29.1.08

Terroristas domesticos


Aupa Colegas:

En la edición de papel del Correo de ayer leí este articulo (que por suerte también lo tienen en digital). Es una pena que en el mismo pasquin se denuncie el maltrato a las mujeres y en las ultimas paginas ofrezcan servicios sexuales....

Entrando en tema quiero resaltar algunas de las cosas que dice Andres Montero Gomez, en su articulo ¿Por qué las matan?

Los femicidios son crímenes por convicción, igual que lo es el terrorismo. El asesino tiene la convicción de que es necesario matar. Es difícil de aceptar, pero quizás más de comprender y sobre todo de interiorizar para muchas personas, que la violencia hacia las mujeres tenga relación con el género, es decir, que maten a mujeres por el hecho de serlo...

La igualdad de ley existe, pero todavía tenemos techos, de cristal o de hormigón, que obstaculizan la equidad de acceso y representación entre hombres y mujeres. Esos techos están construidos con nuestros prejuicios, con nuestros modelos mentales, con nuestras formas de entender el mundo. Y estos productos mentales continúan heredándose. La familia es donde se practica la primera y más fuerte socialización...

El rol que asigna el modelo a los hombres en función de su sexo es dominar y a las mujeres, ser dominadas. Eso es así a grandes rasgos, sin entrar en tonalidades. Si estamos de acuerdo en que la sociedad continúa construyéndose en masculino pero que hay una revolución constante y sostenida hacia la igualdad de género, podremos continuar con el
razonamiento que subyace a la violencia de género...

Hay hombres, los agresores de mujeres, que socializados como los demás en el código masculino dominante, entienden que su pareja tiene no sólo que comportarse de una manera determinada, sino que 'ser' de una manera muy determinada. La violencia de género es el instrumento del agresor para anular la personalidad de la mujer y conformar un nuevo ser, una nueva identidad, sometida y subordinada a los deseos de ese hombre concreto. En la medida en que la mujer opina, siente, razona, se conduce, se comporta, se expresa o se emociona desviándose del patrón de personalidad que el agresor considera debe ser el adecuado para 'su mujer', el hombre utilizará la violencia. Unos agresores harán uso intensivo de la violencia psicológica, otros la combinarán con violencia física y sexual, pero todos los que la ejercen lo harán con el objetivo de 'reconducir' la personalidad e identidad de la mujer hacia parámetros de conveniencia masculina...

El asesinato de la mujer en violencia de género representa el fracaso del agresor para someterla. En realidad y paradójicamente el agresor no desearía llegar al asesinato, no querría, sino que, en función del código moral que ha establecido para respaldar su conducta autolegitimada de violencia, se ve obligado a llegar a esa solución final.

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20080128/opinion/matan-andres-montero-gomez-20080128.html

28.1.08

Tacones cercanos


Aupa Colegas:

Despues de la últimas reuniones, con la Asamblea de Mujeres y en las tripas de Anoeta donde coincidimos Gizon Sare, tratando de hacer los primeros pinitos para organizarnos a nivel de Euskal Herria, senti una conmoción en la fuerza.

Este encuentro me llevo a reflexionar y hacer una revisión de lo que entiendo "racionalmente" de sexismo y machismo e.g. y me he puesto a navegar en la red para ver si encuentro cosas que me permitan aclarar y ver lo que tengo entre manos, amen de que es lo que quiero "erradicar" en mi. Entiendo que la formación es importante en cuanto a genero por ejemplo y sistematizar lo avanzado por el feminismo y apre(h)ender de estas experiencias.

Pos nada esto me parece interesante para empezar....

Me interesa la distinción entre machismo y sexismo que se lee entre líneas en el Diccionario Ideológico Feminista de Victoria Sau. Para ella, “el machismo lo constituyen aquellos actos, físicos o verbales, por medio de los cuales se manifiesta de forma vulgar y poco apropiada el sexismo subyacente en la estructura social (...). El machista generalmente actúa como tal sin que, en cambio, sea capaz de <> o dar cuenta de la razón interna de sus actos. Se limita a poner en práctica de un modo grosero (grosso modo) aquello que el sexismo de la cultura a la que pertenece por nacionalidad y condición social le brinda” (Sau, 2000: 171).

Del sexismo, Sau dice que es el “Conjunto de todos y cada uno de los métodos empleados en el seno del patriarcado para poder mantener la situación de inferioridad, subordinación y explotación del sexo dominado: el femenino.” (Sau, 2000: 257). En otras palabras, si el machismo es comportamiento; el sexismo es método, estrategia. Es por esta misma razón que, en mi propuesta, el machismo se vincula a las relaciones (inter)personales cotidianas menos explícitamente reguladas y el sexismo con lo institucional. Aquí, en las instituciones, es donde suelen formularse, implícita o explícitamente, los “reglamentos de funcionamiento del S.s/g.”. Se trata pues, del meso nivel del sistema y, en el sentido histórico, probablemente sea su nivel instaurador. (Cucchiari,1996; Vendrell Ferré, 2003).
http://www.sexoygenero.org/malagamachismo.htm

El nuevo desorden amoroso

Anteayer Dédalus publicaba esta preciosa entrada que he pedido permiso para reproducir tal cual en este blog. Muy corta, pero con mucho contenido. Merece la pena, incluida la pintura que lo acompañaba. No dejes de visitar a Dedalus.

