logrado que el Gobierno vasco asigne un funcionario de refuerzo a su juzgado, ante la creciente carga de trabajo que soporta. «La plantilla inicial (siete funcionarios) se fijó en función de las denuncias (457) que había en Álava antes de enero de 2005, cuando entró en vigor de la ley (de Violencia de Género)», aclara. El magistrado ve prematuro plantearse la creación de un segundo juzgado en Vitoria. «Pero si pasamos de novecientas o mil al año, habría que estudiarlo». Ontiveros asegura que, desde junio de 2005, «unas diez mujeres» han sido acusadas de denuncia falsa, al existir pruebas de que habían mentido. También, dice, se dan casos de mujeres que «confunden con malos tratos el daño lógico producido por una ruptura de pareja, que siempre es traumática». «Hay personas que asocian ese proceso con una vivencia de maltrato y eso no es así», recalca.
Entre los acusados en Álava se cuentan hombres de todas las edades, pero «hay un porcentaje estadístico relevante» de jóvenes que protagonizan «agresiones puntuales», vinculadas «al fin de semana y al consumo de alcohol y drogas». En cambio, el perfil del maltratador habitual responde más a un varón de edad media». La prohibición de acercarse o comunicarse con las víctimas es la principal medida cautelar que se les impone.
17.6.07
INFILTRADO
No sé si como aguerrido reportero o más bien como detective-investigador, este fin de semana me he infiltrado en un encuentro de hombres, enterado de que pretenden constituir una especie de nueva secta, con la misión de informarles a Uds. y advertir especialmente a los hombres de que se preparen para marcar territorio, pues se está gestando una especie de nueva revolución.
Se trataba de un encuentro de fin de semana en un discreto convento de monjas –la ironía siempre ayuda a despistar-, similar a los retiros espirituales de nuestra época adolescente. Para hacerme pasar por uno más y no llamar la atención me disfracé de “hombre al uso”: ajado pantalón vaquero dos tallas más grande desganadamente caído, arrugada camisa de cuadros con los puños remangados hasta casi dejar ver los bíceps –bueno, la zona donde deberían estar-; sucias zapatillas de deporte, calcetines ¡blancos! con tomates y todo (un hombre no debe saber zurcir), y un apelotillado jersey –de rabiosa moda en los 70- estratégicamente colocado sobre un hombro; barba de varios días y el santo (compañero) y seña (igualdad), que un espía me había soplado.
Pronto sentí que algo no cuadraba: me recibieron unos tíos relimpios con un amasijo de abrazos y ¡besos!, invitándome a comer un suculento menú hecho por ellos mismos, tras lo que me hicieron atender una increíble chapa sobre la necesidad de deconstruir los obsoletos esquemas del género masculino, todo ese rollo sobre la igualdad entre hombres y mujeres y no sé cuántas mariconadas más. Llegaron a permitir la entrada de una tía, feminista perdida, que les anticipó las hostilidades que deberán sortear en ese proceso de cambio social. Lo cierto es que me hicieron sentir un bicho raro; me temo que van a conseguir que no queden hombres como los de antes…
Joseba M. Garitano Iriondo
Listening To The Music:
PARADE: El último hombre vivo, 2006
Se trataba de un encuentro de fin de semana en un discreto convento de monjas –la ironía siempre ayuda a despistar-, similar a los retiros espirituales de nuestra época adolescente. Para hacerme pasar por uno más y no llamar la atención me disfracé de “hombre al uso”: ajado pantalón vaquero dos tallas más grande desganadamente caído, arrugada camisa de cuadros con los puños remangados hasta casi dejar ver los bíceps –bueno, la zona donde deberían estar-; sucias zapatillas de deporte, calcetines ¡blancos! con tomates y todo (un hombre no debe saber zurcir), y un apelotillado jersey –de rabiosa moda en los 70- estratégicamente colocado sobre un hombro; barba de varios días y el santo (compañero) y seña (igualdad), que un espía me había soplado.
