29.8.07

EL PAÍS - 28-8-2007 - GANAR CON LA IGUALDAD


Ganar con la igualdad

El Grupo de Hombres de Vitoria considera el machismo como una lacra que limita su salud y su felicidad

JUNE FERNÁNDEZ - Vitoria - 28/08/2007

En una sociedad que presume de garantizar la igualdad de sexos, las mujeres siguen más expuestas a la precariedad, cuidan solas a niños y ancianos, y la violencia conyugal es noticia cada día. En ese contexto, el Grupo de Hombres por la Igualdad de Vitoria lleva un año movilizándose contra la violencia contra las mujeres y combatiendo también la que "los hombres ejercen contra sí mismos". La asunción de una cultura del riesgo, señalan, les expone a la muerte en la carretera, el suicidio, las drogas o la cárcel y la exigencia de ser siempre fuertes y reprimir sus emociones coarta su felicidad.

"Compartir las tareas del hogar y los cuidados es una forma de autodeterminación"

Joseba Garitano, Javier Jiménez, Poldo Santos y Ritxar Bacete son cuatro de los cerca de 30 hombres que se reúnen en Vitoria para construir y visibilizar modelos sanos de masculinidad con los que avanzar hacia una sociedad menos violenta. La asociación, de un tipo hasta ahora inexistente en Euskadi, surgió de "una necesidad latente compartida de cambio", explica Garitano. "Hemos sido meros espectadores de la lucha de las mujeres por la igualdad, y no nos hemos adaptado a ella, pero tenemos mucho que aportar". "Es un trabajo hacia la sociedad, pero también hacia nosotros mismos", añade Santos: "El machismo exige un sobreesfuerzo que es inviable por nuestra propia salud".

Sus integrantes trabajan en "una deconstrucción personal para liberarnos del poso machista que queda en todos", explica Bacete. La clave, más que asumir grandes discursos, pasa por cambiar las pequeñas prácticas cotidianas, recalca: "No puedo ponerme detrás de la pancarta si en casa no limpio y no cuido de la familia. Hay que entender estas tareas como una forma de autodeterminación".

Para avanzar hacia una sociedad igualitaria, los hombres, "que son la mitad de la sociedad y además la que ostenta el poder", tienen que estar dispuestos a practicar "un desarme moral, prescindir de los privilegios-trampa de los que han disfrutado", sostiene. Por ello, la asociación forma ideológicamente para que los varones se impliquen en la lucha por la igualdad, y visibiliza esa apuesta mediante acciones como concentraciones, conferencias o talleres.

El grupo demanda que las instituciones promuevan nuevos espacios para el sexo masculino, incluyan la perspectiva de género en sus programas y diseñen talleres y campañas específicos. Instan también a contrarrestar "la sobrerrepresentación del modelo del superhombre que puede con todo visibilizando referentes reales, como los cuidadores", apunta Garitano. Ambos frentes resultan imprescindibles para combatir la violencia sexista, añade: "Hay que trabajar en la prevención con los hombres y mostrar a los agresores modelos que no recurren a la violencia ni la legitiman". Jiménez apunta otra clave: "Las mujeres que se defienden del machismo suponen una amenaza".

Aunque reconocen buenas intenciones en las nuevas leyes de igualdad, critican que sigue sin haber mujeres en las principales áreas de poder y que las que se acercan lo hacen imitando los valores masculinos. "Tenemos que generar una cultura del poder más humana y hay que incluir el cuidado en la agenda política", propone Bacete. Para Garitano, sin machismo se transformaría incluso el modelo económico vigente: "En vez de centrarse en el crecimiento, se cuidarían más los procesos de producción, se respetarían las individualidades y el medio ambiente".