La Toalla - Leopoldo Fernández

«El modo occidental triunfante de hacer el amor, traduce la angustia fundamental de la sociedad masculina. Lo que el atleta sexual exhibe de manera espectacular es sobre todo su propia debilidad; cuando señala su falo como el apéndice metonímico de su afortunado propietario, cuando narra sus hazañas en términos febrilmente cuantitativos y se afirma contra todos los lastimosos, los jornaleros del pito, los jadeantes de la bragueta, no hace más que seguir conjurando la precariedad de su erotismo. “¡Joder, lo que le habré dado a esa tipa!”; el último grito del conquistador es también una confesión. El Hércules desvergonzado, totalmente infatuado de su material, es ante todo un niño que llora su propia simplicidad.»

BRUCKER & FINKIELKRAUT, El nuevo desorden amoroso.

(Dedicado a mis amigos del Grupo de Hombres por la Igualdad, de Vitoria.)

25.1.08

SUMA Y SIGUE: OTRA AGRESIÓN MACHISTA CONTRA UNA MUJER EN VITORIA-GASTEIZ



Otra mujer agredida en Gasteiz...El tratamiento de la noticia deja mucho que desear, como si la condición de mujer estuviera relegada por ejercer la prostitución, ser emigrante, etc, pero lo que queremos es denunciar una vez más la violencia machista.
¿Salimos a la calle? ¿lo denunciamos? ¿decimos algo?

Desde este blog, un abrazo a la mujer agredida.

LA NOTICIA...

Una prostituta sufre policontusiones y una hemorragia tras ser agredida por dos hombres de madrugada en Vitoria


VITORIA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -


Una prostituta tuvo que ser asistida el pasado lunes en el hospital de Txagorritxu de Vitoria tras ser agredida por dos hombres de madrugada en las cercanías de una gasolinera. Como consecuencia del ataque, sufrió policontusiones en cabeza, tronco y extremidades, así como una hemorragia subconjuntival, según informó hoy la Comisión Antisida de Alava.

La mujer, una inmigrante en situación irregular, fue atacada poco después de la una de la madrugada en las cercanías de la gasolinera de Betoño, según indicó hoy la comisión en un comunicado.

Esta organización afirmó que los hechos, que fueron denunciados por la propia agredida, suponen "una nueva agresión hacia una mujer especialmente vulnerable". Además, manifestó que este tipo de ataques "no son nuevos", ya que las mujeres que ejercen la prostitución en las áreas industriales de Vitoria "sufren continuas agresiones físicas y verbales". La Comisión reclamó respeto y dignidad hacia estas mujeres.

La víctima tuvo que ser atendida en el hospital de Txagorritxu como consencuencia de las policontusiones en cabeza, tronco y extremidades y de la hemorragia subconjuntival que le produjo la agresión, al parecer, cometida por dos varones.

24.1.08

DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA: "Renunciar al dominio machista"

Tribuna Abierta

Renunciar al dominio machista
por Javier Ruiz

SOMOS muchos los hombres que queremos renunciar al dominio patriarcal sobre las mujeres. Hemos llegado a esta conclusión desde que comenzamos a escuchar, asumir las quejas, las reivindicaciones, las luchas, el dolor y la muerte de las mujeres que genera nuestro dominio machista. Esta renuncia nos sitúa en el mismo trance que viven las personas enganchadas a alguna droga cuando quieren dejarla. Reconocen su problema, piden ayuda para salir de su problema, pero tienen mucho trabajo por delante para evitar que se reproduzca.

Son muchos cientos, miles de años de dominio, de educación, de sociedad, de política, de sexualidad, de modelos, de roles, de mimetismo, de violencia… machista. El machismo ha conseguido reproducirse a sí mismo. Es uno de los denominadores comunes de lo que llaman civilización. No tenemos demasiados referentes positivos para el cambio. Vamos a tener que hacerlo humildemente bajo la tutela de las mujeres. Pero ellas tampoco tienen demasiados referentes de cómo ha de ser una relación igualitaria. No en vano han tenido, tienen que soportarnos dominándolas. Muchas están estigmatizadas muy negativamente con las consecuencias de la nefasta mentalidad machista.

En este punto podríamos preguntarnos cómo sería la historia sin dominio machista en lo económico, en lo sexual, en lo social, en lo natural, en la redacción de la propia historia. ¿Habrían existido las clases sociales, las guerras, el hambre, la riqueza, la esclavitud sexual, las leyes, estos lenguajes, las violencias de subyugación, la especulación económica, las actuales demarcaciones territoriales, la actual organización social…?

O mejor aún ¿cómo sería el presente sin dominio machista?

Otro elemento preocupante: aunque muchos de nosotros queramos cambiar estamos llegando tarde. Los hombres adolescentes y jóvenes ya dan claras muestras de su machismo. El machismo está tanto en los estratos sociales ricos como en los pobres. Lo accionan tanto hombres con licenciaturas universitarias como otros con licenciaturas de reformatorios o cárcel. Las sociedades "civilizadas" o en vías de ser "civilizadas" son un buen caldo de cultivo del machismo. Observemos con detenimiento cualquier medio de comunicación, sus imágenes, sus roles, la primacía persistente, agobiante del hombre sobre la mujer, en cualquier noticia, acontecimiento. Observemos el lenguaje. Observemos la composición de los órganos de gobierno, de decisión. Observemos la composición de las estructuras administrativas, empresariales, educativas, carcelarias, familiares.