Pronto sentí que algo no cuadraba: me recibieron unos tíos relimpios con un amasijo de abrazos y ¡besos!, invitándome a comer un suculento menú hecho por ellos mismos, tras lo que me hicieron atender una increíble chapa sobre la necesidad de deconstruir los obsoletos esquemas del género masculino, todo ese rollo sobre la igualdad entre hombres y mujeres y no sé cuántas mariconadas más. Llegaron a permitir la entrada de una tía, feminista perdida, que les anticipó las hostilidades que deberán sortear en ese proceso de cambio social. Lo cierto es que me hicieron sentir un bicho raro; me temo que van a conseguir que no queden hombres como los de antes…
Joseba M. Garitano Iriondo
Listening To The Music:
PARADE: El último hombre vivo, 2006
12.6.07
ENCUENTRO AGURAIN
PRIMER ENCUENTRO DE HOMBRES IGUALITARIOS DE ARABA Y +
AGURAIN 15, 16 Y 17 DE JUNIO
(Plaza Santa Clara 2, junto a la Plaza San Juan)
INSCRIPCIONES antes del Jueves 14 de junio, en grupohombresgasteiz@hotmail.com
VIERNES 15
20h.- Acogida de los compañeros y preparación de los cuidados necesarios para que el encuentro sea posible.
21h.- Cena. Cada uno aportará un plato realizado con mimo.
22h.- Video Forum. “Los hombres y la homofobia”
Película: “Brokeback mountain”
SÁBADO 16
9h.- Desayuno.
10h.- Actividad para despertar el género.
10.30h.- TALLER 1: TRABAJO PERSONAL. La mochila de la masculinidad tradicional y la importancia de la reflexión sobre la propia identidad para poder aligerarla.
Seremos cuidados en este taller por Xabier Odriozola.
14h.- Comida-descanso-paseo.
16.30h TALLER 2: FORMACIÓN EN GÉNERO:
El movimiento feminista, teorías, corrientes, estado actual de algunos debates. Contaremos con la presencia de las compañeras:
o ELO MAYO y MIREN ORTUBAI
· El movimiento de hombres por la igualdad.
21h.- Cena y velada.
DOMINGO 17
9.30h.- Desayuno.
10h.- TALLER 3: EL MOVIMIENTO DE HOMBRES POR LA IGUALDAD COMO MOVIMIENTO SOCIAL: ¿QUÉ HACER?.
11.30.- Descanso.
12h.- Trabajo por grupos.
13.30.- Puesta en común y conclusiones.
14.30.- Comida y despedida.
AGURAIN 15, 16 Y 17 DE JUNIO
(Plaza Santa Clara 2, junto a la Plaza San Juan)
INSCRIPCIONES antes del Jueves 14 de junio, en grupohombresgasteiz@hotmail.com
VIERNES 15
20h.- Acogida de los compañeros y preparación de los cuidados necesarios para que el encuentro sea posible.
21h.- Cena. Cada uno aportará un plato realizado con mimo.
22h.- Video Forum. “Los hombres y la homofobia”
Película: “Brokeback mountain”
SÁBADO 16
9h.- Desayuno.
10h.- Actividad para despertar el género.
10.30h.- TALLER 1: TRABAJO PERSONAL. La mochila de la masculinidad tradicional y la importancia de la reflexión sobre la propia identidad para poder aligerarla.
Seremos cuidados en este taller por Xabier Odriozola.
14h.- Comida-descanso-paseo.
16.30h TALLER 2: FORMACIÓN EN GÉNERO:
El movimiento feminista, teorías, corrientes, estado actual de algunos debates. Contaremos con la presencia de las compañeras:
o ELO MAYO y MIREN ORTUBAI
· El movimiento de hombres por la igualdad.
21h.- Cena y velada.
DOMINGO 17
9.30h.- Desayuno.
10h.- TALLER 3: EL MOVIMIENTO DE HOMBRES POR LA IGUALDAD COMO MOVIMIENTO SOCIAL: ¿QUÉ HACER?.
11.30.- Descanso.
12h.- Trabajo por grupos.
13.30.- Puesta en común y conclusiones.