Si algo caracteriza al colectivo es su heterogeneidad: personas de diferentes edades (de 20 a 50 años), profesiones, orientación sexual y procedencias permiten abarcar de manera más global las cuestiones relacionadas con la masculinidad. Jiménez trabaja en un sector, el de la construcción, en el que el machismo es especialmente palpable: "Los hombres se oponen a que las mujeres empiecen a trabajar en el sector. Siguen gritando 'tía buena' a toda la que pasa y dicen que lo del grupo de hombres es una mariconada". Joseba vive la otra cara de la discriminación: "Soy secretario de la Diputación alavesa. En masculino suena a un cargo directivo. Cuando cojo el teléfono me preguntan por la secretaria. Yo soy el secre, y así lo reivindico".

Poldo y él, militantes del movimiento gay, subrayan que el machismo no afecta sólo a los heterosexuales. "Antes que gay soy hombre, he sido educado como tal y eso condiciona mis relaciones", explica Santos. El grupo también cuenta con inmigrantes africanos y latinoamericanos, que muestran al resto las peculiaridades de lo masculino en sus culturas.

La asociación tiene un blog (www.gizonak.blogspot.com) para darse a conocer.

28.8.07

HOMBRECITOS (Reflexión del compañero Cos)


Hombrecitos

Nos encontramos en un momento quizás nuevo, en donde se da el acceso masivo y popular al uso y disfrute de las cada vez menos nuevas tecnologías video-sonoras.

Un momento en el cual las personas, por primera vez podemos observarnos de manera continuada y en contextos habituales. Un momento extraordinario en el cual los hombres específicamente, por primera vez en la historia y la prehistoria podemos de manera masiva observarnos, observar nuestra masculinidad de manera continuada, en contextos habituales o no.

Esas situaciones observadas por los demás, de nosotros mismos, los hombres, y de las que podemos ser ajenos, pueden ayudarnos a ser cogidos por sorpresa.

El video nos proporciona la imagen exterior, la que ven l@s otr@s de nosotros, la que veían siempre de nosotros y que ahora nosotros, de nosotros mismos vemos por primera vez.

Nos descubrimos ( En el sentido de conocernos de nuevo.) (En el sentido de encontrar nuestra imagen sin filtros.) (En el sentido de vernos en pelotas.)

Y así la técnica posibilita que algunas personas – hombres - puedan ver grabadas sus reacciones en momentos importantes, en contextos en los que hay que dar respuestas habituales y que abandonados a la situación, sin atención a la cámara, se despreocupan de la pose y expresan su mejor masculinidad aprendida.

Es en esas situaciones, esa situación la que habría que procurar registrar, que sucediera para comprobar si el yo-exterior se corresponde con el yo-interior.

En mi caso no es así.

Mi yo-exterior no se corresponde al modelado que yo he realizado de mí mismo. No estoy hablando, por supuesto, de mi físico, de las imágenes de mi corporeidad, de mi forma. Estoy hablando de mis reacciones, de mi corporeidad expresiva, de mi permanente asertividad, de mi escudo expresivo de inmutabilidad adquirida, de mi explosiva violencia gestual ante situaciones de cuestionamiento, de mi despliegue de recursos gestuales y hápticos ante posibles situaciones agresivas.

No soy yo.

Reflexión sobre la reflexión: soy yo pero lo que veo no me gusta, no se corresponde con mi imagen interna. Yo no soy yo.

¿Quién, qué situaciones me han ido fabricando como no soy yo? Qué me ha adjudicado, qué me ha incrustado a esa persona-forma que en gran parte rechazo y niego con vergüenza pues no se parece al modelado que dentro de mi yo he ido realizando.

Tengo que decir que algún gesto, pose, actitud o respuesta sí me han gustado.
Al menos … algunos. Justamente los trabajados.

Parece necesario que las personas – hombres- nos enfrentemos a nuestras propias imágenes, nos escudriñemos y nos descubramos. Ir descubriendo lo que han hecho de nosotros. Por algún sitio habrá que empezar.