En este caldo de cultivo los hombres jóvenes no hacen más que reproducir, mimetizar lo que les bombardea a diario, a cada instante de su incipiente vida: la supremacía del hombre sobre la mujer. Romper con el machismo, con la supremacía del hombre sobre la mujer, requiere una revolución de revoluciones. Se necesita más que un cambio de modelo educativo, social, cultural. Romper con el machismo social, cultural, colectivo, implica hacer un modelo nuevo de sociedad, también en lo económico.

El machismo nunca habría tenido cabida en una sociedad donde la riqueza y sus atributos no fueran "el premio de los mejores", ni "el mejor premio", ni tan siquiera un premio, ni tuviese la legitimidad que se le ha otorgado. Acabar con el machismo requiere acabar con la competitividad entre personas siempre diferentes, acabar con todo tipo de subyugación, acabar con la supremacía y las fobias de nuestra especie hacia el resto de la naturaleza.

Las reformas del machismo sólo producen machismo reformado. Contra el machismo no valen las políticas de poco a poco, del mal menor, de la resignación. Ningún hombre está exento de ejercer hoy la prevalencia del machismo en mayor o menor medida. Muchas actitudes, poses, programas, leyes aparentemente anti-machistas están impulsadas, dirigidas, proyectadas, financiadas por hombres y presentadas, divulgadas, defendidas por mujeres.

No necesitamos un hombre nuevo sino un hombre consciente de sus errores, de sus incertidumbres, de su fuerza, de su poder. No podemos hacer como si ninguna de las secuelas del machismo no fuera con nosotros "los buenos hombres". Formamos parte de una especie que hasta debe de dejar de llamarse "humana" si de verdad queremos la igualdad entre mujeres y hombres.

Nuestra buena voluntad de hombres contra nuestro poder machista es el primer gateo. A partir de ahí nos queda un largo y duro camino donde -con humildad- hemos de escuchar, aprender, entender a las mujeres en su lucha contra el machismo. Sólo así podremos compartir en igualdad con ellas esa lucha e iniciar la ardua tarea común de hacer una revolución de revoluciones.

* Activista social

23.1.08

Judith Butler: Hay que salir de la victimización


Aupa Colegas:


Estas son algunas de las cosas que cuenta....


—¿Ha fracasado el feminismo del siglo XX?

—Yo tengo una visión positiva. La progresión ha sido desigual, pero claramente podemos ver que hay mejores salarios y condiciones de trabajo para las mujeres. Y en buena parte del contexto global las mujeres tienen más participación en la decisión política.

—Sea autocrítica.

—Algunas formas de pensar feministas eran demasiado rígidas, pensaban en el hombre como el opresor y en la mujer como víctima.—¿No se corresponde a la realidad? —No, el feminismo que atrae a las nuevas generaciones es el que acentúa la libertad y el poder más que la victimización. El feminismo necesita un discurso afirmativo y, sobre todo, cuestionar lo que significa ser mujer y ser hombre.


MOVILIZACIONES POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A DECIDIR





MANIFIESTO POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A DECIDIR

Madrid, 16 de enero, 2008


Las recientes actuaciones judiciales que han llevado al cuerpo del “Seprona” de la Guardia Civil a entrar en casa de las mujeres para citarlas a declarar, ha generado una situación de indignación, estupor y alarma social. No sólo porque representa una vulneración de su intimidad, sino por la criminalización que supone el tratamiento como delincuentes a mujeres que lo único que han hecho es ejercer un derecho que las asiste: interrumpir un embarazo no deseado dentro de los supuestos que establece la ley.

Ante todo, queremos manifestar nuestro total apoyo y solidaridad con estas mujeres, y con la situación de indefensión y temor que han vivido. Vemos en la persecución y el atropello que han sufrido un ataque a todas, una amenaza al derecho a decidir de las mujeres.

Lo ocurrido nos retrotrae a siniestras épocas en las que la libertad brillaba por su ausencia, y creemos que requiere una respuesta contundente e inmediata de los distintos poderes públicos para preservar la integridad de las mujeres.

Estos hechos, así como otras actuaciones judiciales, las amenazas que sufren las mujeres por parte de las organizaciones anti-elección, las agresiones tanto físicas como verbales a las y los profesionales de las clínicas de interrupción voluntaria del embarazo, responden a una violenta campaña orquestada por sectores ultraconservadores y fundamentalistas religiosos. No han dudado para ello en utilizar la intimidación, la violencia, la mentira y el insulto, todo para intentar imponer su modelo de familia que conculca la libertad de las mujeres y se basa en el control de su sexualidad.

Esto adquiere mayor gravedad al estar estos grupos apoyados por el gobierno de la Comunidad de Madrid, que los financia con dinero público y permite y alienta sus actuaciones. Asimismo el gobierno de la Comunidad se desentiende de la prestación pública del aborto y obstaculiza de forma sistemática el trabajo de las clínicas autorizadas para su práctica.

Exigimos a todas las instituciones el respeto a los derechos fundamentales de las mujeres y que apliquen medidas que los garanticen.