14.30.- Comida y despedida.
"EL SILENCIO ¿NOS HACE COMPLICES?"
Este es un debate abierto entre los hombres del grupo: ¿Somos como hombres responsables de la violencia contra las mujeres por el hecho de compartir y consentir espacios de micromachismo con otros hombres de forma silenciosa?
Mi propuesta: Culpable el agresor, responsables todos.
Nota: Josetxo, te toca.
Mi propuesta: Culpable el agresor, responsables todos.
Nota: Josetxo, te toca.
VIOLENCIA MACHISTA: SUMA Y SIGUE...
Euskadi registra 240 víctimas de violencia machista en el primer trimestre de 2007
Más información en el Diario de Noticias.
http://www.noticiasdealava.com/ediciones/2007/06/11/sociedad/euskadi/d11eus15.647843.php
¿Es el cambio en los hombres y nuestra alianza cotidiana contra la violencia y por la igualdad el primer paso en la erradicación de la violencia machista? ¿Qué podemos aportar?
Más información en el Diario de Noticias.
http://www.noticiasdealava.com/ediciones/2007/06/11/sociedad/euskadi/d11eus15.647843.php
¿Es el cambio en los hombres y nuestra alianza cotidiana contra la violencia y por la igualdad el primer paso en la erradicación de la violencia machista? ¿Qué podemos aportar?
9.6.07
CÓMO CREAR UN GRUPO DE HOMBRES-HOMBRES...;-)
HABEIS PENSADO EN ...¿CÓMO CREAR UN GRUPO DE HOMBRES?
Os recomendamos que visitéis el enlace a la web de Chema Espada, donde dispone de algunos textos importantes para comprender mejor el porqué, cuando y cómo de 'Los grupos de toma de conciencia'. En este caso, Chema ha traducido y revisado una breve guía, extraída de la página de la "Red Europea de Hombres Profeministas", en la que se explica algunas cuestiones sobre cómo crear un grupo de hombres de profeminismo. Un grupo, como un "Scalextris" no sirve para todo, pero es una herramienta muy adecuada para conseguir experiencias personales muy importantes en el proceso de revisión de nuestro machismo adquirido. No existen recetas pero experiencias anteriores nos pueden enseñar sobre posibles errores. Afortunadamente han existido múltiples grupos de hombres en nuestro Estado desde los 80, que nos ha legado cierto poso sobre cómo se avanza en el camino del anti-sexismo.
Os recomendamos que visitéis el enlace a la web de Chema Espada, donde dispone de algunos textos importantes para comprender mejor el porqué, cuando y cómo de 'Los grupos de toma de conciencia'. En este caso, Chema ha traducido y revisado una breve guía, extraída de la página de la "Red Europea de Hombres Profeministas", en la que se explica algunas cuestiones sobre cómo crear un grupo de hombres de profeminismo. Un grupo, como un "Scalextris" no sirve para todo, pero es una herramienta muy adecuada para conseguir experiencias personales muy importantes en el proceso de revisión de nuestro machismo adquirido. No existen recetas pero experiencias anteriores nos pueden enseñar sobre posibles errores. Afortunadamente han existido múltiples grupos de hombres en nuestro Estado desde los 80, que nos ha legado cierto poso sobre cómo se avanza en el camino del anti-sexismo.
8.6.07
Ritxar Bacete: "Es hora de que los hombres abandonemos los estereotipos, porque el machismo mata"
Ritxar Bacete, de la agrupación de hombres por la igualdad.Foto: m.r.
MARÍA BAIGORRI
VITORIA. El movimiento "emergente" de hombres por la igualdad es la otra cara de aquellos que siguen aferrados a un machismo que justifica la violencia contra la mujer. Además de un cambio en los modelos actuales de masculinidad, desde la Plataforma Alavesa de Hombres contra la Violencia Machista, Ritxar Bacete cree que "las políticas tienen que dirigirse a los que agreden: los hombres".
Vitoria ha sufrido varios casos de violencia contra las mujeres en muy pocos días. ¿Crecen las agresiones a un ritmo preocupante?