Mi propuesta es que empecemos por la cáscara y no por los huevos. Que observemos lo que otr@s ven de nosotros, para vernos realmente a nosotros mismos. Que nos observemos para descubrirnos a nosotros mismos.

22.8.07

Las mujeres violadas apoyan la castración de los pedófilos

Las mujeres violadas apoyan la castración de los pedófilos
Consideran que esta medida no es eficaz con los agresores de mujeres adultas

Diario de Noticias de Álava - 22-8-2007

Madrid.
La presidenta de la Federación de Asistencia a Mujeres Violadas, Tina Alarcón, adelantó ayer que su organización apoyará la castración química para pedófilos y pederastas en caso de que algún partido lo plantee en España de cara a las próximas elecciones generales, y tras estudiar la propuesta concreta.

Alarcón se refería de esta forma a los anuncios de castraciones químicas y hospitalizaciones obligatorias realizadas el lunes por el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, tras los abusos infligidos a un niño de cinco años por un condenado reincidente.

"En el caso en el que se va a aplicar en Francia, sólo a pedófilos y pederastas, pensamos que sí puede tener sentido la castración psíquica -comentó-. Igual que en los agresores de mujeres adultas ya se ha demostrado que no es eficaz porque no se mueven por compulsión sexual sino como ejercicio de poder, materializando su sentimiento de venganza a través de los genitales".

revisión de tratamientos A su juicio, los pedófilos y pederastas sí que pueden obtener un resultado positivo en la represión de su conducta, ya que sólo obtienen placer sexual con niños o niñas. "Su motivación para actuar sí es sexual y realmente creemos que tienen un componente de enfermedad", añadió.

Respecto a la hospitalización de por vida, apuntó que en España sí que es necesaria una revisión de los tratamientos a agresores sexuales porque los actuales tienen poca dedicación.
Por el contrario, la presidenta de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, se mostró contraria a este tipo de medidas. "La cuestión no va por ahí, va por el cumplimiento íntegro de las penas y los procesos de rehabilitación", dijo. En su opinión, ya ha habido programas que han puesto de manifiesto que la castración química no es efectiva para garantizar la seguridad de las víctimas. >e.p.

21.8.07

Los servicios sociales atienden un caso al día de maltrato contra mujeres

DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA - 21-8-2007
Los servicios sociales atienden un caso al día de maltrato contra mujeres
Desde enero se han tramitado 234 expedientes, el 61% por violencia física , y 4 por agresión sexual

vitoria.
Un caso de maltrato al día. Es la media de expedientes atendidos por los servicios sociales del Ayuntamiento de Gasteiz en los últimos ocho meses. En este tiempo, ya se han abordado 234 casos de violencia machista, es decir, una media de 29 al mes. Las cifras van en aumento y eso, según los asistentes sociales, es buena señal: significa que cada vez más mujeres deciden denunciar las vejaciones.

Entre quienes han solicitado apoyo, 62 lo han hecho este año por primera vez. Esta cifra supone un 85% más de nuevos expedientes con respecto a 2006, tal y como confirmaron ayer fuentes municipales. Por otra parte, el 61% de las situaciones a las que se enfrentan los servicios sociales son casos de violencia física, aunque también se han atendido episodios de agresión sexual sufridos por cuatro mujeres.

Por su parte, la Policía Municipal ha llevado a cabo el seguimiento de 87 víctimas de maltratos, a las que ha prestado apoyo psicológico y legal. En ocasiones, los agentes acompañan a las víctimas hasta sus lugares de trabajo. Y es que el cuerpo policial ha acatado desde enero 297 órdenes de protección. Asimismo, han tramitado 60 denuncias de violencia de género.

inmigrantes
El perfil de las víctimas corresponde a mujeres con una media de 38 años de edad y de nacionalidad española. Sin embargo, los casos de inmigrantes atendidas este año ascienden al 38,5% del total. Es decir, son más que las españolas si se considera su proporción en la población total de Gasteiz. Desde el Ayuntamiento, consideran "positivo que cada vez más inmigrantes den el paso de pedir apoyo".