Exigimos al Gobierno y a los partidos políticos un compromiso claro y decidido para modificar la actual despenalización parcial del aborto, de modo que deje de estar considerado como delito en el Código Penal, acabando con la inseguridad jurídica que la ley actual ha generado. Además, exigimos que la nueva normativa garantice y respete el derecho de las mujeres a interrumpir voluntariamente su embarazo, asegurando que estas interrupciones se realicen de forma normalizada en la red sanitaria pública.

Exigimos que este cambio vaya acompañado de medidas que garanticen la educación sexual en los centros escolares y el acceso a los métodos anticonceptivos y a la anticoncepción de emergencia a cargo de la Seguridad Social.

Por todo ello,

las organizaciones abajo firmantes llamamos a la concentración:

Miércoles 23 de enero,
a las 19 horas
Puerta del Sol


FIRMAS DE LAS ORGANIZACIONES CONVOCANTES


ACSURAS
Asamblea Feminista de Madrid
Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas
Asociación de Mujeres de la Enseñanza
Asociación de Mujeres Juristas Themis
Asociación de Mujeres para la Salud
Asociación de Mujeres Progresistas "Plaza Mayor”
Asociación de Mujeres Viva la Pepa
Asociación de Planificación Familiar de Madrid
Asociación Igualadas Madrid
Asociación Lasexologia.
Católicas por el Derecho a Decidir
CEM. Centro de Estudios de la Mujer
Colectivo en defensa de los derechos de las prostitutas. Hetaira
Colectivo LILAS
Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres
Consejo de la Mujer del Municipio de Madrid
Coordinadora de Asociaciones de Carabanchel
Coordinadora Española del Lobby Europeo de Mujeres
Enclave Feminista
Eskalera Karakola
Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas
Federación de Mujeres Progresistas
Federación Mujeres Jóvenes
Forum de Política Feminista
Forum de Política Feminista de Madrid
Fundación Mujeres
Genera & Enlaces: Coalición Asociativa
Grupo de Buenos Tratos de Liberación – Amauta
Grupo de Mujeres de Carabanchel
Grupo de Mujeres de Comillas
Grupo de Mujeres de Vallecas
Grupo de Mujeres feministas de Espacio Alternativo
Las Federicas Tejiendo Salud
Organización de Mujeres de STERM-Intersindical
Mujeres de Negro de Madrid
Mujeres en Red
Mujeres en Rojo
Mujeres Vecinales de Madrid
Nosotras Mismas de Chamberí
Nosotras no nos resignamos
Partido feminista
Plataforma de mujeres 2000
RQTR. Asoc. de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de la Univ. Complutense
Secretaría de la Mujer de CCOO de Madrid
Secretaría Confederal de la Mujer de CCOO
Secretaría de Igualdad de UGT-Madrid
STEM (Sindicato de Trabajadoras de la Enseñanza de Madrid)
Tejedoras



Enviar adhesiones a: feministas@ya.com

22.1.08

Machistas leninistas...


La avalancha de opiniones, de discursos de posturas, de suceptibilidades no son otra cosa que el brote del proceso en el que el machismo esta cada día peor visto, por lo que recurrimos a series de denominaciones que no hacen otra cosa que hacer menos evidentes los procesos machistas, los conflictos de baja intensidad estan aquí desde hacer mucho y en este espacio mas que nunca. Quiero referirme a Bourdieu que de alguna manera ya aporto hace mucho tiempo las propuestas a"actualizadas" de los anteriores escribidores del periodico, que no deja de ser una empresa que "vende" "noticias", por lo que el machismo cada vez tambien adquiere su couta de mercado. En su libro "la Dominación Masculina" ya sienta las bases que desde mi punto de vista estan vigentes y existen pocos aportes sobre el asunto.
El trabajo de construcción simbólico no se reduce a una operación estrictamente performativa de motivación que orienta y estructura las representaciones, comenzando por las representaciones del cuerpo (lo que no es poca cosa); se completa y se realiza en una transformación profunda y duradera de lso cuerpos (y de los cerebros), o sea, en y a través de un trabajo de construcción practica que impone una definición diferenciada de los usos legítimos del cuerpo, sexuales sobre todo, que tienden a excluir del universo de lo sensible y de lo factible todo lo que marca la pertenencia al otro sexo -y en particular todas la virtualidades biológicamente inscritas en el "perverso poliformo" que es, de creer a Freud cualquier niño-, para producir ese artefacto social llamado un hombre viril o una mujer femenina. El nomos arbitrario que instituye las dos clases en la objetividad sólo reviste la apariencia de una ley natural...
Y así...

19.1.08

EL CORREO: "La maldad de los hombres"

Vicente Carrión Arregui
19.01.2008

Coincido con Andrés Montero Gómez (ver su artículo 'Igualdad machista', EL CORREO 25-11-07) en que las actitudes y comportamientos sociales referidos a la desigualdad de sexos no se cambian sólo a fuerza de leyes, por necesarias que éstas sean. Hace falta algo más para socavar el modelo de masculinidad dominante grabado en nuestra genética y transmitido intergeneracionalmente. Y añade: «Los hombres nacen y crecen con códigos mentales implantados desde la tierna infancia que les hacen creer que tienen derecho a exigir que las mujeres se comporten de una determinada manera, y a corregir las desviaciones que detecten en ese comportamiento normativo. La norma es masculina». Y es este añadido, el contenido de estas líneas entrecomilladas, el que me hace pensar en la incondicionalidad con que el pensamiento políticamente correcto condena al varón y exculpa a la mujer en todos los avatares de una guerra de sexos que nunca suavizará sus daños mientras aparentemos tener tan claro quién es el bueno y el malo.