No, estos hechos se han dado siempre, sólo que hace años estos casos no salían a la luz, porque no había una cultura de protección específica hacia la mujer. Ni siquiera existían leyes que ampararan a las agredidas. Tradicionalmente, el sistema de desigualdad hacia la mujer ha provocado una vulneración de sus derechos. Sin embargo, ellas han cambiado y han comenzado a salir al ámbito público. Son conscientes de sus derechos y los reivindican.
Y los hombres se han quedado atrás...
La sociedad sigue siendo machista. Muchos hombres continúan legitimando la violencia, con el convencimiento de que tienen la potestad para agredir. Así, son violentos con las mujeres y con otros hombres. ¿Hemos asumido que el diálogo es una vía para solucionar los conflictos? No. Nos hemos movido muy poco, mientras las mujeres ya saben que no tienen por qué aguantar lo que sufrían antes. Los modelos de masculinidad siguen vigentes y continúan siendo extremadamente viriles y competitivos. Dándole el premio Príncipe de Asturias a Fernando Alonso ya estamos constatando un modelo de hombre que se aleja de aquel que expresa sus sentimientos.
¿Qué está fallando en la lucha contra la violencia de género?
Principalmente, hay un vacío en la apuesta pública por la igualdad. Las políticas están dirigidas a las mujeres, cuando quienes ejercen las agresiones son los hombres. Por otro lado, las medidas judiciales de protección son importantes, pero tiene que haber más. Además, hay que hacer hincapié en la prevención, algo que pasa por cambiar la cultura machista. La mujer ha cambiado y no consiente, pero el hombre todavía piensa que tiene derecho a pegarle.
¿Comienzan a involucrarse más los hombres en la lucha contra el machismo?
Ahora hay un movimiento emergente de hombres por la igualdad y un proceso de desaprendizaje del machismo. Ha llegado la hora de abandonar los estereotipos. Es una tarea difícil y lenta, pero urgente porque el machismo provoca muertes.
4.6.07
3.6.07
CONCENTRACIÓN POR EL ASESINATO DE ASUN
Como ya sabréis, ha sido asesinada una mujer más en Vitoria-Gasteiz. Antes de conocer esta terrible noticia, desde el Grupo de Hombres y ante la alarmante cascada de asesinatos de mujeres en todo el estado, habíamos pensado convocar una concentración de hombres contra la violencia este jueves. Ante lo ocurrido con Asun, suspendemos esta convocatoria y nos sumamos a la CONCENTRACIÓN que se va a tener lugar en la PLAZA DE LA VIRGEN BLANCA, mañana LUNES DÍA 4 DE JUNIO A LAS 20.h.
Acudamos y difundamos esta convocatoria.
Acudamos y difundamos esta convocatoria.
EL CORREO - Muere apuñalada en Vitoria la sexta mujer víctima de violencia machista en seis días
TRAGEDIA. Familiares y vecinos de la fallecida presencian en estado de shock el traslado del cadáver. / IGOR AIZPURU
El presunto homicida se entregó dos horas después de asesinar a su esposa, de 35 años, en Vitoria
M. JOSÉ CARRERO / B. CORRAL m.j.carrero@diario-elcorreo.com/VITORIA
Asun Villalba tenía miedo. Miedo de su marido, Víctor Manuel Martín, conocido como 'El Vicky'. Le temía tanto que, en diciembre pasado, recurrió desesperada al juzgado en busca de medidas de protección. Pero le fueron denegadas, según la Ertzaintza. Ayer, el cuerpo de Asun yacía en un charco de sangre en el portal de su casa, en el barrio de Sansomendi de Vitoria. 'El Vicky', de 42 años, acababa de asestarle varias puñaladas mortales. No había nadie más en el domicilio. Desde hacía tiempo, Izaskun, la única hija de la pareja, de 19 años, vivía con la abuela materna.