20.8.07

Una de cada diez maltratadas vascas desiste de llevar al agresor a los tribunales

EL CORREO 19-8-2007
Una de cada diez maltratadas vascas desiste de llevar al agresor a los tribunales


Un tercio de las órdenes de protección aprobadas por los jueces vascos está dirigido contra extranjeros, que apenas representan el 4,6% de toda la población

J. MUÑOZ j.munoz@diario-elcorreo.com

Una de cada diez mujeres que son maltratadas por sus parejas en Euskadi desiste de declarar contra el agresor y de continuar el proceso judicial. Así lo reconoce un estudio realizado por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, del que también se desprende que el 33% de las órdenes de protección concedidas por los jueces de la comunidad autónoma corresponden a maltratadores extranjeros, mientras que los inmigrantes apenas representan el 4,6% de la población.

Según el Observatorio, un órgano creado por el Consejo General del Poder Judicial, durante el primer trimestre de este año se contabilizaron en Euskadi, además de una mujer asesinada en Zorroza, otras 936 denuncias de violencia de género, de las cuales 267 requirieron medidas de protección supervisadas por los jueces. En dos de cada tres casos, el atestado se puso en marcha por iniciativa de las propias víctimas, que acudieron principalmente a las comisarías de la Ertzaintza y de las policías locales, y en menor medida a los juzgados de guardia.

En cambio, el resto de las denuncias de malos tratos partió de los funcionarios policiales que prestaron auxilio a las mujeres o fueron interpuestas como consecuencia de un parte de lesiones. Además, al examinar las estadísticas del Observatorio, que han sido elaboradas con datos del Tribunal Superior del País Vasco, llama la atención que 21 episodios de malos tratos (2,3%) tuvieron que ser destapados por los familiares de la persona maltratada.

Quebradero de cabeza

La indecisión de las víctimas -achacable al miedo que les infunden los agresores, a la dependencia afectiva que las mantiene unidas a esos individuos y a las escasas alternativas que ofrecen las instituciones- se ha convertido en un quebradero de cabeza para los jueces y los policías. Durante el primer trimestre de este año, ochenta mujeres maltratadas se echaron atrás con la denuncia ya formulada y no llegaron a actuar judicialmente contra los agresores, lo que representa alrededor del 9% de los casos de violencia de género registrados en los tribunales de Euskadi.

Esa cifra preocupa al Tribunal Superior del País Vasco, a pesar de que, realmente, desde que entró en vigor la Ley Integral contra la Violencia de Género, la proporción de denuncias retiradas ha retrocedido ligeramente en Euskadi, pues en 2004 ascendían al 11,5% del total. Si el ritmo de desistimientos del primer trimestre de 2007 se mantiene hasta el final del año, el balance final rondará los 320 casos y también será inferior al de 2005, cuando los jueces contabilizaron 335.

El episodio más grave de este año se produjo en Vitoria a comienzos de junio, cuando una inmigrante ecuatoriana que había retirado una denuncia contra su compañero en 2002 fue asesinada por éste en plena calle. La mujer volvió a denunciar a su pareja por malos tratos psicológicos en diciembre pasado, pero rechazó una orden de protección que le ofrecieron en el juzgado. Su muerte es un trágico recordatorio de que la intervención de las autoridades no garantiza la integridad física de las maltratadas, pues a ellas le asiste luego el derecho de testificar o no contra su pareja.

En esa tesitura se encuentran otras tres mujeres de Vitoria que recibieron auxilio de la Policía local el 11 y el 14 de agosto pasados. El primer día, un agente salió en defensa de una chica que había recibido dos bofetadas de su novio. El agresor, y luego la mujer, aseguraron que se trataba de una discusión de pareja, pero el funcionario levantó un atestado. Apenas tres días más tarde, varios agentes de la capital alavesa denunciaron a otros dos individuos por haber golpeado a sus respectivas compañeras sentimentales, uno en su vivienda y otro en la calle. A ambas mujeres se les apreciaron contusiones, pero se negaron a acusar a quienes les agredieron.