No voy a precipitarme a explicar lo mucho que me repugna el machismo tradicional. Prefiero remitirme al conocido libro de Goleman 'La inteligencia emocional' para esquinar las explicaciones en términos de bondad o maldad a favor de las evolutivas. Es lo que entiendo cuando dice: «Nos vemos obligados a afrontar los retos que nos presenta el mundo postmoderno con recursos emocionales adaptados a las necesidades del Pleistoceno», después de explicar cómo «nuestros circuitos emocionales básicos no llevan cincuenta sino cincuenta mil generaciones demostrando su eficacia» (pgs 24-25). No nos remitamos, por tanto, a la Edad Media sino expliquemos nuestros modos de ser como el resultado de un proceso evolutivo millonario en años en el que ni el reparto de roles domésticos ni la propensión al uso de la violencia han sido opciones caprichosas, fruto de la voluntad de poder masculina, sino inexcusables recursos biológicos para haber llegado hasta aquí. Más allá de los tecnicismos, en mis clases de Bachillerato intento explicar la evolución humana aludiendo a la prolongada lactancia materna, al contraste recolector-cazador (del que algunos antropólogos aseguran que aún pervive en nuestro comportamiento cuando vamos de compras: él caza, ella merodea) o a las implicaciones de la carencia de anticonceptivos, porque estoy convencido de que la mirada evolutiva es más ecuánime que la moral a la hora de entender el arraigo de los roles sexistas. Mal que le pese al sistema límbico, muchos prefieren minusvalorar la fisiología a favor de las ideas socialmente 'correctas'.

Claro que ya no nos pasamos varios días persiguiendo al mamut mientras nuestra señora amamanta a la prole, por lo que parece perder sentido buena parte de la dotación fisiológica que nos constituye, pero no deberíamos ser considerados culpables por ello. Aunque nuestro sistema hormonal no se haya enterado de los cambios que nuestra acelerada evolución cultural ha introducido en lo que se refiere a nuevos roles laborales, domésticos y conyugales, es obligación de nuestro neocórtex el someter a la bestia reptiliana que llevamos dentro. Es un imperativo cultural inexcusable educar la brutalidad masculina para desterrar la tentación de la violencia, pero el hecho mismo de que se propague entre jóvenes que no pertenecen a la generación del machismo puro y duro avalaría la tesis de que la agresividad de los hombres es la cara mala de una función evolutiva que tiene un arraigo mucho más profundo que la tierna infancia individual a que se aludía al principio de este artículo. La cara buena sería que gracias a la brutalidad masculina hemos sobrevivido como especie, algo que tampoco es baladí.

Parafrasearé a Marx para parapetarme en un clásico: la agresividad masculina habría pasado de ser un factor de desarrollo evolutivo a convertirse en una traba para ese mismo desarrollo. O por decirlo de otro modo: la maldad masculina que hoy se presenta como un antojo cultural inoculado educativamente, como un mero abuso de poder, tiene una configuración fisiológica forjada en millones de años de lucha, protección, trabajo y otras barbaridades que posibilitaron el éxito de la especie. Ni defender ni justificar, entender. Ni buenos ni malos, hombres y mujeres.

Insisto en estas obviedades evolutivas porque estoy harto de que la execrable violencia masculina sea coartada para que los medios de comunicación propaguen una visión maniquea en la que el hombre siempre es el malo, como si debiera avergonzarse de su condición, algo que ya ha sugerido más de una opinadora de esta misma casa. Y no. Por evidentes que sean muchas de las discriminaciones, desigualdades y abusos que padecen las mujeres, ello no les da patente para tener siempre razón. Un lector atento a las secciones de 'Cartas al director' habrá reparado en el goteo de desesperaciones masculinas que recogen como si, desde que el entramado institucional ha asumido la defensa incondicional de la mujer, especialmente en lo referido a custodias y separaciones, para bastantes varones ya no quedara otro cauce de expresión que la pataleta mediática en menos de quince líneas.

Cualquiera que conozca en primera persona los vaivenes de la vida familiar, sobre todo cuando hay hijos, sabe lo difícil que es compaginar el discurso cultural de la igualdad -esa pretensión de simetría conductual por la que se habla con toda naturalidad de, por ejemplo, la lactancia paterna- con el de los instintos y sentimientos naturales que dan prioridad a los vínculos maternofiliales en caso de conflicto conyugal. Y en ese doble juego de exigir un comportamiento igualitario en las obligaciones al tiempo que se invocan derechos naturales preferentes, me reconocerán que muchas mujeres no sólo no son víctimas ni parte pasiva, sino auténticas expertas en salirse con la suya merced a su atávico dominio de las habilidades emocionales, que no brutales. Histórico reparto de roles, nuevamente, que sólo en algunos aspectos deseamos superar.