M. JOSÉ CARRERO / B. CORRAL m.j.carrero@diario-elcorreo.com/VITORIA
Asun Villalba tenía miedo. Miedo de su marido, Víctor Manuel Martín, conocido como 'El Vicky'. Le temía tanto que, en diciembre pasado, recurrió desesperada al juzgado en busca de medidas de protección. Pero le fueron denegadas, según la Ertzaintza. Ayer, el cuerpo de Asun yacía en un charco de sangre en el portal de su casa, en el barrio de Sansomendi de Vitoria. 'El Vicky', de 42 años, acababa de asestarle varias puñaladas mortales. No había nadie más en el domicilio. Desde hacía tiempo, Izaskun, la única hija de la pareja, de 19 años, vivía con la abuela materna.
El asesinato de esta vitoriana de 35 años pone fin a una larga historia de maltrato larvada en el interior del domicilio situado en el bajo A del número 36 de la calle Antonio Machado. Tantos han sido los golpes y bofetadas, denunciados en varias ocasiones a la Policía, que ya habían trascendido al micromundo de Sansomendi, el barrio de la capital alavesa donde más vida discurre de puertas afuera.
La escena se repitió en su casa, a la una y media del mediodía. Como otras veces, 'El Vicky' la emprendió a puñetazos con su mujer, a la que había conocido cuando era casi una niña. A continuación, cogió un cuchillo y le asestó la primera puñalada. Luego, otra y otra. «Fueron varias», confirmaron a EL CORREO fuentes próximas a la investigación.
Asun pidió ayuda, mientras trataba de huir de su agresor. Pero no le dio tiempo. Cuando logró alcanzar la puerta, su vida se iba ya a borbotones. «Me muero», acertó a decir a la vecina del primer piso que acudió en su auxilio al oír sus gritos. No sirvió de nada. Alguna de las cuchilladas había afectado a órganos vitales y Asun se desplomó delante de la puerta de su casa. Cuando los médicos acudieron al lugar, sólo pudieron certificar el fallecimiento de la sexta víctima mortal de la violencia machista en España en sólo seis días. La número 30 en lo que va de año.
El arma, en Ali
El presunto homicida aprovechó el revuelo que se formó alrededor de la víctima para darse a la fuga, por lo que varias dotaciones de la Ertzaintza iniciaron su búsqueda. Pero a eso de las tres de la tarde, 'El Vicky' se entregó en una comisaría de la Policía vasca. Después, los agentes localizaron el arma supuestamente utilizada en la mortal agresión en unas obras en Ali.
La muerte de Asun conmocionó a Sansomendi. Un barrio humilde, levantado a finales de los setenta con el fin de alojar e integrar a la población gitana en la ciudad. Su vecindario se arremolinó alrededor del lugar del crimen, un portal protegido por un cordón policial durante más de seis horas. Muy cerca, su hija, su tía, un hermano y otros familiares y amigos aguardaban en estado de shock a que el juez ordenara el levantamiento del cadáver. No ocurrió hasta las siete en punto de la tarde.
El cuerpo sin vida fue conducido al Instituto Anatómico Forense, donde le será practicada la autopsia mañana, justo el día en el que Asun estaba decidida a emprender una nueva etapa en su vida. Según comentaron varias vecinas, iba a empezar a colaborar en una asociación. «Estaba todo el día en casa y tenía que salir para superar una depresión. Antes trabajó en una empresa con productos tóxicos y tenía una invalidez porque las sustancias le habían afectado los pulmones», detallaron los allegados.
«Un tipo solitario»
Los vecinos, que no pudieron entrar a sus casas hasta las ocho de la tarde, no dejaban ayer de llorar a una mujer muy querida. «Era encantadora. No pasaba un niño a su lado sin que le hiciera una carantoña y siempre estaba dispuesta a llevar las bolsas a las ancianas».
Para 'El Vicky', gruista de profesión, no hubo ni una palabra amable. Todo lo contrario. «Es un tipo muy solitario y consumidor de drogas que ha estado detenido por dar una paliza a una chica de este barrio», comentó un grupo de residentes. La Ertzaintza, no obstante, declinó confirmar estos extremos.