A la vista de estas reacciones, el juez decano de Bilbao, Alfonso González Guija, a la sazón coordinador de los juzgados de violencia de género en Euskadi, es partidario de reformar la legislación de tal manera que las agredidas no puedan negarse a declarar ante el fiscal y el juez, una medida que reduciría las posibilidades de que se echaran atrás.

La autonomía donde más víctimas desisten de seguir un proceso judicial -en proporción al conjunto de denuncias- es Canarias (14%). Le siguen Baleares (13%), Navarra y La Rioja (ambas con el 12%), Aragón (casi el 11%) y Andalucía (10%). Por el contrario, los índices de renuncia más bajos se registran en Cataluña (6,6%), Galicia (casi el 7%), la Comunidad de Madrid (7,7%), y Cantabria y Euskadi (ambas entre el 8% y el 9%).

Colectivo extranjero

La comunidad vasca también tiene una tasa de denuncias relativamente reducida (4,37 por cada 10.000 habitantes), a gran distancia de Baleares (11,50), Canarias (9,54), Andalucía (8,04), Madrid (7,54), Murcia (7,34), Valencia (7,01) y Cataluña (6,09). Según el Observatorio, esas siete autonomías acapararon el 75% de las órdenes de protección aprobadas por los jueces entre enero y marzo pasados.

Precisamente, el Poder Judicial ha alertado sobre el protagonismo del colectivo inmigrante en las órdenes de protección, que ascendieron a 8.704 en toda España durante el primer trimestre de 2007. El Observatorio ha comprobado que, de todas ellas, la tercera parte estaban dirigidas contra maltratadores extranjeros. Esa proporción se repitió también al repasar la nacionalidad de las mujeres agredidas y resulta especialmente llamativa para los jueces porque triplica el peso que los inmigrantes tienen en el conjunto de la población (9,9%).

En Euskadi, casi un tercio de las víctimas que consiguen una orden de protección, así como un tercio de los maltratadores, tampoco son españoles, lo que supone una presencia siete veces superior a la que los extranjeros tienen en el padrón. En las comunidades de Madrid y Murcia, la mitad de las órdenes están dirigidas contra extranjeros, índice que en los dos casos casi cuadriplica su peso en el censo.