¿Y qué decir de nuestros tan diversos modos de vivir la sexualidad? ¿También tendrán que ver con que en su día nos vistieran de rosa o de azul? ¿Proclamarán alguna ley que establezca los modos correctos de reconducir el deseo? Es un tema difícil pero hasta la neurología más recalcitrante reconoce la imposibilidad de homologarnos en la cama. Al matrimonio, ese contrato sexual, suele llegarse con una expectativa de felicidad amorosa que pocas veces se corresponde con el rosario de desajustes, arritmias, incompatibilidades, decepciones, rechazos y fingimientos que provoca la naturaleza sexual tan distinta que nos caracteriza a unos y a otras. Dificultades insoslayables que tal vez se afrontarían mejor si nuestro sistema educativo, mal que les pese a los obispos, diera la importancia debida a una educación afectivo-sexual que nos alerte respecto a la dimensión complementaria de la vida en pareja y nos prepare para perseguir una felicidad más basada en la capacidad de superar los malentendidos que en la gazmoñería adolescente del enamoramiento perpetuo. Porque me atrevo a pensar que la violencia masculina tiene mucho que ver con la ingenuidad y la prepotencia con las que abordamos la vida en pareja.

No tengo dudas de que los hombres somos bruscos y primarios pero, sin abusar de la comparación con la mantis -ya saben, ese precioso animal cuya hembra gusta de devorar al varón después de la cópula-, habría mucho que decir sobre la manera en que las mujeres manejan el deseo de los hombres para alcanzar objetivos que a veces les excluyen, sea en la propia familia o en otros ámbitos. Armas de mujer, decía la película, ante cuya sutileza conviene quitarse el sombrero, pero cuyo reconocimiento conlleva eliminar tanto buenismo y tanto victimismo del que a veces hacen gala quienes, por mor de cabalgar en la dirección que parecen marcar los tiempos, tienden a considerar que toda mujer, por el mero hecho de serlo, ha de estar cargada de razón. Nanay. No tengo dudas respecto a quién es más bruto -por ello me dolería que se interpretaran estas líneas como justificación de una violencia inaceptable bajo ningún concepto-, pero sí respecto a quién es capaz de jugar más sucio. La naturaleza es sabia y tiende a compensar en unos ámbitos las carencias que se producen en otros. Sólo saldremos del callejón de los prejuicios cuando la defensa de los derechos de la mujer no se haga a expensas de ese creciente número de hombres que salen escaldados de sus aventuras igualitarias.

EL CORREO - Igualdad machista

Andrés Montero GómeZ
25.11.2007

La violencia reside en la mente. La causa de la violencia hacia la mujer es la desigualdad de género. La desigualdad de género forma parte de la estructura de nuestras sociedades, construidas sobre el modelo de masculinidad dominante. La masculinidad dominante se cimienta en la mente de hombres y mujeres, transmitida intergeneracionalmente en los procesos de socialización. Hombres y mujeres se socializan, hoy y en nuestras democracias, asimilando toda una estructura de códigos de interpretación de la realidad que les dice que hombre y mujer son distintos y que deben cumplir distintos roles sociales por el hecho de serlo. El rol social del hombre es controlar la esfera pública y establecer las reglas de lo privado, ser referente de autoridad, pensar y decidir con racionalidad. El rol social de la mujer es servir y cuidar, gestionar la comunicación emocional, ajustarse a las reglas y apoyar al hombre. Esta síntesis del código de masculinidad con el que definimos nuestra identidad la llevamos grabada en nuestra genética social y está traducida a todas las esferas de las relaciones interpersonales.

Algunos de ustedes pensarán que exagero, que la desigualdad no llega a tanto. Es cierto que hemos avanzado mucho si nos comparamos con la Edad Media. Ahora las mujeres existen como sujetos políticos y tienen derechos civiles. Sin embargo, la igualdad está muy lejos. Incluso, corremos el riesgo de que la igualdad que conquistemos, que estemos conquistando, sea nada más que una refinada desigualdad disfrazada de igualdad. La desigualdad y la discriminación bajo la apariencia de igualdad son todavía peores que la visible asimetría de género explícita y aceptada, porque la desigualdad vestida de igualdad nadie la reconoce y es difícil de percibir, incluso para quienes la padecen. De esta manera, el discurso tras el que se esconde el nuevo machismo sería que la igualdad ya existe, pero las mujeres no quieren aprovecharla, por ejemplo, porque prefieren ser madres. Es una nueva forma de desigualdad, la igualdad machista.

La violencia es una conducta instrumental cuyo único fin es imponerse a otra persona por la fuerza. Si el código de significados de la sociedad, aquél que utilizamos para dar sentido a la realidad interpersonal y a la colectiva, reconoce a los hombres un derecho legítimo a ejercer un rol de autoridad sobre las mujeres, que dos millones y medio de hombres recurran a la violencia para someter a dos millones y medio de mujeres (que sepamos) no es nada sorprendente. De hecho, lo sorprendente parece ser que no exista más violencia, puesto que los hombres nacen y crecen con códigos mentales implantados desde la tierna infancia que les hacen creer que tienen derecho a exigir que las mujeres se comporten de una determinada manera, y a corregir las desviaciones que detecten en ese comportamiento normativo. La norma es masculina.