Ante este nuevo crimen, la asociación Clara Campoamor anunció ayer su intención de personarse como acusación particular en el caso. Su presidenta, Blanca Estrella Ruiz, denunció que se están produciendo «errores mortales» con las medidas de protección que se solicitan y son denegadas. Y es que, como en muchos casos de violencia de género, el asesinato de Asun no ha sido una sorpresa, sino la crónica de una muerte anunciada.
DESCONSUELO. Por la izquierda, el cuñado, el hermano, un amigo y la tía de Asun. En el centro, la joven Laura Alamillo llora a la mujer que le cuidó de niña. / IGOR AIZPURU
Asun es la sexta víctima mortal en España en sólo seis días
La violencia de género se ha cobrado 30 asesinatos este año
L. MONDRAGÓN/VITORIA
La vitoriana Asun Villalba pasó ayer a engrosar un trágico récord, el de ser la sexta mujer asesinada en España en apenas seis días. La luctuosa semana se abría el lunes en Valencia, con un doble crimen en la localidad de Pobla de Vallbona, en donde un joven mataba a su ex-novia y a su madre. El martes una mujer era asesinada en Ciudad Real a manos de su pareja, el jueves ocurría en Tenerife -el agresor se suicidó luego con la misma escopeta- y el viernes en Albacete. Ayer le tocó el turno a Vitoria.
En lo que va de año son ya treinta las víctimas de la sinrazón machista en España. Una de ellas en Euskadi. Un hombre de 76 años mató en marzo con un cuchillo a su pareja en el barrio bilbaíno de Zorroza, antes de suicidarse. En 2006 otras dos mujeres, una en Barakaldo y otra en Basauri, perdieron la vida porque así lo decidieron sus parejas. La Ertzaintza tiene además registradas nada menos que 858 denuncias por maltrato doméstico, interpuestas a lo largo del año pasado.
902 detenidos
La estadística de la violencia machista recoge otros datos que no paran de crecer año tras año. La Policía vasca detuvo el último ejercicio a 902 hombres por atacar o amenazar a sus mujeres o bien por quebrantar órdenes de alejamiento.
Ya en 2007, las agresiones y detenciones se han multiplicado por toda la geografía vasca. En el caso de Vitoria, el pasado mes de mayo fueron arrestados dos hombres acusados de agredir a sus respectivas ex-mujeres y no era la primera vez que lo hacían.
En los cuatro primeros meses del año, la Ertzaintza y la Policía Municipal habían detenido ya a una decena de hombres en la capital alavesa por agresiones de este tipo. Un joven moldavo fue arrestado en febrero por golpear a su novia rumana en el bar de Adurza en donde trabajaba. En marzo corrieron la misma suerte otros dos, que habían maltratado a sus parejas en sus propios domicilios.
L. MONDRAGÓN/VITORIA
La vitoriana Asun Villalba pasó ayer a engrosar un trágico récord, el de ser la sexta mujer asesinada en España en apenas seis días. La luctuosa semana se abría el lunes en Valencia, con un doble crimen en la localidad de Pobla de Vallbona, en donde un joven mataba a su ex-novia y a su madre. El martes una mujer era asesinada en Ciudad Real a manos de su pareja, el jueves ocurría en Tenerife -el agresor se suicidó luego con la misma escopeta- y el viernes en Albacete. Ayer le tocó el turno a Vitoria.
En lo que va de año son ya treinta las víctimas de la sinrazón machista en España. Una de ellas en Euskadi. Un hombre de 76 años mató en marzo con un cuchillo a su pareja en el barrio bilbaíno de Zorroza, antes de suicidarse. En 2006 otras dos mujeres, una en Barakaldo y otra en Basauri, perdieron la vida porque así lo decidieron sus parejas. La Ertzaintza tiene además registradas nada menos que 858 denuncias por maltrato doméstico, interpuestas a lo largo del año pasado.
902 detenidos
La estadística de la violencia machista recoge otros datos que no paran de crecer año tras año. La Policía vasca detuvo el último ejercicio a 902 hombres por atacar o amenazar a sus mujeres o bien por quebrantar órdenes de alejamiento.