18.8.07

Reenfocar la antiviolencia de género


EL CORREO

18.08.2007
ANDRES MONTERO GÓMEZ

El incesante goteo de muertes de mujeres asesinadas por hombres que han sido, o todavía son, sus parejas es uno de los elementos más utilizados para cuestionar la eficacia de la Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género. Es cierto que cada año son asesinadas más mujeres. El incremento ha sido progresivo y paulatino, pero con independencia de la Ley Orgánica. Atribuir los asesinatos a la legislación antiviolencia, cuando está plagada de medidas de protección jurídica y social, no parece ser un argumento sensato, sino más bien blando cuando no, en la mayoría de los casos, ideológicamente sesgado. Con todo, es evidente que quedan contundentes posibilidades para mejorar nuestra respuesta colectiva a la violencia hacia la mujer.
La primera virtud de la Ley Integral es que reconoce que la violencia hacia la mujer no es un problema de su intimidad, sino una agresión contra todas y todos los ciudadanos. La violencia hacia la mujer es un delito individual que lesiona bienes jurídicos individuales, como el derecho a la vida, a la integridad física y a la libertad de las mujeres, pero también es una conducta que trasgrede el orden democrático colectivo. La Ley Integral reconoce que estamos ante un problema de raíces sociales y magnitud colectiva. Conceptualmente, el legislador ha sido coherente con la naturaleza de la amenaza social, y el marco jurídico español puede considerarse avanzado y valiente en ese sentido. Y es valiente porque asumir, en una sociedad moderna pero todavía con buena proporción de genes machistoides como la nuestra, que las raíces de la violencia de género residen en la propia codificación de la sociedad, basada en la transmisión intergeneracional de valores de dominancia masculina sobre la mujer, supone apostar políticamente a riesgo de recibir una réplica reaccionaria de alguna parte del tejido social.
Así está ocurriendo. De hecho, aunque los estudios criminológicos de los casos individuales de mujeres asesinadas todavía no están todo lo maduros que sería deseable para obtener conclusiones, estoy por anticipar que alguna proporción de las muertes de mujeres tiene parte de motivación en una reacción del asesino machista ante las medidas que se han establecido para erradicar la violencia. Este planteamiento es muy sencillo, y supone subrayar que, si no funcionan adecuadamente las medidas de contención de una amenaza en su medio inmediato y a corto plazo, los instrumentos que se pongan al servicio de erradicarla a largo plazo y en un círculo más alejado de la amenaza (el social) van a provocar, a la corta, una exacerbación de la conducta que se quiere erradicar a la larga. La ley tiene algunos mecanismos de aplicación que pueden mejorarse pero, sobre todo, lo que debemos hacer es reenfocar nuestra estrategia ante la violencia de género.
Hasta ahora, la estrategia aplicada sobre la violencia de género ha estado centrada en las mujeres. Los agresores no tienen la sensación de que el problema vaya con ellos. Lo peor es que la sociedad tampoco tiene conciencia clara de que la violencia de género sea un asunto de hombres que agreden al refugio de ciertos elementos facilitadores en el colectivo social, sino precisamente que es un asunto de mujeres que tienen el 'problema' de ser agredidas. Es obvio que los primeros compases de una política contra una amenaza como las agresiones sistemáticas consisten en proteger a las víctimas de la violencia. Todos los recursos de información, apoyo psicosociológico, educativo, laboral, económico y jurídico que sea necesario articular para impedir que más mujeres permanezcan en situación de violencia y facilitar que recobren el bienestar y la seguridad, que se habiliten. Sin embargo, la época de los primeros compases ya ha pasado. Muchos de los agresores continúan pensando que la acción de los poderes públicos no va con ellos, que incluso ellos mismos son víctimas de una complicada situación de pareja que la sociedad ni entiende ni tiene por qué entender y que, aunque los encarcelen, ya se encargarán ellos de hacer justicia cuando cumplan la condena. Así ocurrió en Melilla hace bien poco con otro asesino de otra mujer, a pesar de la condena, a pesar de la orden de alejamiento.
