22.2.08

Homicidios, maternidad y masculinidad

Una visión distinta sobre sobre la violencia doméstica, interesante lectura ¿CÓMO LO VEIS? (Sacado de Diario de NOTICIAS DE ALAVA)

Homicidios, maternidad y masculinidad (AMAIA BERANOAGIRRE*)
ESTE mes la sociedad se ha conmocionado con la muerte de dos hijos intoxicados por su madre en Navarra, así como hace unos meses otra madre degolló a su hija en Girona. Es llamativo ver el tratamiento tan diferente que reciben los casos de violencia doméstica según la relación entre la víctima y el/la agresora, y el género.
Diferentes investigaciones realizadas en China, Finlandia, India, EEUU, España y Kenia muestran que son las madres quienes maltratan a los niños/as en mayor proporción que los padres; lo explica el que son las madres quienes están más tiempo con los/as hijos/as. Tanto las madres sanas como enfermas, maltratadoras como madres amantísimas, consideran suyos a los hijos/as, por eso, cuando hay una descompensación psíquica o déficit psíquico, pueden acabar con sus vidas, porque los consideran suyos. Los hombres no tienen un sentido de la propiedad de los hijos tan apegado como las mujeres. Se podría decir, que las mujeres están más apegadas a sus hijos/as y los hombres a sus mujeres.
En los casos de las madres que matan o maltratan a sus hijos/as se tiende a intentar entender lo que ha sucedido en su mente. Se busca un diagnóstico psicológico de depresión, esquizofrenia o crisis se procede al tratamiento de la afección psicológica hallada, y no a un tratamiento como maltratadoras. La palabra maltratador/a es un calificativo social, no es un diagnóstico clínico. Sería ineficaz referir a un mismo tratamiento maltratadoras con diferentes patologías o perfiles psicológicos. Lo mismo ocurre con los maltratadores, las afecciones psíquicas de los/as maltratadores/as pueden ser diversas.
El que determinadas afecciones psíquicas se consideren patologías o no, dependerá de la escuela psicológica que lo considere. De las patologías psíquicas existentes son muy pocas las que eximen de responsabilidad legal; los trastornos de personalidad, las psicopatías o las caracteropatías no suponen ninguna disminución de conciencia, ni crisis de locura y, por tanto, tampoco eximen de responsabilidad penal. Pero tener un buen diagnóstico es un paso imprescindible para un tratamiento adecuado. Obviamente, la psicopatología o los cuadros psicológicos son resultado de factores biológicos, psicológicos, históricos y sociales; pero por ello no dejan de ser perfiles psicológicos que hay que diagnosticar para saber qué ocurre y cómo intervenir.
A pesar de ser las madres las que cometen más filicidios y que consideran suyos a los/as hijos/as, a nadie se le ocurre pensar que la causa única de estos homicidios sea el poder que las madres tienen sobre los/as hijos/as, sino que pensamos que algo anómalo ha ocurrido en la mente de la homicida.
Asumimos que las madres psíquicamente sanas tienden a querer y proteger a su progenie, del mismo modo que los hombres sanos tienden a proteger a mujeres y niños, siendo uno de los componentes de la masculinidad.
Las noticias de hombres que arriesgan sus vidas para salvar la de niños y mujeres son frecuentes. En el hundimiento del Titanic se salvaron un 74% de mujeres y un 55% de niños, frente al 22% de hombres. Una mayoría de hombres dieron sus vidas voluntariamente para que mujeres y niños/as se salvaran; si los hombres hubieran valorado sus vidas por encima de la de las mujeres y niños, lo hubieran tenido fácil dada su mayor fuerza física.
Quizá se deba a su identidad de género, tan denigrada en estos tiempos. Si estos hombres consideraran a las mujeres seres menos valiosos, ¿arriesgarían sus vidas o su integridad física para salvarlas? ¿Qué sentido tiene calificar como violencia de género la muerte de mujeres por hombres?
Murray A. Strauss ha sido pionero en investigar sobre maltrato utilizando muestra masculina y femenina. Los resultados de este estudio sobre violencia efectuado en 32 países, muestran que casi un tercio de las mujeres y de los hombres agredieron físicamente a una pareja, y que el patrón más frecuente fue la violencia mutua, seguida por la violencia exclusivamente femenina. La violencia exclusiva por parte del hombre era el patrón menos frecuente según los participantes femeninos y masculinos.
Las estadísticas también muestran cómo los países con mayor tradición en las políticas de igualdad de género encabezan la lista de mujeres muertas a manos de sus parejas; Finlandia ha encabezado la lista en años sucesivos, siendo un país en que el sufragio universal se logró al mismo tiempo para hombres y mujeres.
Ni la maternidad ni la masculinidad son positivos ni negativos en sí mismos, sino que cuando mujeres u hombres sufren una crisis o enfermedad psíquica pueden llegar a asesinar a sus seres más queridos: hijos/as, parejas o padres/madres.
Pero que las muertes de mujeres por hombres quizá no se deban en primera instancia a la masculinidad, sino a otros factores como enfermedades o desequilibrios, no quiere decir que el poder social y político no siga estando en manos de una minoría predominantemente masculina.
* Psicóloga. Vitoria-Gasteiz