El ámbito laboral es una expresión fiel, como tantas otras, del código de masculinidad dominante. Un estudio reciente de Catalyst revelaba que únicamente el 6% de los puestos ejecutivos de las 500 primeras compañías estadounidenses estaban ocupados por mujeres, casi al mismo tiempo que declaraciones de la patronal japonesa advertían de que el 67% de las mujeres abandonan sus puestos de trabajo para ser madres, o que una investigación de la Universidad de Navarra subrayaba que el 30% de las mujeres que llegan a altos cargos acaban renunciando. A renglón seguido, hemos leído opiniones que recriminaban a la mujer demandar la igualdad para después abandonar las responsabilidades que obtenía producto de esa igualdad. El machismo recocinando el machismo.

Resulta que la igualdad real de género, el acceso y presencia en las estructuras del poder social, es una ficción. Cierto es que a golpe de una legislación progresista de igualdad que va por delante de la mente social se están incrementando las oportunidades de introducir presencia de la mujer en espacios que continúan siendo de poder masculino. Sin embargo, incluso hasta la ley puede ser en cierto sentido una rémora más si no se consigue un cambio en actitudes y comportamientos sociales. Con la ley en la mano, un hombre le dice a una mujer que ya ha logrado la igualdad y que, a partir de ese momento, dependerá de ella aprovecharla o no. Y la mujer se encuentra con que esa igualdad definida en código masculino es inaprovechable, porque es la misma discriminación de siempre pero vestida de domingo. Con las cuotas, como un ejemplo entre otras medidas, se está logrando que la mujer llegue a la lista electoral, al gobierno y, tal vez, a los consejos de administración. De acuerdo, pero ahora adáptate al modelo masculino de toma de decisiones; adáptate a que los proyectos importantes arranquen en las comidas o mientras te tomas la cervecita en el bar, o mientras juegas al golf, vas al fútbol o al gimnasio, cuando no a la partida de cartas; adáptate a que te coloquen la reunión de seguimiento de cuentas a las siete y media de la noche, que es cuando el jefe ha regresado de su larga sobremesa. Si quieres ser igual, vas a ser tan igual como te diga el código dominante. O sea, o te comportas como un hombre o abandona si quieres ser madre o tener vida privada.

No lo van a leer en ningún estudio académico probablemente, pero el mayor escollo para tener un horario laboral conciliable con la vida familiar en España proviene de otro paradigma del machismo: la infidelidad en la pareja. Aparte las interminables comidas de negocios en donde se toman decisiones importantes ante el balón de espirituoso, uno de los principales condicionantes de las reuniones de las siete de la tarde es la relación sexual extraconyugal que el ejecutivo agresivo está aprovechando para tener en torno a la hora de la comida, en un hotelito discreto. Ése es el modelo dominante, salvando a los honrados trabajadores por turnos. Existen incluso hoteles que han habilitado precio y habitaciones especiales entre las cuatro y las seis de la tarde para el sexo ejecutivo. A todo esto, añádase que el hombre medio nunca ha tenido prisa por regresar a casa desde el trabajo porque ya tiene allí a la mujer que se ocupa de un hogar que no está considerado un espacio de influencia masculina, más que para vegetar, y tendremos reuniones laborales a las seis, a las siete y a las ocho, seguida de copita de despedida a las nueve. Y luego adáptate al formato si quieres ser ejecutiva porque ya eres una de nuestros iguales.

La causa subyacente más determinante para la violencia hacia la mujer es el código de masculinidad dominante. Ese código se administra e implanta en las familias y se transmite intergeneracionalmente a través de los diversos agentes y espacios sociales. En la prevención y reversión de esa realidad también estamos fracasando o, por decirlo más suave, avanzamos muy, pero muy lentamente. La prevención la estamos concentrando en las escuelas, con los niños y las niñas. En las comunidades autónomas donde hay suerte, les impartimos clases de igualdad combinadas con iniciativas de prevención de la violencia. En esas clases, de horario ocasional cuanto menos, enseñamos a los niños y niñas, en lenguaje que pueden entender, que los roles de género son discriminatorios. Los pequeños regresan a casa después de una hora de igualdad al mes y allí, con papás y mamás que no sólo no han sido formados en igualdad sino que practican la desigualdad por imperativo genital, el mensaje docente queda destruido en treinta segundos. Si el niño ha aprendido un día que en casa hay un instrumento denominado lavadora, que sirve para lavar la ropa de un colectivo familiar todos cuyos miembros deberían colaborar en el esfuerzo, y que él puede comenzar por llevar sus calcetines sucios a la cesta de la colada sin esperar a que lo haga mamá, es muy probable que en su primera intentona reciba el siguiente mensaje paterno: «Ese profesor es maricón; ponte a hacer los deberes y no seas niña». La desigualdad se adquiere en la familia. El machismo también.

16.1.08

Los hombres ante el aborto

Un artículo interesante del compañero Jose Ángel Lozoya del Grupo de Hombres por la Igualdad de Jérez, respecto a los últimos acontecimientos relacionado con la investigación de las actuaciones de las clínicas privadas donde se práctican la mayor parte de los abortos.

En palabras del propio Jose Ángel: "Es imprescindible exigir a la izquierda que ponga el aborto en el centro del debate político e impulse la actualización de la ley. Y la mejor forma de contribuir a esta exigencia desde el Movimiento de Hombres por la Igualdad es impulsar el debate en todos nuestros foros para disponerde argumentos con los que participar en el debate social."