Hay que reenfocar la estrategia antiviolencia de género hacia los agresores. La violencia de género es uno de esos delitos graves en donde tenemos perfectamente identificada la amenaza. Las mujeres conocen muy bien el nombre y apellidos de sus agresores. Ahora se están comenzando a implantar protocolos más o menos rigurosos de evaluación de riesgo de violencia en agresores. A partir de esos sistemas, los jueces (y en menor medida, la policía) deberán decidir lo que hasta ahora han venido decidiendo a partir de una valoración más tentativa, esto es, el nivel de protección adecuado al nivel de riesgo de la mujer. Conociendo perfectamente quién es el agresor, parece de sentido común que, además de la protección para la mujer, se insten medidas judiciales de seguridad contra el agresor, más allá de la mera orden de alejamiento, incluida la prisión provisional. Esta solución no representa una garantía total, pero de alguna manera reduce las probabilidades. Tras una denuncia, encarcelar a los agresores de cuya evaluación se desprenda un riesgo inminente de violencia es mucho más efectivo que dictar una orden de protección contra la mujer dejando a su amenazante la libertad de saltarse el alejamiento.
Otra insensatez que se está produciendo es mantener los regímenes de visitas de los agresores a sus hijos menores bajo custodia de la madre, compatibilizando las visitas paternas con una orden de alejamiento. Incluso aunque estas visitas se lleven a cabo en un punto de encuentro, en todos los supuestos de violencia de género en donde un hombre ejerce violencia hacia una mujer en presencia de niños, estos son víctimas directas de la violencia, aunque no hayan recibido un golpe o un insulto. Lo que cabe, desde la racionalidad pero también desde la legalidad, es que para cada caso de violencia de género donde existan menores involucrados, las fiscalías insten una doble imputación del reo, del agresor, por violencia hacia la mujer y por violencia hacia los niños.
Hasta ahora, muchos de los agresores no sienten íntimamente que la violencia de género sea su problema. Alguna comunidad autónoma, como la de Castilla-La Mancha en la época de Bono, promovió la publicación de las listas de agresores condenados por violencia de género, con gran escándalo mediático en contra. Sin embargo, esa medida iba en el sentido de iluminar, de poner los focos, sobre el centro de la amenaza pública, sobre el agresor.
La violencia hacia la mujer, ejercida sistemáticamente por un agresor, cumple todos los requisitos para ser calificada como tortura. Al igual que la tortura tradicional, la violencia hacia la mujer crea debilidad en las víctimas a través de las agresiones constantes, la privación sensorial y en algún caso alimenticia, y el aislamiento; al igual que la tortura, convierte a la víctima aislada y sometida por la violencia en un ser dependiente del agresor; al igual que la tortura, la violencia de género induce un estado permanente de terror en las mujeres que la padecen. En ninguna campaña publicitaria sobre malos tratos he visto reflejada esta realidad, por otra parte comprobada en miles de casos individuales de mujeres agredidas.
La Ley Integral está funcionando, pero su funcionamiento aún puede mejorar. Los poderes públicos deben hacer todo lo posible por trasladar a la ciudadanía el verdadero significado de la violencia y el rostro real de los agresores, que no se corresponde con el amable que éstos, a través del aislamiento de la víctima hacia el plano íntimo, están ofreciendo a su entorno social más próximo, entorno que luego no es capaz de comprender por qué aquel 'chico tan majo' asesinó de repente a una mujer. Nunca es de repente y nunca era tan majo.
Con independencia de ciertas modificaciones legales que habrá que hacer para afinar la respuesta jurídica a la violencia de género, y de mejorar significativamente la coordinación de la acción ejercida desde las comunidades autónomas y los ayuntamientos (donde residen las competencias de aplicación de la Ley Integral en la mayoría de sus dimensiones), la estrategia antiviolencia de género debe hacer más visible al agresor y a su violencia.

1.8.07

Documentos TV: espacios para la reflexión en torno al género

Nadie se sorprenderá si digo que Documentos TV es un programa con una larga trayectoria y que merece la pena ver por los contenidos que trata.
Aunque en estos momentos están repitiendo capitulos anteriores, ayer por la noche emitieron un capitulo titulado "De Parto" en el que se analizaron los distintos modelos de preparación y atención al parto que hay en Europa, centrando su atención en el caso español.

¡La verdad es que resultó muy interesante y creo que muchos hombres tendriamos que verlo y debatir sobre lo que supone el dar a luz y nuestra implicación en dicho proceso! ¡Un debate interesante!

Si alguien lo quiere ver podría verlo aqui.

Por otra parte, el próximo martes, 7 de agosto, van a volver a emitir un documental titulado "Cuerpos Desobedientes" que aborda la transexualidad y el travestismo, conceptos que a lo largo de la historia se han relacionado equivocadamente. Así que si a alguien le interesa grabarlo, preparar vuestros vídeos y DVDs.

Si alguien quiere verlo puede hacerlo aqui.

Espero que os resulte interesante y déis vuestra opiniones al respecto.