9 comentarios:

LaraSebastian dijo...

Aupa Colegas:

El conponente psicológico en el maltrato entiendo que esta presente junto a otros aspectos sociales y económicos que hacen un cuadro más complejo.

Los procesos de socialización a los que estamos sometidos y mediante los cuales contruimos nuestras identidades, no estan exentos de violencia. Como tampoco lo que entendemos por maternidad, o masculinidades, que no dejan de ser parte de los roles de genero.

Y finalmente no hay que olvidar que los ejercitos estan compuestos mayoritariamente por hombres dispuestos a dar y a quitar vidas...

Matías Irarrázabal dijo...

el problema eminentemente es cultural no existe ninguna justificación para que exista violencia y más aun cuando se presenta en el hogar con personas que se presume existe una relación de afecto..ello es inconcebible

saludos cordiales

http://asociaciondelbuenescribir.blogspot.com/

haizea dijo...

Indudablemente la psicología del ser humano es muy compleja, y cada uno asumimos roles que tratamos de llevar de la mejor forma posible. Pero cuando se presenta un desequilibrio emocional, las reacciones pueden ser muy diversas, hasta llegar al punto del maltrato. No por esto lo podemos justificarlo. Existen personas que han sufrido mucho y no por esto llegan a desarrollar un perfil de maltratadoras.

Respecto al tema que se comenta que dichos maltratos pueden ser a causados por la creencia de poseer a las personas, creo que es errado tener este tipo de convicciones, porque si bien es verdad que los lazos afectivos en las relaciones humanas llegan a ser muy fuertes, no creo que por poseer dicho afecto, podamos considerarlo como nuestra propiedad y por ende tener derecho a dañar su integridad física y psicológica

Aunque supongo que todo este problema es un producto del sistema educativo y el entorno social en el que nos encontramos....

Gaizka dijo...

Desde luego un buen artículo para debatir y hablar sobre ello.....
Por mi parte, señalar que en lo que se refiere a estadísticas y el concepto de violencia de género habría que hacer algunas puntualizaciones.
Efectivamente Finlandia, es un pais nórdico con una gran tradición en politicas de igualdad y con numerososo recursos al respecto, el que encabece las listas de mujeres a mano de sus parejas, no es porque exista más violencia que aqui, sino porque cuentan mejor aquellas situaciones y aspectos que aqui todavia no tenemos en cuenta como violencia hacia las mujeres.
Por eso es tan importante, tener claro qué entendemos por violencia hacia las mujeres y que empecemos a visibilizar este fenómeno con la misma óptica.
Y tambien dejar claro que violencia existe y ha existido en nuestra sociedad siempre, pero hay ue reconocer que la mayor parte de la violencia está ejercida por la opresión del sistema patriarcal y que sus principales victimas son las mujeres (aunque también los hombres somos victimas de este sistema patriarcal).

Anónimo dijo...