Ya en 2007, las agresiones y detenciones se han multiplicado por toda la geografía vasca. En el caso de Vitoria, el pasado mes de mayo fueron arrestados dos hombres acusados de agredir a sus respectivas ex-mujeres y no era la primera vez que lo hacían.
En los cuatro primeros meses del año, la Ertzaintza y la Policía Municipal habían detenido ya a una decena de hombres en la capital alavesa por agresiones de este tipo. Un joven moldavo fue arrestado en febrero por golpear a su novia rumana en el bar de Adurza en donde trabajaba. En marzo corrieron la misma suerte otros dos, que habían maltratado a sus parejas en sus propios domicilios.
«Nunca nos ha gustado ese chico», dice el líder gitano
L. M./VITORIA
«Nunca nos ha gustado ese chico. Era un poco problemático y un poco fanfarrón». Así definía ayer a 'El Vicky' Bartolomé Jiménez, el líder de la comunidad gitana vitoriana, mayoritaria en la zona de Sansomendi en donde vivían Asun Villalba y su marido, Víctor Manuel Martín. «A ella le conocíamos desde que llegó al barrio con sus padres siendo todavía mozuela, cuando comenzábamos todos a vivir en Sansomendi, hace de eso unos 25 años, en torno a 1982», recuerda.
Bartolomé rememora que el padre de la mujer asesinada, Fernando, ya fallecido, era «una buena persona, igual que su esposa. Los gitanos nos llevábamos bien con él. Venían desde el Casco Viejo, en donde Fernando había regentado un bar», cuenta.
La muerte de Asun dejó ayer a Jiménez «asombrado. Es increíble de que pasen estas cosas». En su opinión, es «una auténtica desgracia todo lo que están sufriendo las mujeres. No sé cómo se puede llegar a matar a la mujer. No lo entiendo. En nuestra comunidad no son muy abundantes las separaciones, pero si algo va tan mal, nos separamos y punto», dijo.
«Nunca nos ha gustado ese chico. Era un poco problemático y un poco fanfarrón». Así definía ayer a 'El Vicky' Bartolomé Jiménez, el líder de la comunidad gitana vitoriana, mayoritaria en la zona de Sansomendi en donde vivían Asun Villalba y su marido, Víctor Manuel Martín. «A ella le conocíamos desde que llegó al barrio con sus padres siendo todavía mozuela, cuando comenzábamos todos a vivir en Sansomendi, hace de eso unos 25 años, en torno a 1982», recuerda.
Bartolomé rememora que el padre de la mujer asesinada, Fernando, ya fallecido, era «una buena persona, igual que su esposa. Los gitanos nos llevábamos bien con él. Venían desde el Casco Viejo, en donde Fernando había regentado un bar», cuenta.
La muerte de Asun dejó ayer a Jiménez «asombrado. Es increíble de que pasen estas cosas». En su opinión, es «una auténtica desgracia todo lo que están sufriendo las mujeres. No sé cómo se puede llegar a matar a la mujer. No lo entiendo. En nuestra comunidad no son muy abundantes las separaciones, pero si algo va tan mal, nos separamos y punto», dijo.
«Estaba cantado, todos sabíamos que la pegaba»
Familiares y vecinos claman justicia para una ama de casa, «maltratada con frecuencia», que el lunes iba a empezar un nuevo trabajo
CRISTINA LECIÑANA/VITORIA
La noticia del asesinato de Asun Villalba corrió como la pólvora por los soportales de Antonio Machado, donde se ubican los bloques de pisos levantados a finales de los setenta tras el derribo del poblado gitano Gao Lacho Drom. «Estaba cantado que iba a pasar esto, todos sabíamos que la pegaba con frecuencia. ¿Ahora que nos traigan aquí a ese valiente atado de una cuerda!», bramaban ayer sus vecinos.