Pues aqui tenéis el texto.



También podéis descargarlo o leerlo con más facilidad aquí.

ESCUELA DE DEBATE FEMINISTA




Queridas amigas:

Bienvenidas al 2008. Nuestros mejores deseos!

Este año comenzamos nuestra Escuela de Debate Feminista con el siguiente tema:

Masculinidades



Se contará con la presencia del Grupo de Hombres por la Igualdad de Álava, quienes harán una presentación sobre las líneas teóricas y prácticas de su trabajo y expondrán el concepto de masculinidad.

A continuación tendrá lugar el debate.



Martes 22 de Enero

Lugar: Hikaateneo. Pintorería 13.

7 de la tarde.



Esperamos que sea de vuestro interés. Podeis invitar a vuestras amigas, colegas y conocidas!



Un Abrazo



Asamblea de Mujeres de Alava

15.1.08

VIOLENCIA MACHISTA EN VITORIA-GASTEIZ

Suma y sigue...

"48 horas de violencia machista"

"La Policía Local y la Ertzaintza detienen el fin de semana en Vitoria a seis hombres acusados de maltratar a sus esposas, parejas o novias El juez de guardia envía a prisión a uno de los presuntos agresores y dicta tres órdenes de protección en favor de las víctimas".







Chicos, hombres, compañeros...¿Qué hacemos?

9.1.08

Simone de Beauvoir, la mujer que reinventó a las mujeres

No se nace mujer: se llega a serlo. Ningún destino biológico, psíquico o económico define la figura que reviste en la sociedad la hembra humana; es el conjunto de la civilización el que elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica de femenino.”

Justo hace hoy 100 años nacía en París Simone de Beauvoir. Novelista, precursora de la corriente existencialista y feminista convencida: la mujer que reinventó a las mujeres.

simoneEn 1929, siendo estudiante de filosofía, conoce al también existencialista Jean Paul Sartre, su compañero, amante y amigo de toda la vida con el que explora las tesis existencialistas, según las cuales cada uno es responsable de sí mismo. Esta máxima es una de las que, como hombre igualitario, trato de seguir y por ello va aquí mi homenaje.
Obras: primera novela, La invitada (1943), exploró los dilemas existencialistas de la libertad, la acción y la responsabilidad individual, temas que aborda igualmente en novelas posteriores como Los mandarines (1954), Memorias de una joven de buena familia (también conocida como Memorias de una joven formal) (1958) y Final de cuentas (1972). Su más famoso ensayo es El segundo sexo (1949), un profundo análisis sobre el papel de las mujeres en la sociedad y la construcción del rol y la figura de La Mujer, donde planteó que la femineidad es una construcción social.
Simone fue y será un ejemplo para las mujeres de todo el mundo, y también para los hombres, que vemos en ella compromiso y pasión, radicalidad y coherencia que supo estar, como muy pocos a la altura de un siglo de grandes transformaciones. Para ella la liberación sólo puede ser colectiva y exige que acabe la evolución económica de la condición femenina.
VER MÁS en: Centenario de Simone de Beauvoir

4.1.08

King Kong




"El paradigma servicio femenino/compesación masculina corresponde a un intercambio social desigual; intercambio que yo he llamado "prostitucional" con el fin de hacer explicitas las bases materiales concretas de las convenciones heterosexuales. Ya sean públicamente consagradas por la ceremonia del matrimonio o clandestinamente negociadas en la industria del sexo, las relaciones heterosexuales se construyen socialmente y psicológicamente sobre el postulado del derecho de los hombres sobre el trabajo de las mujeres. Incluso aquellos que denuncian la vejación y la violencia contra las mujeres llevada a cabo por los hombres, cuestionan raramente los privilegios de los hombres en los dominios sexuales, domésticos y reproductivos."
Gail Pheterson, El prisma de la prostitución, 1996.


Esta cita la he sacado del ultimo libro de Virginia Despentes, "Teoria King Kong" como ya podéis imaginar esta brutal como su anterior...


Si queréis ver una entrevista en El País http://www.elpais.com/articulo/semana/creo/femineidad/elpepuculbab/20070113elpbabese_3/Tes


3.1.08

ZORIONAK TA URTE BERRI ON!




Lagun maiteak!

Mis mejores deseos para el año que empieza: que sigamos confiando, que continuemos creyendo, que nos sintamos pequeños sin miedo, que nos apoyemos, que disfrutemos, que nos sorprendamos, que gocemos, que nos sigamos encontrando, que seamos capaces de llorar la felicidad y reir la tristeza, que seamos humildes, que nos equivoquemos mucho, que nos masajeemos, que sonriamos un poquito más, no, un poquito no, mejor mucho más, que seamos un poquito más libres, y nos comprometamos un poco más con la igualdad, que no dejemos de soñar compañeros...

Gracias por todo lo que hemos compartido en este año 2007...Y por la ilusión de lo que seguiremos construyendo en el 2008.

Gracias también a todos los compañeros que han aportado a este blog: hojalata, DO BEMOL, Amaro, Ibasque, peri, Cos, Gaizka...y gracias también a quienes habéis aportado y leido las entradas.

Besos y abrazos para todos y todas.


Nota: Y felicidades para mí que hoy cumplo 35...