¿Por qué las matan? (Andrés Montero Gómez)
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20080128/opinion/matan-andres-montero-gomez-20080128.html

Hay hombres, los agresores de mujeres, que socializados como los demás en el código masculino dominante, entienden que su pareja tiene no sólo que comportarse de una manera determinada, sino que 'ser' de una manera muy determinada. La violencia de género es el instrumento del agresor para anular la personalidad de la mujer y conformar un nuevo ser, una nueva identidad, sometida y subordinada a los deseos de ese hombre concreto. En la medida en que la mujer opina, siente, razona, se conduce, se comporta, se expresa o se emociona desviándose del patrón de personalidad que el agresor considera debe ser el adecuado para 'su mujer', el hombre utilizará la violencia. Unos agresores harán uso intensivo de la violencia psicológica, otros la combinarán con violencia física y sexual, pero todos los que la ejercen lo harán con el objetivo de 'reconducir' la personalidad e identidad de la mujer hacia parámetros de conveniencia masculina. El hombre, en un marco de violencia de género, es el tirano que se cree con legitimidad para someter a la mujer. ¿De dónde procede esa legitimidad? Es autoconcedida, desde luego, pero además ese hombre agresor la entiende conferida por la sociedad, que hace décadas de forma explícita y en la actualidad más tácitamente le ha educado en la convicción de que, en cierto modo, tiene derecho a imponerse a 'su' mujer, a exigir que ella se comporte como 'debe' hacerlo una mujer.

Al final, pues, el hombre agresor no ejerce su violencia hacia la mujer en la conciencia literal de que lo hace porque ella es una mujer, sino en la convicción de que tiene derecho a someterla, a corregirla como persona, porque tiene superioridad moral sobre ella. Tal vez, si nos imaginamos la configuración de ese derecho tradicional y hegemónico en la mente del agresor, estaremos en mejores condiciones de entender la secuencia de violencia que conduce al asesinato

Anónimo dijo...

1000 puntos,,,,,,,,,excelente nota
ademas me intersa mucho sobre psicologia siempre fui uno de mis fuertes .de verdad te felicito por este post me gustaria me recomiendes algun libro que yo pueda leer sobre estos temas .thanks
cali

LaraSebastian dijo...

Aupa Colegas:

Estuve reflexionando sobre este articulo y me gusta menos, por que intenta generalizar unas conductas, señala la autora que "unos estudios" dicen que las madres maltratan mas que los padres (que estan ausentes obviamente) y hace poco incapie en los perfiles sociales y economicos de los estudios y de la "maltratadoras", por lo que he visto vienen de condiciones poco igualitarias y casi marginales, (aunque no creamos tambien en Finlandia existe el cuarto mundo).
Despues parece afirmar veladamente que la sociedad patriarcal no hace mella en el constructo masculino y la relacion con la violencia. Y finalmente, el discurso falogocentrico sobre la proteccion ya me desborda...

Salut

Saki dijo...

Interesante, da una prespectiva más profunda de la habitual y no se conforma con repetir tópicos.

peri dijo...

Yo este articulo no se muy bien como encuadrarlo, parece que tira por tierra unos cuantos conceptos y sentimientos, que por suerte creo que estoy empezando a interiorizar.
Empezando por esa defensa a ultranza que hacemos los hombres en defensa de las mujeres en algunas determinadas situaciones. Eso del Titanic quedara grabado en los anales de la historia, y un surco profundo en nuestro cerebro hará sombra a líneas casi invisibles de violaciones masivas, sistemáticas, asquerosas y poco comentadas, que se han producido y se producen en todas las guerras a manos de guerreros.
De las estadísticas al igual que comenta amaro, para que podamos hacernos una idea del escenario, nos hacen falta bastante mas datos, y como ejemplo comento algo que un hombre al que quiero mucho un día me dijo- en Finlandia no es que haya mas agresiones a mujeres, es que el porcentaje de mujeres que denuncia sin temor es bastante mas elevado que el de otros países-
Y decir que la masculinidad no es positiva ni negativa también es decir algo muy poco definido. Mi masculinidad, con la carga de los roles que socialmente me han sido impuestos, y de los que todavía aun hoy no he logrado desprenderme, estoy seguro que es negativa, tanto para mi, como para mi percepción y trato hacia las mujeres.
Si pretendemos buscar una solución fácil como es culpar a la salud mental de las personas que estos hechos se produzcan, no seremos capaces de ver que, quien de verdad esta enferma es esta sociedad en la que vivimos, y por lo tanto, podemos caer en la trampa de pensar que con unos electrodos y una buena descarga eléctrica solucionaremos el problema sin hacer un análisis, una auto reflexión y una puesta en común, porque desde mi punto de vista, ahí es donde reside esa medicina que todas y todos necesitamos.