En el abultado grupo de gente que cosía a preguntas a la Ertzaintza, sobresalía el cuerpo roto de dolor y llanto de Laura Alamillo, la joven a la que Asun cuidó de niña. «Se llevaban fatal, pero nunca pensé que sucedería esto. Es terrible», repetía con la mirada fija en el portal donde yacía el cuerpo de esta ama de casa.
El crimen dejó en estado de shock a familiares y allegados. «Estamos tan conmocionados que somos incapaces de pensar, de hablar», alcanzó a decir una de las tías de Asun, abrazada al hermano de la víctima.
Familias enteras de gitanas y payos cerraron filas en torno a esta ama de casa, que siempre tenía una sonrisa para los niños y un detalle para los mayores. «Era una persona maravillosa, siempre ayudaba a todo el mundo y se llevaba muy bien con todos los vecinos, gitanos o no», recordaba María Borja, residente del mismo portal.
«De él mejor no hablar, era la oveja negra de la familia, la maltrataba con frecuencia. Siempre iba 'puesto', así que no me extraña que la haya matado», añadió Juan, otro conocido de la pareja.
«Tenía depresión»
Víctor Manuel Martín no se había ganado el aprecio del barrio. Gruista de profesión en unas obras del Casco Viejo, dio que hablar hace unos años. «La droga le convirtió en un hombre solitario. Dio una paliza tremenda a una joven y la dejó en coma», apuntó un amigo de juventud.
El veredicto en Sansomendi fue unánime. «La depresión y los nervios de Asun eran fruto de los golpes que durante tanto tiempo padeció», añadió Alamillo. Además, tenía serios problemas de hígado y pulmón después de haber trabajado en una empresa con productos tóxicos. «Ahora estaba haciendo cursos y el lunes iba a comenzar un nuevo trabajo. Ya no podrá hacerlo».
CRISTINA LECIÑANA/VITORIA
La noticia del asesinato de Asun Villalba corrió como la pólvora por los soportales de Antonio Machado, donde se ubican los bloques de pisos levantados a finales de los setenta tras el derribo del poblado gitano Gao Lacho Drom. «Estaba cantado que iba a pasar esto, todos sabíamos que la pegaba con frecuencia. ¿Ahora que nos traigan aquí a ese valiente atado de una cuerda!», bramaban ayer sus vecinos.
En el abultado grupo de gente que cosía a preguntas a la Ertzaintza, sobresalía el cuerpo roto de dolor y llanto de Laura Alamillo, la joven a la que Asun cuidó de niña. «Se llevaban fatal, pero nunca pensé que sucedería esto. Es terrible», repetía con la mirada fija en el portal donde yacía el cuerpo de esta ama de casa.
El crimen dejó en estado de shock a familiares y allegados. «Estamos tan conmocionados que somos incapaces de pensar, de hablar», alcanzó a decir una de las tías de Asun, abrazada al hermano de la víctima.
Familias enteras de gitanas y payos cerraron filas en torno a esta ama de casa, que siempre tenía una sonrisa para los niños y un detalle para los mayores. «Era una persona maravillosa, siempre ayudaba a todo el mundo y se llevaba muy bien con todos los vecinos, gitanos o no», recordaba María Borja, residente del mismo portal.
«De él mejor no hablar, era la oveja negra de la familia, la maltrataba con frecuencia. Siempre iba 'puesto', así que no me extraña que la haya matado», añadió Juan, otro conocido de la pareja.
«Tenía depresión»
Víctor Manuel Martín no se había ganado el aprecio del barrio. Gruista de profesión en unas obras del Casco Viejo, dio que hablar hace unos años. «La droga le convirtió en un hombre solitario. Dio una paliza tremenda a una joven y la dejó en coma», apuntó un amigo de juventud.
El veredicto en Sansomendi fue unánime. «La depresión y los nervios de Asun eran fruto de los golpes que durante tanto tiempo padeció», añadió Alamillo. Además, tenía serios problemas de hígado y pulmón después de haber trabajado en una empresa con productos tóxicos. «Ahora estaba haciendo cursos y el lunes iba a comenzar un nuevo trabajo. Ya no podrá hacerlo».
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